A COLOMBO EN ACHO, ERRAR CON LA ESPADA LE CERRÓ LA MERECIDA PUERTA GRANDE 𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐀𝐂𝐇𝐎, 𝐋𝐢𝐦𝐚 𝐏𝐞𝐫ú, 𝐜𝐫ó𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐲 𝐟𝐨𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐌𝐞𝐝𝐫𝐚𝐧𝐨 𝐂𝐡𝐚𝐯𝐚𝐫𝐫í𝐚 /.

 

𝑻𝒓𝒂𝒔𝒑𝒐𝒏𝒆𝒓 𝒂 𝒉𝒐𝒎𝒃𝒓𝒐𝒔 𝒆𝒍 𝒖𝒎𝒃𝒓𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒃𝒊𝒄𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏𝒂𝒓𝒊𝒂 𝒆𝒔 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒑𝒖𝒓𝒂. 𝑪𝒐𝒍𝒐𝒎𝒃𝒐 𝒕𝒆𝒏í𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒊 𝒂𝒔𝒆𝒈𝒖𝒓𝒂𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒃𝒐𝒍𝒆𝒕𝒐 𝒂 𝒍𝒂 𝒈𝒍𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒚 𝒍𝒐 𝒆𝒎𝒃𝒐𝒓𝒓𝒐𝒏ó 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒅𝒂. 𝑬𝒎𝒑𝒆𝒓𝒐, 𝒉𝒊𝒛𝒐 𝒍𝒐 𝒎á𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒕𝒂𝒓𝒅𝒆 𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒔𝒖𝒔 𝒅𝒐𝒔 𝒕𝒐𝒓𝒐𝒔 𝒚 𝒑𝒂𝒔𝒆ó 𝒖𝒏𝒂 𝒐𝒓𝒆𝒋𝒂 𝒅𝒆𝒍 3°. 𝑭𝒆𝒓𝒏𝒂𝒏𝒅𝒐 𝑹𝒐𝒄𝒂 𝑹𝒆𝒚 𝒔𝒆 𝒅𝒊ó 𝒖𝒏 𝒃𝒂ñ𝒐 𝒅𝒆 𝒑𝒐𝒑𝒖𝒍𝒂𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒚 𝒔𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒊𝒅𝒊ó 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒂𝒇𝒊𝒄𝒊ó𝒏 𝒍𝒊𝒎𝒆ñ𝒂. 𝑬𝒔𝒄𝒓𝒊𝒃𝒂𝒏𝒐, 𝒔𝒊𝒏 𝒐𝒑𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒔𝒖 𝒍𝒐𝒕𝒆, 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒉ó 𝒅𝒆 𝒗𝒂𝒄í𝒐. 𝑩𝒖𝒆𝒏𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒅𝒂, 𝒎á𝒔 𝒅𝒆 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒕𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒇𝒐𝒓𝒐, 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒊𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒕𝒐𝒓𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑭𝒆𝒓𝒊𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑺𝒆ñ𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝑴𝒊𝒍𝒂𝒈𝒓𝒐𝒔.

𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐀𝐂𝐇𝐎, 𝐋𝐢𝐦𝐚 𝐏𝐞𝐫ú, 𝐜𝐫ó𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐲 𝐟𝐨𝐭𝐨𝐬

𝐝𝐞 𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐌𝐞𝐝𝐫𝐚𝐧𝐨 𝐂𝐡𝐚𝐯𝐚𝐫𝐫í𝐚 /.

Tarde festiva, con sol tímido e intenso a momentos, empañada por el descontento y la bronca originada por la falta de trapío del 4° bis, que reemplazó al que saltó 3°, un discreto ejemplar de La Viña que algo escurrido de carnes, fue abroncado y en este caso, la medicina fue más grave que la enfermedad.

Cierto, la corrida de don Juan Manuel Roca Rey no estuvo sobrada de trapío ni de raza. Hubo que hollarles los terrenos como al 3° y al 5°, desorejados por Colombo y Roca Rey; pero cierto también que tuvo detractores a priori y la animadversión se hizo patente desde que saltó el primero. El hierro azul y blanco presentó al 1°, 3° y 4° bis y 5°; y La Viña, divisa celeste y blanco, al 2° y 4°, y al buen 6°, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, el mejor de la tarde que ciertamente pudo encumbrar al joven Jesús Enrique Colombo.

Escribano no sólo vino a cumplir. Se esmeró con el que abrió plaza. Toro que se emplazó de salida pero cuando metió la cara propició un ramillete de verónicas que Manuel abrochó con sevillanía.

"Jianense" le rompe la vara a César Caro y se lleva poco castigo. El sevillano invita a banderillear a sus pares, suena la música y los tendidos se aquietan. Pasado el entusiasmo Escribano se centra con el bicho, que no está sobrado de fuerzas ni de raza. El derecho es el mejor pitón. Lo toma por abajo y el torero se siente y trasmite. Hay olés y Acho retumba. Emoción pasajera pero intensa que deviene en silencio cuando se agota el empuje del animal. Se le cuela por el izquierdo y acorta su recorrido. No pasa y Manuel va por la espada. Lo cala y tiene que descabellar. Escucha un aviso.

