sábado, 24 de septiembre de 2022

FERIA DE SAN MIGUEL Resaca morantista: Dios da pan a quien no tiene dientes (o los perdió)Por ZABALA DE LA SERNA @zabaladelaserna Sevilla EL MUNDO, Madrd

 Calerito se lleva el mejor lote de Victoriano del Río y corta una oreja en su alternativa; Roca Rey, sin posibilidades; Manzanares, borrado



Fue toda Sevilla un eco morantista, una resaca, un rumor eterno. Por La Flor de Toranzo y Barbiana, por el Donald y el centro, sonaba la misma pregunta: «¿Viste a Morante ayer?». Y la respuesta carecía de palabras con sólo un gesto. De los ojos en blanco. De los dedos indice y corazón girando. De los golpes de pecho. Para el resacón se contaba con el Alka-Seltzer de Roca Rey, que había colgado -¡cómo no!- el perseguido cartel de «no hay billetes» del que es dueño con su llave. Mas Dios escribe el destino con renglones torcidos y da pan a quien no tiene dientes. O los perdió.

La cuestión es que la ganadería del año, la de Victoriano del Río, las más brava y encastada, e incluso remontada de revoluciones, de toda la cabaña, negó a RR la suerte con una bola negra infranqueable. Y eso que saltaron toros importantes, pero ninguno en su papeleta. Uno acobardado, encogido, desbravado; otro con lo justo para regalar lo mínimo antes de rajarse. Imposible ni con el cuido y el temple, los tiempos y el tempo. A aquél lo despenó horriblemente, desesperado; a éste con una estocada de ley. Una ovación no consoló el contrariado gesto del autor de una temporada imparable, de un verano de fuego.

La fortuna correspondió a la ilusión del principiante, al despertar de Calerito en la tarde de su alternativa. Pleno. Le embistieron los dos toros, pero además con la medida exacta, precisa. Y...

Apareció Orador en los albores de la tarde con sus hechuras perfectas, su honda seriedad, para que Juan Pedro Garcia «Calerito» convirtiese su nombre en el dato de Wikipedia de su doctorado. Sacó Orador una embestida en el capote que causó asombro por su definición, tan temprana, por la colocación de su cara, tan abajo, por su planeo, tan curvo y abierto. Tomó el vuelo de las limpias verónicas de Calerito con una categoría superior, marcando su bravo ritmo. Caray con Orador. Qué empuje en el caballo y que manera de apretar en banderillas. Su galope lo lució el recién ascendido de escalafón con generosa distancia y firmeza. Tres tandas vibrantes de derechazos con el toro de Victoriano del Río haciendo lo suyo a la perfección, atemperando el empleo. Para cuando Calerito presentó su izquierda trémula, acusó su notable estilo, el del buen toro, digo, un desgaste quizá anticipado. A falta de ese final, tuvo 30 muletazos categóricos. Una estocada impecable elevó el entusiasmo, que también había bajado, hasta la oreja de rúbrica de la nueva condición: matador de toros.

Fue el último para Calerito el toro de más sostenido son, de serena nobleza, un aire templado. El toricantano cumplió -hoy quién no se sabe el oficio, y Caleriro se lo conoce de ida y vuelta- diciendo poco. Se mostró de nuevo impreciso con su zurda y, ahora, no subió su llano hacer con la espada. El buen Jinetero se arrastró entero.

Mas las exigencias dejémoslas para una figura del toreo consagrada como José María Manzanares, borrado del mapa. Ese nivel de Victoriano del Río que ha hecho de 2022 su año lo sostuvo la casta del segundo toro, algo montado, estrecho de sienes, de una humillación cierta y alto voltaje en su trepidante repetición. A Manzanares no se le vio jamás cómodo. Se juntaron una embestida revolucionada que no acaba de salirse del muletazo con el trazo de JMM que hace imposible que ligue el cuarto. Como si se trajese el toro siempre hacia adentro. Y todo por la mano derecha, que era la del toro. Hasta que encauzó la faena -sin un principio poderoso, más bien de tanteo, as usual- habían pasado cinco series. Entonces sonó la música, muy tarde. Quiso el veterano hacer el esfuerzo de remontar, pero sin gobierno, entre tantas voces, tensiones, trallazos y ese trazo... La espada, que antes tapaba todo, tampoco funcionó. Cayeron dos avisos.

Todo se resume en que torero de Alicante, otrora consentido de Sevilla, no está. Ni se le espera. Annus horribilis que constató un cuarto de muy prometedor inicio que o se vino abajo antes de tiempo o se aburrió (como el resto de la plaza). En cualquiera de los casos, mientras duró, Manzanares anduvo como para que reflexione con honestidad. Pero para eso hace falta parar.

El resacón de Morante acabó siendo un infierno.

Ficha

Plaza de la Maestranza. Sábado, 24 de septiembre de 2022. Segunda de feria. No hay billetes. Toros de Victoriano del Río, serios en sus diferentes hechuras; destacaron 1º, 6º y 2º.

Manzanares, de marino y oro. Media y dos descabellos. Dos avisos (saludos); pinchazo, hondo y varios descabellos. Aviso (silencio).

Roca Rey, de tabaco y oro. Dos pinchazos y bajonazo (silencio); estocada (saludos).

Calerito, de blanco y oro. Estocada (oreja); pinchazo hondo y varios descabellos. Aviso (silencio)

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