Completaba la terna el mexicano Diego Silveti que se estrelló primero con un animal de poca fuerza que pareció lesionado e impidió, con sus continuas claudicaciones, que la faena tomara cuerpo, y después con un ejemplar parado y tardo al que acertó a tomar en corto y tirar de él con temple y aplomo. Sin poder completar una actuación rotunda por la condición del toro, nunca se le vio sufrir delante de la cara de su enemigo y se le vislumbraron personalidad y maneras.
MUNDOTORO
Pamplona (España) No hubo orejas, principalmente por la falta de acierto de los novilleros en la suerte suprema, pero con una novillada de poca raza y deslucida en líneas generales del Marqués de Domecq, Cristian Escribano, Juan del Álamo y Diego Silveti han justificado su presencia en la novillada que abría la Feria de San Fermín así como su condición de novilleros punteros. Más hechos y rodados, las actuaciones de Escribano y Juan del Álamo tuvieron poso y actitud mientras Silveti, con menos novilladas en su haber y con dos animales sin apenas opciones, fue capaz de concentrar la atención del público en el último novillo por su personalidad y relajo manejando los engaños. Si su actitud con los trastos hubiera sido la misma con el acero, el resultado hubiera sido bien diferente.
Plaza de toros de Pamplona. Primer festejo de San Fermín. Más de tras cuartos. Novillos de Marqués de Domecq, el quinto como sobrero, de distintas hechuras y en general de pocas opciones, principalmente por su falta de raza. Cristian Escribano, silencio tras aviso y silencio tras aviso; Juan del Álamo, ovación y silencio tras aviso; Diego Silveti, silencio en ambos
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