lunes, 20 de enero de 2014

APUNTES DE LUIS CUESTA EN LA PLAZA MÉXICO, UNA TARDE FRÍA Y POLÉMICA

 
ARTURO SALDÍVAR
Una fría tarde y polémica que no tuvo el final feliz esperado por todos, así fue la decimocuarta corrida de la temporada. La tauromaquia mexicana necesitaba que este festejo hubiera acabado con un triunfo histórico, pero este nunca llego.
Como tampoco llego la afición en grandes cantidades, es cierto que ahí estaban los aficionados buenos, siempre esperando una faena inolvidable de esas que te obligan a seguir adelante con la afición a pesar de tantos desalientos; pero no estaban todos, faltaron en mayor numero los espectadores triunfalistas y casuales, que son, al fin y al cabo, los que llenan las plazas.
Ayer la realidad es que la entrada no supero los quince mil espectadores, en una plaza con capacidad para mas de 40 mil.
Se lidiaron seis astados de La Joya (de encaste Parladé, salvo el 3o.) bien presentados, pero con poca fuerza en su conjunto y de juego regular, entre los que destacaron 1º, 5º y 6º, quinto y sexto fueron premiados exageradamente con el arrastre lento. JP Sánchez regalo un astado de VistaHermosa, justo de bravura, desclasado y demasiado débil.
 Luis Cuesta para De SOL y SOMBRA
Cuando el segundo de su lote recibía el arrastre lento, Arturo Saldivar, era la viva imagen de la contradicción; había pinchado una faena de dos orejas, sin embargo el benévolo publico había presionado para que el juez le otorgara una oreja, misma que le concedió tras un pinchazo y una estocada defectuosa.
Una vez mas Saldivar arruino una buena actuacion con la espada, que sin rayar en lo magistral, nos permitio ver a un torero que va madurando y puliendo su concepto en cada tarde.
Todo su quehacer, desde que se abrió de capa con el quinto, estuvo presidido por una sitio envidiable, un alarde de conocimiento de los terrenos del astado y una seguridad que muy pocos toreros tienen en nuestro país.
Sus muletazos tuvieron largura y hondura, impregnados de un valor sin cuento que caló y emocionó a los tendidos. Al final del trasteo, por alto, en un palmo de terreno, volvió loca a la plaza entera.
Así se viene a La México, como ayer lo hizo Arturo Saldivar, con la firme decisión de triunfar. Y algo más: con la voluntad de sobreponerse a las circunstancias de sus oponentes.
Porque triunfó con el quinto, pero en el segundo de la tarde, un animal soso y con el viento en contra, lo termino sometiendo y dominando por el pitón derecho.
Es de agradecer que en estos tiempos donde todos torean siempre al hilo del pitón, no se cruzan en ningún momento y se han olvidado de cargar la suerte; Saldivar haga que brote la intensa emoción con su toreo.
Cerca también estuvo Juan Pablo Sanchez del triunfo con su primero, un astado que resulto noble, pero que acuso debilidad. Sin embargo embestía en cámara lenta y era el toro ideal para que aflorara el temple de Juan Pablo, pero este solo apareció en algunos muletazos sueltos.
Por algunos momentos se le vio con buen gusto, pero eso sí, siempre despegado, sin embraguetarse con los toros, y dando la impresión de que parece empeñado en que las tandas no superen los cuatro pases nunca.
Su segundo en un punto de la faena de muleta se echo al ruedo y tuvo que ser apuntillado ahí mismo.
Regalo un toro impresentable de trapío y muy deslucido de la ganadería Vistahermosa, con el que dejo constancia de su empaque, pero me quedó claro que no es un guerrero de los ruedos y que necesita un cierto tipo de toro para encontrarse mas cómodo.
Aunque en ocasiones como en esta tarde, dejar la pose de “maestrito” y despeinarse (o descararse) con sus toros no le vendría nada mal.
Diego Silveti intentó justificarse con su primero, un toro desclasado y rajado que no le permitió ni componer la figura. Sin embargo Silveti lo exprimió de principio a fin con la muleta, pero todo su quehacer estuvo algo carente de emoción. Pero si no hay toro…
No pudo refrendar sus ilusiones con el sexto, un jabonero con casta y bravura que hizo que un sector del publico se metiera con Silveti, por considerar que el torero guanajuatense no habia estado al nivel del astado de La Joya.
La realidad fue que le instrumento una faena con ciertos altibajos pero en donde hubo muletazos y series de excelente factura y sentimiento.
Si lo llega a matar al primer intento le corta una oreja, misma que hubiera servido para callar esas voces de detractores que le están surgiendo a Silveti en esta plaza y que ayer lo estuvieron hostigando durante toda la tarde.
Al final el milagro de la ilusión, la confianza, la firmeza y el poderío fue lo que le permitió a Saldívar que triunfará, dejándonos la fresca sensación de que es un torero que mejora sensiblemente con el paso del tiempo.
Para los que también resulto una tarde brillante, fue para los de plata, en donde destacaron Gustavo Campos, Gabriel Luna y Cristian Sanchez.
Es lo que digo yo.
Twitter @LuisCuesta_
Foto: Tadeo Alcina.

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