A HOMBROS DEL PUEBLO y por la Puerta Grande

EL VITO

A hombros del pueblo de Valencia, acompañado por los taurinos que le admiramos, partió la tarde del jueves hacia su última morada Bernardo Valencia.
Bernardo fue eso, torero con sabor a pueblo, no "de pueblo" como pretendían calificarle los eternos descalificadores, porque el barro del que estuvo hecho es de esa arcilla con la que se hacen los ídolos populares. Triunfó en Europa, lo hizo también en México, pero en Venezuela Bernardo Valencia sembró el toreo por cada rincón del país.
Dicen que todo está decidido en esta Viña del Señor, y al parecer la muerte de Bernardo viene a ser un mensaje, un mensaje para aquellos que creen que el toreo como arte y como oficio no sube cerros. Bernardo más bien lo bajó de El Morro, y lo llevó a las cumbres de nuestros empinados Andes y también lo regó por los valles de la Costa y las sabanas de nuestros Llanos. No hay otro, que como él, haya sido más universalmente venezolano
A hombros de su pueblo, del pueblo llano, Bernardo Valencia salió a hombros en Valencia, tras cruzar el umbral de la puerta grande de su plaza, la Monumental que de ahora en adelante se llamará "Plaza Monumental Bernardo Valencia"