¡Qué empaque el de estos toreros! Cagancho al extremo izquierdo, junto a Victoriano de Laserna, y a la derecha de la foto Fermín Espinosa "Armillita Chico" y el orfebre tapatío Pepe Ortíz. Cada nombre en este cartel, un capítulo diferente en la fiesta de los toros.
EL VITO
Una tarde de mayo en Madrid, tuve la fortuna de compartir tendido en Las Ventas con el maestro Fermín Espinosa “Armillita Chico”. El grande de México estuvo en el cartel inaugural de la plaza de toros Monumental de Madrid, y los saludos de los aficionados que le distinguían, saltaban como taritas lo mismo que sus recuerdos.
Aquella tarde se lidiaba una hermosa corrida de toros de Manolo González, un torero sevillano convertido en ganadero. “La giralda vestido de luces” llamó la prensa al gracioso Manolo, un torero de chispazos que fue capaz de encender ardiente pasión en Lola Flores, la Lola de España.
El cartel de toreros anunciaba aquel 12 de mayo en San Isidro a José María Manzanares como padrino de la alternativa de un valor de Valladolid, que venía pidiendo guerra. El toricantano era Manolo Sánchez, con Fernando Cepeda de testigo.
Aquella fue una tarde inolvidable, Manzanares cuajó un toro de Manolo González y abrió la Puerta Grande de Madrid, saliendo a hombros por Alcalá. Con este importante triunfo Manzanares sumaba su cuarta y última salida a hombros de Las Ventas. Lo consiguió de novillero en 1971 y como matador de toros en las ferias de San Isidro del 77 y 78.
Armillita, repito que a mi lado en el tendido de Las Ventas, me confesó “Nunca pensé que se podía torear como he visto esta tarde”
El nombre de Manzanares, torero de grandes gestas en Venezuela, ha vuelto a los titulares de la prensa taurina y las marquesinas del toreo. Su hijo, José María Manzanares, es la máxima figura de la fiesta. El año pasado en Sevilla, indultó un toro. Hecho jamás ocurrido con anterioridad; y este año se alzó, hace pocas semanas, Armillita y Manzanares en dos generaciones
con cuatro orejas. Lleva varios años saliendo a hombros por la Puerta del Príncipe, es, a no dudarlo, el torero de moda en España y en el mundo. Apoteosis personal en un año de crisis económica que –como no – afecta la fiesta de los toros, se ha creado un conflicto entre las figuras de la fiesta y las empresas, se habla y se habla mucho …
Pero Manzanares torea, y torea mucho y muy bien como seguro estoy le habría gustado ver al maestro Armillita.
Recuerdo a Armillita porque el pasado 23 de abril, se recordó el Boicot del Miedo cuando los toreros de España encabezados por Marcial Lalanda y Domingo Ortega conspiraron contra Armillita y provocaron la ruptuira de las relaciones entre México y España en 1936 porque “le quitaba muchas corridas a los españoles” … Y recordándole, estoy seguro, que le habría encantado ver al hijo de Manzanares en Sevilla. Seguro porque el maestro, sobre todo, fue un gran taurino.
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