lunes, 20 de enero de 2014

JOSÉ MATA: En la Monumental México… Sólido triunfo de Arturo Saldívar

En la Monumental México…
 Sólido triunfo
 de Arturo Saldívar  


Por: José Mata

ARTURO SALDIVAR.. UN TRIUNFO PARA COBRAR


Con una entrada que sube considerablemente con relación al domingo anterior, y rebasa el tercio del aforo de la Monumental Plaza de Toros México, se han lidiado toros de La Joya, impecablemente presentados, resultando mansos y débiles… segundo, tercero y cuarto que fue hasta inválido, teniendo que ser apuntillado tras derrumbarse en la arena y no poderse levantar; bueno aunque mostrando cierta debilidad, resultó el primero y fue ovacionado en su arrastre; muy bueno fue el quinto con arrastre lento, mismo homenaje para el extraordinario sexto que fue desperdiciado sin tasa ni medida. Se regaló un inválido de Vistahermosa, que no sirvió para nada.
Juan Pablo Sánchez: Saludó en el tercio y silencio; silencio en el de regalo.
Arturo Saldívar: Saludó en el tercio y oreja.
Diego Silveti: Pitos y silencio.
Detalles:
El buenazo Gilbert, que ahora presidió el inútil palco de la nula autoridad, siempre tan dadivoso en el otorgamiento de orejas, ahora que el público exigía tras gran faena una, en el primero de Arturo Saldívar, decidió negarla; mucha gente en el tendido, según comentó, parecía que estaba salvaguardando otros intereses de orden dinástico, para no conceder el trofeo conquistado a ley… que su conciencia sea su guía.
Tras estupendos pares han saludado en el tercio Gustavo Campos en el primero y Gabriel Luna en el quinto.
Mención aparte merece el soberbio tercio que brindó Cristhian Sánchez en el sexto, en donde aguantó con firmeza e impuso en todo lo alto los garapullos.
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En mi artículo de opinión, manifesté, que podía afirmar, sin lugar a dudas… Arturo Saldívar es una fuerza lanzada hacia el porvenir; no tuvo que pasar mucho tiempo, para que el propio porvenir indicara que esa fuerza indómita estaba ahí, y que además lo había ungido, merced a sus creaciones, lo que el público ha dado la aprobación a través de su inapelable veredicto.
El señor Saldívar… un torero sobrio, serio, muy seguro de sí mismo, ha salido a demostrar porque es una próxima figura del toreo. Tiene con qué conquistar el reto, y además consolidarse como el mejor.
Dominguito, al que por cierto se le dio poco en varas, lo recibió con una impactante larga de hinojos, para incorporado ofrecer al paladar del diletante taurino, lances suaves que dejaron grata sensación. Brindó al público, y de ahí… de los medios, se fue a las tablas, depositó el brazo izquierdo en el filo de la barrera, para con la mano diestra dar el prólogo con pases por alto que sometieron al astado. Comenzaría la exposición de motivos, y ha sido la derecha en dar el primer paso, y resultaron bien trazados.
Ha dejado naturales, exponiendo, como ocurriría con la siguiente serie, nuevamente con la mano diestra, arriesgando en verdad. Y la complicación del astado provocó que los siguientes naturales, así como las dosantinas que consiguió, resultaran impensables, por la correcta e impactante realización, demostrando el poderío de esa fuerza que le sostiene en su porvenir. Media espada tendida y un soberbio descabello poniendo el pecho por delante y la muleta atrás, ha sido la rúbrica. Vendría la petición, pero el buenazo de Gilbert, decidió no concederla. Entonces el gran público al unísono invitó a Arturo a salir y estando en el tercio, a dar una vuelta, pero no accedió el torero. El pundonor, su respeto y la propia dignidad, le invitaron a guardar prudencia pues su camino está lleno de luz.
- Qué gran faena estructuró Arturo
Enamorado fue el quinto del festejo -segundo de Arturo-, tras el tercio de varas, en el que fue un tanto reticente el toro, apareció un quite por chicuelinas que impactó gratamente.
Y comenzaría a escribir otra gran obra.
Con la decisión que le caracteriza, se fue a los medios, y ahí plantado como una columna griega, sí… sí… como aquellas que sostienen portentosas el templo de Atenea, citó a Enamorado, y se produjeron impactantes péndulos que provocaron el estentóreo ¡olé!
Había dejado perfectamente anunciado, con el contundente prólogo, la luminosa obra que deambula presurosa por su mente y, le lleva a crear su indómito corazón.
