Grandiosa tarde de Joselito
que revienta La México
Tarde grandiosa de Joselito Adame que cortó tres orejas a un gran lote. El hidrocálido reventó Insurgentes con dos excelentes faenas. Ponce, Barba y Aguado que confirmaba alternativa, no tuvieron suerte.
Un festejo que estuvo condicionado por el inoportuno viento que arreció durante toda la extensa jornada y por el escaso juego de los toros, aunque cuarto y séptimo fueron premiados con el ‘arrastre lento’.
Joselito Adame cortó una importante oreja al cuarto, de Jaral de Peñas. «Canónico» fue el primero para el diestro de Aguascalientes al que cimentó una faena con transmisión y mando. VIbrante el inico de faena pegado a tablas con el torero de rodillas. Adame le fomó un lío al toro que embistió con mucho carbón. El hidrocálido tiró de raza en una emocionante labor, al que Joselito Adame, templó y ligó con mucha prestancia. Faena de enteros que mantuvo un tono muy alto y calando hondamente en los poblados tendidos de Insurgentes. ‘Canónico’ fue premiado con el arrastre lento.
“Arrebato” séptimo de la larga jornada, segundo del lote para Joselito Adame sacó clase y entrega. Un toro con calidad que exprimió Adame en un faenón que enloqueció a Insurgentes. El de Reyes Huerta se pegó una enorme voltereta en los tercios iniciales, pero Adame sabedor de la buena aptitud del toro, no lo quiso apretar con el capote. El quite por navarras, con mimo, resultó exquisito en su ejecución. Adame llevó cosida la buena embestida de su oponente hasta el final. Una la franela, que ofrecía la panza del engaño y que se meció al compás del temple. Joselito se vació ante sus paisanos en un concierto sinfónico de toreo caro. Faena de las que marca un antes y un después. Labor grandiosa del hidrocálido por la dimensión alcanzada y por la rotundidad de la misma. Dos orejas tras espadazo y gritos de ¡torero, torero!. “Arrebato” fue premiado con el arrastre lento.
El astado de la confirmación de Pablo Aguado ha sido muy deslucido en general, «Un Caballero» con el hierro de Reyes Huerta. A este comportamiento hay que añadirle el contratiempo de un viento muy molesto que dificultó al sevillano domeñar los engaños. A pesar de todo, Aguado ha dejado constancia de su acusada personalidad con dosis de muletazos aislados. El primero de la ‘monstruo’ ha embestido siempre con la cara por encima del palillo muleta y con un pésimo embroque sin celo para seguir la tela. El fallo con la espada y el atasco con el descabello, silenciaron su labor. Antes Pablo Aguadobrindó al respetable en los medios.
El cierraplaza “Agua Limpia” fue un astado despegado del suelo. El toro de origen Domecq era largo y fino de cabos pero sin ganas de colaborar a su matador. Pablo Aguado no pudo mostrar el potencial capotero por la desgana de su antagonista que se negó a renovar sus acometidas. Muy deslucido con embestidas vacías el de Jaral de Peñas al que Aguado muleteó con convicción pero sin calado en la parroquia. Lo intentó con porfía el hispalense pero sin recompensa alguna. Para colmo el viento no dio tregua al joven sevillano y fue un añadido más insalvable.
El maestro Enrique Ponce cuajó un recibo capotero de gran nivel al segundo de la tarde. El primero del lote del valenciano «Dije de Oro» tuvo ritmo inicial y Ponce meció la tela rosa con prestancia. El español brindó a Mariano de la Viña y posteriormente inició con elegancia su labor. Enrique Ponce mostró su relajo y cadencia. Ese prólogo -ligado a diestras- fue lo más destaco puesto que su antagonista se vino a menos en poder y recorrido. A partir de ahí, oficio y solvencia pero sin tomar mayores cotas por la falta de colaboración del astado.
El valenciano Enrique Ponce no tuvo suerte ante el quinto. Ponce que brindó en los medios a la afición mexicana, se chocó contra el segundo de su lote. El quinto, “Cumple Sueños” un toro bien conformado –armónico- pero opaco en su interior. Astado muy deslucido y sin querer tirar para a delante, -agarrado al piso- y sin entrega. Así con todo, Enrique Ponce volvió a mostrar su ilusión por elevar la tarde pero el esfuerzo resultó sin recompensa. La espada no funcionó está vez.
El tercero «Mil Recuerdos» de Reyes Huertas resultó complicado. El toro que abría el lote de Fabián Barba lo puso difícil por su embestida severa. El joven matador hidrocálido tiró de raza y mostró la madurez de un oficio sin concesiones. A derechas construyó un par de series muy jaleadas. La lidia del tercero también estuvo condicionada por el inoportuno viento.
Fabián Barba ante “Rey de Chocolate” lo hizo todo a favor de su astado. El sexto de embestida irregular durante la lidia se encontró con un diestro que le exigió mucho por abajo para corregir esa informalidad. Fabián Barba estuvo lúcido de mente ante uno que poco a poco fue acortando el viaje y revolviéndose al final del corto viaje. Otra vez el viento se manifestó con imprudencia pero la capacidad de Fabián pudo con todo. Destacó el toreo al natural por trazo y recorrido. Un faena silenciada por el tendido pero reconocida por profesionales.
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