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EL PERUANO ROCA REY,
el GRITO HUNDIDO EN SEVILLA
por Víctor José López EL VITO
Anoche, aprovechando la virtud del poder deslizarse por diversos titulares de la prensa taurina española, leo y comprendo que entre los colegas escriben por relatar acontecimientos ocurridos en Sevilla surge la necesidad dejarse ver y sentirse.
Es lo que hacen los matadores de toros ante la responsabilidad que implica Sevilla.
Es lo que sentimos ayer cuando se rompió la veda en la Plaza de La Maestranza.
No dudo de la jerarquía y mucho menos de la importancia del óvalo del Baratillo, y siento que los comunicadores, en su mayoría estupendos profesionales, cuando se colocan frente al teclado lo hacen presionados como lo hicieron ayer, como entendemos ocurre en las tardes de debut en el área social.
El enamoramiento que todos tenemos por el nuevo Morante de la Puebla no solo es comprensible porque el de La Puebla se ha impuesto aferrándose a la historia, retando lo existente y desarrollando su evidente talento; pero ayer en la Maestranza no ocurrieron con él ni con sus toros acontecimientos trascendentales.
Aguado, que es el torero que Sevilla se juega para quitarse el sambenito expresión de complejo, que tiene la torería andaluza con los toreros de América. Aguado estuvo ayer desafortunado, lamentablemente con una lesión que arrastra en una de sus rodillas, dolencia que le disminuye y le impide competir ante su rival Andrés Roca Rey: agresivo y ofensivo para la sevillanía.
Roca Rey ocupa el puesto en la historia del toreo de Andalucía que antes disfrutó Gaona en los tiempos de Gallito y de Belmonte; más tarde Armillita, desbancó los restos de la Edad de Oro y bajó de su trono a Marcial; Lorenzo y El Soldado que ocuparon puestos inéditos en la Edad de Plata. Arruza fue el torero del Sur de España, Madrid, Barcelona y Andalucía en tiempos de Manolete ; y El Calesero, caminó, como ángel inspirado, sobre nubes, en la Epoca de Pepe Luis y de Pepín Martín Vázquez.
Sin embargo que ha de haber sido muy duro de tragar la época de los Césares en el toreo: César Girón dueño de Sevilla los días de Luis Miguel y de Ordóñez, y César Rincón amo de Madrid la afición descubría a Paco Ojeda.
Habla la crónica de ayer: - “Ambiente extraordinario y faenas discretas en el regreso de los toros a Sevilla; Roca Rey corta una oreja y Morante deja aroma de torería, en una corrida de Victoriano del Río de escaso juego”: y, otro: “Roca Rey, valeroso; Morante, inspirado, y Aguado, inédito, ante una muy desigual y mansa corrida de Victoriano del Río.
Sentí la corrida con menos presión de la que siento en las letras escritas, porque por más alcurnia, nobleza o aristocracia del encaste lidiado, el de los toros Victoriano del Río.
No es muy dificil concluir en que sólo hubo un toro y también un solo torero; que fueron el primer toro de Roca Rey; y una gran faena a este toro por el muy joven Maestro peruano cuya lidia fue, tan perfecta, que no tuvieron arrugas sus telas, ni los pasos en la distancia fueron precipitados ni apretados.
Todo el terciopelo de sus lances se abrió el gran espectáculo de la faena de Roca Rey como el grito hundido de Chabuca:
-“Tengo la muerte seca de mis costas/ Sellándome los labios/Y los ojos /Está llagando la arena/Mis huellas/Y está mordiendo su aridez/Mi entraña.
Estamos ante el desarrollo de un nuevo capítulo en la Historia del Toreo… y lo ha de firmar Andrés Roca Rey, heredero de los insólitos americanos que llegaron a reinar en el imperio de la Tauromaquia.
Cuestion de sensibilidad y de la objetividad que NUNCA deberían abandonar los críticos de cualquier arte. Lo que ocurre en la plaza y lo que hace Roca Rey debería narrarse tal cual sucede y Roca Rey conmueve y llega a los tendidos y obtiene trofeos no precisamente regalados por el público y sí escatimados por algunos presidentes. Pero claro, las cosas se ven y enjuician dependiendo "del cristal con que se miran"...o de otros factores...vaya Vd a saber..
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