DIEGO SILVETI INCONMENSURABLE EN JURIQUILLA, pero perdió los trofeos por los aceros

Diego Silveti de tu a tu con los maestros

Juriquilla (México). Sebastián Castella cortó la única oreja del festejo celebrado esta noche en la plaza de toros de Juriquilla, donde se lidió una corrida de Montecristo de presentación y juego desiguales. Diego Silvetitambién pudo cortar algún trofeo, pero el fallo con el acero lo impidió. El Juli, que abría el cartel, se estrelló con un lote sin posibilidades.


Sebastián Castella inició elegantemente por verónicas y después un quite por chicuelitas artísticas frente al segundo, con el que se jugó la vida, pues fue un toro que se revolvía muy rápido. Un firme Castella logró emocionar al tendido corriendo la mano con temple. La estocada caída privó al francés de cortar una oreja que el respetable pidió. Ovación. El segundo de su lote fue un toro bravo con calidad con el que el francés firmó una buena faena, aunque por momentos tuvo altibajos. Destacaron algunos muletazos de buen gusto y una estocada bien colocada que fue suficiente para recibir una oreja y palmas en el arrastre al buen ejemplar de Montecristo.


Diego Silveti, que saludó con verónicas a su primero, firmó una faena con personalidad y valor ante un toro que tenía poca fuerza. La mejor tanda fue por naturales y al final bernardinas estando el torero muy quieto, siempre al filo de la navaja. Lamentablemente dejó una media estocada y descabello para recibir palmas. Salió a por todas con el que cerró el festejo: tras un quite escalofriante por gaoneras, Silveti brindó al público una faena que comenzó en los medios y en la que demostró valor y sitio. Obtuvo muletazos de mucho mérito e incluso fue volteado, aunque sin consecuencias. Tras las emocionantes manoletinas del final, la espada le hizo la mala jugada perdiendo los trofeos. Palmas.


El Juli saludó por verónicas al primero, con el que sólo pudo dejar una tanda sobre el derecho, pues el toro se rajó. El madrileño, a base de inteligencia, logró algunos pases de mérito. Tras una estocada suficiente, fue aplaudido. En cuarto lugar se lidió un sobrero con el que El Juli firmó un ajustado quite por chicuelinas. Inició su faena de muleta metiendo al astado al engaño, aunque sólo logró algunos muletazos dadas las condiciones del astado.