Por Luis Ramón Carazo.
El 11 de diciembre de 1972, con la conducción y producción de Julio Téllez haciendo pareja con el inolvidable doctor Pablo Pérez y Fuentes -quién fue juez de plaza en la Plaza México- canal 11 empezó la transmisión del programa de Toros y Toreros, teniendo como padrino de la primera emisión a Pepe Alameda, quién por aquellos años conducía su célebre programa Brindis Taurino, que pasaba por el Canal 4 a las 11 de la noche.
Al siguiente se unieron Luis Carbajo, Paco Hidalgo y José Luis Carazo “Arenero” y dieron cauce lo que hoy en día en su género era el programa de televisión más antiguo en el mundo, dedicado a la fiesta de los toros, mismo que empezó en una época del toreo mexicano en la que predominaban entre otros; Manolo Martínez, Curro Rivera, Eloy Cavazos, Mariano Ramos y Antonio Lomelín.
Coincidentemente por aquella época, Manolo Martínez y sus colegas, decidieron sacar a las cámaras de las plazas -equivocadamente- y se convirtió el programa en conjunto con el ya existente de Brindis Taurino, en ventanas -rendijas- del toreo.
El programa estuvo presente en todo el mundo taurino y representó un hito con la reconocida trayectoria de Julio Téllez, en el largo paso de la emisión en la que varios participamos, incluyendo al que escribe, al lado del licenciado. La aportación fue continuar en la televisión abierta, en formato de programa semanal.
Hace más o menos diez años decidieron las autoridades del canal -no sin polémica-contratar a Heriberto Murrieta y a Rafael Cué, quienes denominaron al programa: Toros, Sol y Sombra. Con ello, engarzaron la presencia del canal cultural del IPN en el toreo, mismo que hace unos días queda ya para la historia, pues el programa fue cancelado, dejando a su productor Pedro Candor y otros participantes de muchos años, como el gran camarógrafo Beto Ávila, sin ese valioso espacio. En lugar de apasionada entrega, como diría Pepe Alameda, hacen la graciosa huida.
Toros y toreros proyectó imágenes de las despedidas de los ruedos de: José Huerta y la de Luis Procuna en los setenta; la cornada gravísima de Borrachón a Manolo Martínez. Entre otras grandes faenas, la de Chucho Solórzano al toro Fedayín, la de Manolo Martínez al toro Amoroso, de San Miguel de Mimihuápam. De memoria recuerdo la gran faena de Paco Camino a Serranito, en Madrid y desde luego las verónicas inmensas de Rafael de Paula, en Vista Alegre en Madrid, en los ochenta del siglo pasado y desde luego, lo acontecido en medio siglo, semanalmente, hasta hace unos días.
Por muchos años fue única alternativa a nivel nacional de televisión abierta -junto a México Bravo que, empezó muchos años después en Canal 40, con Luis Niño de Rivera y Juan Antonio Hernández, conduciendo, que teníamos los taurófilos y en gran parte se debió a la generosidad y arduo trabajo del licenciado Julio Téllez. El licenciado nunca escatimo en ofrecer material histórico de películas desde principios del siglo XX y seguir la actualidad, como lo hicieron posteriormente Heriberto y Rafael al aire, con su sello.
Así las cosas, es claro que nuestro derecho a disentir se ignora y se privilegia las ideas de quienes sumariamente condenan lo que no conocen ni entienden, avasallando la libertad de pensar distinto, de quienes encomiamos al toreo con base en argumentos de diversa índole que, por lo visto no les importan. Allá ellos y su mala cabeza, diría mi abuela, duele ver como se diluye lo que tanto amamos y otros fustigan.
Por otro lado, siempre generoso el toreo, el 21 de agosto en la plaza San Marcos el toreo une a beneficio de Jorge Delgado “Evodio”, quién fuera novillero y luego maestro de las nuevas generaciones, en su natal Aguascalientes. Habrá un festival con la participación de: Israel Téllez, Christian Ortega, Gerardo Adame, Armillita IV, Diego Sánchez y José María Pastor, con novillos de diferentes ganaderías.
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