Lo anduvo cuando juntos partieron el toreo en dos expresiones diferentes para crear una época complementaria… Otra historia del toreo.
Hoy en Santander Morante de la Puebla se abrazó a Joselito, al recuerdo de las soluciones que tuvo Gallito a los problemas de la lidia; y lo hizo con el testimonio de Diego Urdiales y de Pablo Aguado.
Urdiales expresó lo que Curro Romero descubriera para la crítica y a la afición al develar el tesoro que guardaba en secreto Diego Urdiales y que la masa no ha sido capaz de develar; y Aguado, expresando liviandad, a pesar del peso que lleva sobre los hombros es consciente de ser el esperado. Porque a Pablo le esperan, y a Diego le descubren.
Con toros porteños, unos de San Lorenzo y otros de La Ventana, Morante de la Puebla esbozó el mensaje adelantado para la esperada tarde que tiene con la historia en el Puerto de Santa María.
Ya lo anunciaba el propio maestro, cuando ayer mismo dijo en la entrevista en el callejón que si bien exigen ser comprendido por los públicos, mucho más importante en entender al toro, a los toros de los más diversos encastes como fue siempre la misión de Joselito.
El de la Puebla está convencido que a los veraguas anunciados en el Puerto de Santa María para poderles habrá que abrazarse a Joselito el Gallo.
Como Belmonte, en su día, se abrazó a Belmonte.
La tarde de hoy ha sido una hermosa tarde.
En Cuatro Caminos descubrimos tres senderos: el de Morante de la Puebla, que le lleva a una cita con la historia; el de Urdiales, que es expresión de armonía que confirma lo expresado por el maestro Romero; y el camino andado por Pablo Aguado, el que él construye con su fuerza como mensaje de redención, que hace tiempo nació en Sevilla al ritmo de los palos que suenan en los tiempos del olvidado mensaje de Pepe Luis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario