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Hay personas que tienen un claro don para trascender, siendo ejemplos a seguir sobre todo en estos tiempos donde los valores parecen haberse difuminado.
Samuel Rivas Villamizar es un joven que ha tenido muchas inquietudes en la vida, médico, residente del servicio de oftalmología en el Hospital Universitario de los Andes, se ha entregado en cuerpo y alma a tan noble labor; pero antes también probó suerte en el mundo del toro, en la escuela taurina Humberto Álvarez, y en Sevilla con el maestro Luis de Pauloba.
Estas vivencias únicas le han hecho crecer como persona. Samuel toreó varias novilladas en Mérida y Santa Rita entre otras plazas, dejando estela de un estilo lleno de arte, con maneras "apauladas" en sus finos lances y hondos muletazos.
La vida le encauzo hacia la medicina como profesión, siendo un gran aficionado, culto y enterado, dando incluso charlas, demostrando su don de gente, así como en el campo bravo donde cuando tiene oportunidad acude a seguir sintiendo la emoción del toreo.
El mundo del toro es muy duro, pero enseña el respeto, la disciplina, el tesón, la lucha y el sacrificio por un ideal. Samuel Rivas Villamizar encarna todos esos valores, por ello, su historia es digna de ser contada.
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