Jesús Ramírez "El Tato"
Ayer fue una tarde para la exhibición de la silletería
que colocara en la plaza una empresa cervecera. No entran en mis calculos
cuantos aficionados estaban en el coso, eso lo sabrá la empresa, pero era
triste ver la cincuentenaria plaza así, tan descubierta en una tarde al
principio entoldada y luego con sol reluciente.
Lo que si hubo fue toros de Juan Campolargo bien
presentados, musculados, variopintos y con diversos matices de bravura y
mansedumbre, negros y castaños en el tipo de la casa, dos con armadura alta,
dos encastados y entrando bien a las monturas y peleando, aunque luego se
rajaran o buscaran tablas, con la excepcion del cuarto que desorejó Mary Paz
Vega al que le dieron lenta vuelta al ruedo. De todo hubo para entretener a los
aficionados que se sintieron a gusto porque toros sí hubo.
EN PLURAL LAS
OREJAS PARA MARY PAZ
Varios años sin venir tenia la malagueña Mary
Paz. El machismo torero le da poco cuartel que se limita a su actuación
en la feria de su lar nativo y algunos festejos en México. Por estos
predios desde su debut en Maracay, ha tenido aceptacion bien conquistada,
porque tiene disposición, ganas y siempre demuestra el oficio adquirido. No
queda duda que ayer tuvo una autoridad taurina cooperadora que le ordenó la
música en el que abrió plaza, cuando la española demostro aguante en los
primeros derechazos que no tuvieron continuidad. Tuvo infidelidad con la espada
en varios viajes siendo silenciada.
Pero le toco el toro de la corrida, un precioso
castaño con estampa que se arranco con fuerza permitiendole inspiraciones
capoteras a la verónica y que luego Mary Páz supo llevar en variadas tandas con
la diestra que remataba con el pecho y desplantes con la música nuevamente.
Buena tanda con la izquierda, molinetes ceñidos, pero sin redondear una faena
acorde a la noble condicion de "Tramposo" de 440 kilos. Señaló un
pinchazo antes de la estocada efectiva. El público pido la oreja y afloraron
dos pañuelos en el palco, para conquistar la puerta grande.
UNA OREJA CRISTOBAL
PARDO
Debutaba aqui el colombiano Cistobal Pardo, quien
entró en los carteles una vez que fueron modificados por la empresa ante la
deserción de los coletas hispanos. Torea con cierto gusto con el capote, cumple
el tramite con las banderillas y sabe colocarse en la cara de los astados. Su
primero que recargo en varas, pronto se rajo con la pañosa, y tras algunos
buenos derechazos que le valieron la música mato de espadazos caidos y duo de
descabellos. Con el otro no se dejo ver con capa ni banderillas y con el
toro que busco las tablas, vanos intentos de lucimiento del espigado colombiano
que atizo buen espadazo para recibir una oreja que exhibio en el paseo por la
periferia.
VANEGAS EN BLANCO
César Vanegas que regresaba al coso de Pueblo Nuevo
tuvo el genero menos propicio para recordar su tarde de triunfo con los
Torrestrella. Con el tercero de la tarde que recibio buena vara, llego parado a
la muleta tras el de Seboruco parear con lucimiento. Con estocada
fulminante se lo quito de enfrente. Al sexto le endilgo buenas veronicas y
repitio en el tercio de banderillas cerrando con el par del violin. La
música le acompaño en los primeros derechazos que luego tuvieron continuidad en
tres series con desplantes como colofon ante un toro que puso su mando. De
haber acertado con el acero alguna oreja hubiese ido a sus manos y no el
silencio que le acompañó al retirarse a entregar los trebejos a su mozo de
espadas Martin Ramos.
En las cuadrillas destacaron Jose Linares, Pereira y
Gerson Guerrero en la brega y sobre los montados Rene Quintana, Segundo Salgado
y Carlos Alzate.
Con la noche encima y la deficiente iluminación de
la plaza, salió a hombros Mary Paz Vega que le dio aire triunfal a esta primera
corrida de feria que hoy tendra continuidad con los toros de la familia Molina
para el colombiano Ramses, el español Eduardo Gallo y el criollo Rafael
Orellana
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