El tema de la caída de los toros es multifactorial. En varios años de investigación en diferentes Facultades de Veterinaria en España se ha llegado a varias conclusiones, entre ellas el tema de la consanguinidad en los diferentes encastes (agotamiento genético), la insuficiencia o desgaste de los micro elementos en los pastos ( minerales ), en suelos fatigados por los años de pastura. Mientras se le exige tamaño y peso a un encaste determinado, más allá de su capacidad genética para desarrollar fenotípicamente un peso no acorde con el andamiaje óseo del tipo genético en cada encaste. A esto se une el hecho de que la musculatura del toro de lidia está fisiológicamente adaptada al poder y no a la resistencia. ( por ejemplo, en el hombre, la diferencia del desarrollo en la musculatura de un levantador de pesas y la de un corredor de maratón ), de allí nace la imperiosa necesidad de ejercitar los toros en el campo, lo cual a contribuido a mejorar la resistencia muscular, en detrimento del manejo diario. Es muy interesante observar la biopsias musculares de los toros criados en la naturaleza, sin realizar un esfuerzo físico, con aquellos ejercitados. La musculatura desarrollada en cualquier atleta obedece al desarrollo de fibras musculares aeróbicas versus las anaeróbicas, dependiendo del ejercicio que se realice.
No me cabe la menor duda de que un toro bravo acomete y lucha 15 minutos y si no tiene la resistencia suficiente, se para y comienza a defenderse. De allí el concepto o la interrogante de que el toro más bravo, es el que acomete, va a más y termina peleando. Indudablemente que la ley de selección natural juega un papel muy importante en las ganaderías. El más bravo transmitirá genéticamente su carga de resistencia y acometividad y si se cruza con una vaca de buena y además la reata es buena, hay mayores probabilidades de obtener un buen producto.
Cómo vemos el tema es algo complejo e interesante, después de 50 años de graduado pensé que el uso de la inteligencia artificial, facilitaría sacar el mejor. Estamos equivocados, en el caso del toro de lidia son muchos los factores genéticos que confirman la selección del carácter del toro, lo mismo sucede con los gallos de pelea y los caballos de carreras ( la máxima de cruzar el mejor con el mejor en estos casos no siempre funciona ). Es incontable lo invertido en el campo de la genética y todavía el azar de los genes nos dominan. Es diferente cuando se estudian y se cruzan los genes en bovinos de alta producción de leche o de carne : sabemos lo que vamos a obtener.
Con el toro de lidia mejoraremos los cruces, pero seguiremos sometidos al influjo seductor de los genes para sacar el bueno !!
No me cabe la menor duda de que un toro bravo acomete y lucha 15 minutos y si no tiene la resistencia suficiente, se para y comienza a defenderse. De allí el concepto o la interrogante de que el toro más bravo, es el que acomete, va a más y termina peleando. Indudablemente que la ley de selección natural juega un papel muy importante en las ganaderías. El más bravo transmitirá genéticamente su carga de resistencia y acometividad y si se cruza con una vaca de buena y además la reata es buena, hay mayores probabilidades de obtener un buen producto.
Cómo vemos el tema es algo complejo e interesante, después de 50 años de graduado pensé que el uso de la inteligencia artificial, facilitaría sacar el mejor. Estamos equivocados, en el caso del toro de lidia son muchos los factores genéticos que confirman la selección del carácter del toro, lo mismo sucede con los gallos de pelea y los caballos de carreras ( la máxima de cruzar el mejor con el mejor en estos casos no siempre funciona ). Es incontable lo invertido en el campo de la genética y todavía el azar de los genes nos dominan. Es diferente cuando se estudian y se cruzan los genes en bovinos de alta producción de leche o de carne : sabemos lo que vamos a obtener.
Con el toro de lidia mejoraremos los cruces, pero seguiremos sometidos al influjo seductor de los genes para sacar el bueno !!
Excelente análisis
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