martes, 4 de agosto de 2020

LUIS PÉREZ ORAMAS, TRES POEMAS TAURINOS PARA UN AMIGO

Tres poemas taurinos, para Don VICTOR JOSE LOPEZ EL VITO, el día de su cumpleaños, año 2020, de su amigo y admirador Luis Pérez Oramas.


La Gacela de Juan Belmonte (ca. 1997) imagina, en moderno verso encabalgadado, la venida de Juan Belmonte a Maracay durante su reaparición en los ruedos, a inicios de los años 20, que mi abuela decía recordar, en esa misma plaza donde Arruza y Manolete bordaron su mano a mano, y que decía mi padre haber visto. Corridas imaginarias, quizás, como los toros ideales.


La Gacela de César Girón (ca. 2003) es una breve elegía a César Girón, escrita al pasar, una tarde de Enero, por el lugar en la carretera de esos valles de Aragua donde el toro de la muerte se llevó en sus cuernos invisibles al torero.


El Romance de Nazarí y el Sueño (2015), celebra los caballos toreros de Diego Ventura, en especial Nazarí, ese dios equino, Pegaso colorado.

Para Victor José López el Vito, espada en cuya pluma la palabra templa y manda.

 

Gacela de Juan Belmonte


Turbio país

de cuando en cuando la luz desciende

el aire de siglo en siglo

se aclara el valle.

Maracay, altos calores

bajas sombras de zagüanes, patios de agua.

Hortensia se prepara

Selmira, Bonifacio, las mantillas.

Mañana Belmonte

viene la luz

de cuando en cuando

todos los Cristos de Triana sobre el valle.


Caracas, ca. 1997

 

Gacela de César Girón

 

Haremos la cruz

donde los valles arden

y otras cenizas suben al cielo.

Haremos la cruz

del oficio

en la plana caricia

de los valles de Aragua

en la sangre

del Guadalquivir como un espejo

de lo que no fuimos.

Haremos la cruz

cuando los cielos sean leves

y dulce la esperanza entre las nubes.

César yacía bajo los incendios

y en la madrugada acechaban

el sueño de los toros

cachorros y vírgenes lejanas.

 

Maracay, ca. 1997

 

Romance de Nazarí y el Sueño

 

No olvidaré

que el lomo del planeta

lleva lazo verde y blanco

y es cumbre en el galope de costado.

No olvidaré

Nazarí sin flores

la mañana acariciante y andaluza

de Luis Miguel bordando a Sueño

en la cresta del sueño que vendría.

Nazarí mi larga torva, Remate

pardo en lanzas de oro

no olvidaré el agua que corría

por la pata blanca, milagrosa

de Milagro

yegua angelical cuando cantaba

su potencia de dragones contra el toro.

Nazarí silencio y trueno

cárdeno abismo donde nace

un himno de temple, una canción

de trote alado:

el hilo de Pegaso que nos lleva

a caer de cielo en cielo

a morir de paso en paso

a vencer de vida en vida

la vida oscura que nos hila

de sueño en sueño hasta el prodigio

de ser sólo en tu espuma

sólo tu sombra Nazarí en la arena

sólo tu huella, tu estela

sólo para ver el día llegado

con la risa fugaz del último respiro

el ojo abierto y blanco de la muerte.

Lloraré por cántaros, por alhelíes

lloraré por un caballo.

 

Madrid-Venecia, 2015.

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