Así que con tranquilidad pasmosa, dio paso a la mano derecha, la que acudió no sólo con el temple que habita en él, sino con la armonía y el añorado ritmo que buscan sobre todo los poetas, para producir una primera serie que ha sido el soneto que comenzó a darle sustento, a la gran propuesta, que se estaba concibiendo ante la admiración del fervoroso cónclave allí reunido.
Sí, había que exponer, había que tener aguante y resolver de inmediato, con el fin de otorgarle contenido a las cuestiones de forma, y todas esas posibilidades las posee Arturo. 
Otra gran serie con la mano diestra… el trazo largo y contundente, el fuego de la pasión encendida demostraba el porque lo dionisiaco convive con lo apolíneo, y concede poder avasallador, que conduce a todos a los mágicos caminos de la sublime locura.
Sí, por el lado natural apostó y aguantó, y había viento, pero no le inmutó.
La encastada acometida del toro era atemperada por el poder domeñador del artista, y en cada serie que se sucedió por el lado derecho, en esa lucha implacable por la supremacía, nos recordaba el primer movimiento de la Tercera Sinfonía del egregio Beethoven, en donde no se puede claudicar si se quiere ser el mejor, y Arturo… estaba imponiendo su imperio.
- Arturo Saldívar... una fuerza lanzada hacia el porvenir
Los artistas no pueden rendirse sino proseguir para iluminar al universo… por ello, el incomprender a un artista, es acabar un poco con la humanidad.
Cuando todo parecía escrito, apareció con la derecha, una serie que tuvo mayor continuación con dos interminables circulares, que mostraban al luminoso porvenir, no sólo de Arturo, sino de la propia Fiesta en México.
De esta forma, bajo el sublime estado de gracia… todo ha sido otra cosa.
Y ha sido otra cosa, porque cuando un artista crea… es el centro del universo.
Podíamos decir a plenitud que se estaba cumpliendo esa verdad que da sustento a la Fiesta como arte, al estar presentes en el redondel… 
… el toro auténtico para el torero de verdad.
Era un desquiciamiento total, el público de pié agradeciendo laudatoriamente al artista, quien como epílogo de su creación dejó impactantes bernardinas.
Se esperaba la rubrica para conceder las dos orejas, per un pinchazo se atravesó, y luego los tres cuartos de espada hicieron sucumbir al bravo toro, para que al final, tras el arrastre lento para Enamorado, recibiera merecida oreja Arturo Saldivar, que pasearía ante los vítores del emocionado público.
- Arturo Saldívar... el toro auténtico para el torero de verdad
Juan Pablo Sánchez, tiene un sólido argumento que le sustenta… el temple, además tiene clase y calidad en su expresión, y eso comenzó a enseñar con el que abrió plaza, Flor de Loto, que si bien ha sido flojo, esto es, debilucho, y no peleó en varas, ha tenido virtudes que permitieron ver el toreo bueno, como esas principescas verónicas, que gustaron y mucho en la carta de presentación de Juan Pablo. La faena inteligentemente planteada, para evitar derrumbes del toro, ha sido con pases por alto, y una vez concluidos, decidió llevarse con tirones al toro del tercio a los medios, para ahí comenzar a trazar series suaves y armoniosas con la mano derecha. La segunda con la misma intención, tuvo al final un cambio de mano para dar paso a un natural y luego al de pecho, que consiguió momentos escultóricos realmente interesantes. Así que en definitiva, el torero decidió permitir participar a la mano izquierda, con el fin de conocer plenamente la embestida, y aguantó. Por lo que decidió regresar con la mano compañera de la vida… la derecha, y apareció una trincherilla, y más pases de suave exposición, por el temple siempre implícito en su creación. Ha dejado medio espadazo trasero tendido que fue suficiente, para recibir el reconocimiento del gran público, en el tercio por lo bien expuesto.
- Juan Pablo Sánchez ha estado francamente bien con su primero
Barbabuena ha sido un inválido. Y ante este tipo de ejemplares que no pueden embestir, qué se le va hacer. Qué tenía un remo trasero mal, bueno… se debió haber cambiado por el buenazo en turno, pero como se la pasa comiendo moras, pistaches y pepitorias, según dicen las malas lenguas… pues, propició que las ilusiones del torero por hacer una gran creación, y del público por verla, se estrellaran en el muro infranqueable de la incomprensión. Hubo inobjetable disposición, hasta que el toro se echó cuán larga es su geografía corpórea y la depositó en la arena de donde ya no se levantaría, y ahí después de tiempo pertinente, fue apuntillado.
¡Qué pena!
