En los años veinte del siglo pasado apareció en los carteles Cayetano Ordoñez, El Niño de la Palma, en España y cuyo ascenso fue motivo de un artículo de un gran maestro de la pluma, Gregorio Corrochano quién le dedico un artículo titulado: Es de Ronda y se llama Cayetano. Frase que desde entonces es conocida por muchos aficionados a los toros.
¿Cuál era lo que mantenía la expectativa en el novillero? Según he podido averiguar, era un diestro muy completo que, a pesar de su corto aprendizaje, tenía una maravillosa intuición para entender los toros y dominarlos con la faena adecuada. Sobre esta base técnica se erigía su peculiar finura y gracia, sin los “retorcimientos y afectaciones de otros diestros”, según Cossío el famoso coordinador de la gigantesca obra literaria.
Algunas de las frases impresas para describirle son: fresca espontaneidad, naturalidad del mejor gusto, variedad rica y policromada, arte puro y estilizado, aliento personal gallardo e inequívoco, alegría honda, viveza austera, naturalidad y facilidad, gracia.
Pues bien para titular el presente, tomé prestado el de Don Gregorio sobre quién fuera padre de uno de los más importantes toreros de la historia, su hijo Antonio, cuando Isaac Fonseca de Morelia se erigió como el triunfador en Moralzarzal en Madrid, España, en la “Final de Finales” de la Liga Nacional de Novilladas, el sábado 6 de noviembre de 2021.
Con variedad, frescura, valor, carisma y lo que tanto se le pide a los que empiezan actitud y valor, supo hacerse de tres trofeos, uno en su primero de la ganadería de El Torreón y dos en su segundo, un novillo con gran codicia de Victoriano del Río.
Sus compañeros de cartel triunfadores como él de varios certámenes de los circuitos de Madrid, Andalucía, Castilla-León, fueron dignos rivales en el ruedo: Manuel Diosleguarde que obtuvo un trofeo, Jorge Martínez falló en la suerte suprema pero mostró gran empaque y Manuel Perera alumno de Juan José Padilla.
Fonseca salió a hombros con todos los honores, pues si bien es cierto que sus novillos le permitieron demostrar sus buenas condiciones, él dio una lección de entrega y ambición, se jugó la piel de principio a fin, sufrió tres volteretas y varios golpes que lo convirtieron en el ganador del certamen organizado por la Fundación Toro de Lidia, y en el que han participado 33 novilleros.
La base de su formación fue en Morelia en la escuela de tauromaquia de Michoacán con las enseñanzas de Jacobo Hernández y posteriormente se fue a la escuela de Colmenar el Viejo con Carlos Aragón Cancela en España.
No vendrá a México a torear en lo que resta del año y el principio del próximo, sino que han decidido sus apoderados que se quedé en España e iniciar con fuerza el próximo año y encaminarse a convertirse en matador de toros.
Mientras tanto el 14 de noviembre de 2021 se dará el primer festejo novilleril aquí en La México con novillos de San Diego de los Padres, para Miguel Aguilar, Eduardo Neyra y Alejandro Adame.
Los boletos serían al dos por uno, gracias a la gran actuación de Checo Pérez en la Fórmula Uno, pues la empresa de La México prometió que si alcanzaba el podio el piloto así lo harían y lo cumplen, después de la gran alegría de ver por primera vez en nuestra ciudad de México, a un mexicano compartiendo la cima en el tercer con el primero y el segundo, lugares.
Son noticias halagüeñas el palpar que pudiera haber futuro en los que hoy son buenos prospectos y esperemos se conviertan en realidades con el transcurrir del tiempo. Que así sea, en bien del futuro del toreo, en especial del nuestro.
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