Cuando gobernantes como lo fuera en su día Paco Cabrera, que gobernó de manera ejemplar desde la Alcaldía de Valencia, se proponían realizar los sueños del pueblo venezolano, sembraban semillas de realidades que se convirtieron manifestaciones de amor a la ciudad, orgullo nacional y sueño realizado.
En su día lo llamamos "El Alcalde de los Sueños Realizados".
Hoy ni la más terrible de las pesadillas se convierte en el horror que la desidia, la corrupción y el odio que se ha sembrado desde las raíces de una supuesta revolución, han convertido la terrible realidad en la que han convertido a Venezuela y todas aquellas regiones que nos llenaban de orgullo.
No se trata de un caso único.
De ninguna manera.
Esta terrible realidad se repite esparcida sobre la tierra de toda Venezuela, llegan a borrar del recuerdo y de la memoria realidades que en un día, lamentablemente muy lejano, fueron orgullo de los venezolanos.
EL VITO
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