Cuando un toro se derrumba… se derrumba la Fiesta Brava.
Alguien mal aconsejó a Juan Pablo para que regalara un toro, y sobre todo, porque el reserva procedía de Vistahermosa, ganadería que tiene más de 20 años de no funcionar; sí, de que todos sus toros se derrumben, por inválidos, y Rompenubes, evidentemente no fue la excepción. Un pinchazo, tres cuartos de espada a toro parado, ha sido suficiente, para poner punto final a esta actuación, pero no para los deseos del torero ni del público que se ha quedado con la ilusión de ver el buen toreo de Juan Pablo Sánchez.
Lo más destacado de la penosa actuación de, Diego Silveti, ha sido ese extraordinario tercio de banderillas que ha protagonizado, Cristhian Sánchez, otorgándole todas las facilidades al bravísimo y encastado toro, aguantando e imponiendo en todo lo alto las banderillas, lo que provocó que la concurrencia se pusiera de pié para ovacionarlo estruendósamente.
Antes y después de esto… la debacle… el diluvio.
Dicen por ahí que le pesa mucho el apellido, si eso fuera verdad… acabaría otorgándole la razón, a quienes piensan que no fue hecho para grandes retos, y por ello, utiliza la personalidad de su siempre bien recordado padre para intentar sobresalir, porque ser él mismo le resulta imposible.
Si bien es cierto que Optimista -su primero- fue un descastado, y a la postre sería pitado, su limitada capacidad para torear, sólo le permite dar derechazos como si estuviera en una arena de box, y naturales sin ton ni son, cuando ante este tipo de ejemplares que se resisten a embestir, existen más formas de imponerse. Por eso mismo, vimos al principio, pases con la mano derecha rápidos sin asentamiento, a velocidad casi de vértigo, y sin terminar el pase, ya que le retiraba la muleta antes de concluirlo. Seguramente si lo hubiera lidiado, la gente habría entendido el esfuerzo, pero así sólo condujo a la aburrición, sobre todo por insistir con algo, que no produciría algún beneficio a su faena. Un pinchazo, media caída trasera tendida, y escucharon pitos toro y torero.
No obstante, lo que ya no tiene justificación ha sido que, Diego, con el extraordinario sexto, lo haya dejado ir.
Un hermoso dije que proviene del famoso encaste del Duque de Veragua, un jabonero sucio, que tuvo cristalinas embestidas, plenas de poder, casta y bravura, y al que no pudo entender ni comprender su torero.
Canta claro, que así se le bautizó al bravo ejemplar, no pudo ser recibido bien… ni siquiera correctamente con la capa. Tras los soberbios pares de Cristhian Sánchez. Vendría la exposición de Diego, así que decidió citar  con la mano derecha de largo, el toro como era de esperarse se arrancó con poderío y emotividad, la casta iba dando poder a la brava acometida y se produjo una primera serie… cumplidora, de más a menos, por la falta del mencionado aguante que hace perder atención entre el respetable. Vino otro cite por el mismo lado a más corta distancia, pero se percibió que faltaba más en su torero.
- Silveti dejó ir un gran toro
Y… otro más, como si estuviera toreando destajo, como si hubiera sido citado al área de albañilería, para poner ladrillos sin sentido. En cada serie acompañaba las dos primeras embestidas, pero la siguiente cuando el toro intentaba pararse y había que tirar de él para darle continuación y ligar las series… no se producía el hecho, por la falta de este tan cacareado aguante. Naturales… sí, también hubo, unos buenos otros regulares y varios más estropeados, pero nada que fuera digno de tan excelente ejemplar.
Hizo uso de los redondos y cambiado de mano, ha sido una faena sin estructura, y sin contenido, por lo que la ausencia de arquitectura fue evidente. Un bajonazo, otro más, y el desinterés absoluto, la total indiferencia de la gente hacia el torero, tras haber sido conscientes del inadmisible desperdicio que había hecho, Diego Silveti, de tan extraordinario toro, al que, eso sí… todo el público exigió el homenaje de la vuelta al ruedo, pero el pichicato del buenazo en turno, sólo le dio un arrastre lento, que ha sido tan mínimo para lo grande que ha sido Canta Claro.
En este contexto, esa luz del entendimiento, al final… volvió a dar luminosidad a ese camino que devolverá grandeza a la Fiesta, cuando en el redondel exista:
El toro auténtico para el torero de verdad.
¡Salud y larga vida al Rey Arturo!
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@PERIODISTAURINO


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