En el 4° intenta jugársela. Lo espera a portagaiola muy lejos de la puerta de los sustos, pero el viñero no se encela, a más que lo protestan y en su reemplazo saltó el ejemplar que generó bronca y descontento en los tendidos. El animal corretea suelto, tiene poca fuerza pero Escribano insiste en lidiarlo, dibuja tres tandas y presionado por la bronca, lo pincha y pasaporta de media estocada.

El de la Viña que hace 4° es largo y algo basto, pero tiene clase y Fernando Roca Rey, que se despide de Acho, se emplea con el capote. El remate es vistoso y la gente lo jalea. Señala Yaco y los quites son por chicuelinas puro entusiasmo. Es su última tarde en la bicentenaria y Fernando quiere irse en triunfo, se pone de rodillas en el tercio y muletea con la derecha. Hay clamor. La gente está con él y quiere verlo triunfar.

"Campesino" viene templado y tiene ritmo. Es buen toro pero como dicen los toreros, tiene sus teclas. Por el derecho mete la cara y humilla, pero hay que llevarlo toreado, sin tropezarlo. Fernando tiene ímpetu, se entrega pero las series no salen limpias. La gente lo viva, lo acompaña y lo jalea. Se suceden las series, con música, marinera a pedido del diestro, pero la faena no despega. Los enganchones descomponen al toro y por el izquierdo topa, rebrinca y no hay para más.

El 5° "Escondido", se emplaza, es distraído y cuando va, Fernando lo torea por paroncillos, chicuelinas y remata con una media enroscándose el toro a la cintura. Empuja en el caballo y lo castigan. Los quites por caleserinas y saltilleras son vistosos. Invita a banderillear al Loro y Ronald Sánchez. El Loro coloca un buen par, Ronald le camina al toro y no se deja. Se abrazan los tres y agradecen desmonterados la ovación que le prodiga la afición de Lima.

Fernando se coge de la valla e inicia su quehacer sentado en el estribo. El animal responde en las primeras series pero se va quedando corto conforme transcurre la lidia, a más que las tandas, algunas, son tropezadas y el animal lo acusa. El diestro lo cita con la punta de la muleta y el animal listo, lo sorprende con arreoncillos, se le cuela por el izquierdo y la faena cae en la monotonía. Allá arriba, la gente espera y Fernando envasa una estocada que mata y pasea una oreja entre la simpatía desbordante de los tendidos.

Colombo, valgan verdades, salvó la tarde. Vino a triunfar a toda costa, se empleó al cien por cien con sus dos toros, y se ganó a pulso el respeto y reconocimiento de la afición de Lima. El juez le escatimó la música en el 3°, que la merecía, pero la música la puso a sonar el propio torero, con una faena donde todo lo hizo él, con conocimiento y facultades, a un toro de raza medida donde el llanero fue el complemento perfecto.

Punto y aparte la faena al 6°, un buen ejemplar de La Viña de nombre "Algarrobo", que sale suelto y sin emplearse de salida. David de la Barra apenas lo señala y tras ello los quites por zapopinas suben la temperatura de la plaza. Lo banderillea con poderío excelso. Le corre al toro para atrás y tras cuartearlo se impulsa hacia adelante desafiando las leyes de la física, para clavar un par de antología. El toro va a más y desarrolla clase, movilidad y eso que llaman trasmisión.

Colombo lo cita en los medios, el toro acude y le engarza cuatro muletazos limpios y templados. Retumban los olés y suena la música. El toro es de triunfo, tiene chispa y se fija en los medios. Acude presto a los cites y se desplaza con largura. El llanero se regodea toreándolo. Lo cita por detrás, se lo pasa y dibuja cuatro naturales templadisimos que hacen estallar la plaza. De allí para adelante todo fue accesorio, pues lo fundamental ya estaba escrito. Alarga la faena y al parecer, el exceso de confianza, pues Colombo es un gran estoqueador, le impide coronar una faena casi rotunda que le abriría las puertas de la gloria torera.

Tarde de despedidas y homenajes. Los toreros distinguieron al final de la corrida, a Fernando Roca Rey y a Fernando Gonzáles"El Pato", por sus trayectorias como profesionales de la fiesta. Incluso, Fernando Roca Rey fue sacado a hombros como muestra de cariño y respeto de los agremiados.

Bocinazos, descontento y algún extremista que arrojó objetos al albero, entre el entusiasmo y la algarabía que finalmente primó en el ocaso de la tarde.

Ficha. Domingo día 30 de octubre de 2022. Reses de Juan Manuel Roca Rey y La Viña, desiguales de presentación y muy justos de raza. Abroncado el 4° bis por impresentable. Resultado Artístico: MANUEL ESCRIBANO (Gris Claro y Oro) Estocada calada, estocada trasera y desprendida, descabello, palmas tras aviso. Pinchazo y media estocada, silencio y pitos al toro. FERNANDO ROCA REY (Verde y Oro) Media estocada delantera, tres pinchazos, división. Estocada entera desprendida. Oreja. JESÚS COLOMBO (Sangre de Toro y Oro) Estocada en lo alto, oreja. Pinchazo y estocada delanterilla, dos golpes de descabello, vuelta al ruedo.