martes, 19 de julio de 2011

Entrevista de El Mundo de Madrid a Sergio Flores en el hospital



LUCAS PÉREZ
El Mundo/MADRID




Sergio Flores se recupera satisfactoriamente de la grave cornada de 15 centímetros en el cuello sufrida cuando toreaba de muleta anteanoche en la plaza de las Ventas. El novillero mexicano, sin embargo, pasó la noche con vómitos y fuertes dolores. «Con los calmantes lo aguanto mejor pero de las cuatro cornadas que he recibido en mi vida, con ésta es con la que peor lo estoy pasando», aseguró el joven a EL MUNDO.

Debido a los fuertes dolores que sufría en el pecho en la mañana de ayer, Flores fue sometido a distintas pruebas que determinaron según Antonio Pedrosa, apoderado del novillero, que las molestias se debían «a que le había entrado aire», dijo.

El novillero, que recibió tres herias más en el muslo, escroto y el pene, recuerda perfectamente la cogida. «Yo sólo pensaba en escaparme de allí pero el novillo me atrapaba una y otra vez. Me dio por todos lados y los segundos se hicieron eternos», dice, aunque asegura que no sintió entrar el pitón en el cuello. «Noté un golpe seco pero no pensé que me hubiera atravesado el cuello como me han dicho los médicos», finaliza.

El percance del novillero mexicano había marcado este domingo la novillada en Las Ventas. El mexicano fue cogido por el cuarto novillo de Javier Molina, que le infirió una cornada de 15 centímetros en el cuello, de pronóstico grave, que contusionó la carótida, la tráquea y las venas yugulares. «Ha tenido una suerte tremenda, le entró aire por el cuello y empezó a echar espuma por la boca, lo que asustó mucho a todo el mundo, aseguraba el apoderado del torero Antonio Pedrosa.

Además de la herida del cuello, el parte médico firmado por el doctor Máximo García Padrós aseguraba que Flores sufrió otras tres cornadas más: dos en el muslo de 15 y cinco centímetros y otra en los testículos y el pene. El mexicano fue cogido cuando toreaba en redondo a su segundo, que se lo llevó por delante y lo lanzó sobre la arena, donde le lanzó varios derrotes, uno de ellos le alcanzó el cuello.

Antes, Flores había realizado una faena de menos a más en su primero, muy firme, ratificando las virtudes que ya apuntara en San Isidro. La petición de oreja no fue suficiente y el mexicano se tuvo que conformar con una vuelta al ruedo.

Adolfo Ramos se llevó una tremenda paliza en el segundo, que le levantó por los aires al iniciar la faena. Lo siguió intentando, pero el novillo, que lo volteó de nuevo al entrar a matar, no le dio opción alguna. Dejó muestras de sus buenas maneras frente al quinto, que se vino abajo.

El tercero armó un tremendo revuelo al saltar al callejón con gran limpieza de salida. No corrigió su manso comportamiento en toda la lidia el de Javier Molina, que sin embargo se dejó, lo que aprovechó Luis Gerpe para llegar al tendido a base voluntad. Volvió a poner empeño con el jabonero sexto y fue despedido entre aplausos.

Ante 12.000 personas, se lidiaron novillos de Javier Molina bien presentados y de poco juego. Sergio Flores, vuelta tras petición. Adolfo Ramos, silencio tras aviso, silencio en el que mató por Flores y aplausos tras aviso. Luis Gerpe, vuelta al ruedo y palmas de despedida.
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