domingo, 29 de mayo de 2022

Y ROMÁN VOLVIÓ A SONREIR Y A SENTIRSE TORERO or Zabala de la Serna


El valenciano corta una oreja a un gran toro de Algarra y pasea una vuelta al ruedo, ya herido, con el más duro; extraño ambiente en la llamada Corrida de la Juventud

 

Todavía resonaba el eco de la ovación a Román por el recuerdo a su sangre derramada -aquella terrorífica cornada de Santanero, de Baltasar Ibán- cuando apareció un toro de Algarra dibujado por Dios. Tal era su perfección. Fue bravo de principio a fin. O casi. Definidísimo desde los primeros vuelos del capote, entregado en el caballo, esa fijeza siempre, la humillación y la entrega. Román lo sintió tan claro que pronto le ofreció la izquierda, generoso en la distancia. Alternó las manos, encajado y por abajo, largo el muletazo. Cuatro exactas. A la quinta el gran Retozón aflojó, tentado por los adentros. Un cierre vibrante por bernadinas y una estocada -pasada y atravesada- que necesitó del descabello. Alegría grande de Román, por el espadazo -no mataba uno-, la oreja y la vida. Por sentirse de nuevo torero. Y volvió a sonreír.

No volteó la cara Román con el cuarto, un toro en las antípodas de Retozón, por hechuras -tan abierto de cara- y por comportanmiento -tan duro, siempre por dentro-. Verdaderamente firme el valenciano con los pitonazos. Hasta que a últimas, sufrió una voltereta, muy seca y muy certera: la sangre, otra vez, brotó pronto del gemelo, oscureciendo de rojo el rosa de la media. Aguantó en pie como un titán, cobró una estocada -suelta- y se desató la petición de oreja. No la atendió el palco. Cuando se disponía a saludar o a emprender la vuelta al ruedo, apareció por la puerta de la enfermería en inadecuado momento Gonzalo Caballero, que volvía de revisarse la rodilla. Entonces un grupo de idiotas, agitando banderas del Atleti, empezó a corear cánticos inoportunos hacia el héroe del Frente. Román alucinaba. Pero paseó su vuelta al ruedo con hombría y se metió por el incierto túnel del quirófano.

[La llamada Corrida de la Juventud parecía una jornada de puertas abiertas... Gonzalo Caballero mueve mucha parroquia y no poco incondicional. Ya sólo les falta un manual de comportamiento].

A Caballero precisamente lo había cogido su primer toro para matarlo, con toda la fuerza de salida. Se le vino por dentro y le propinó una paliza terrible, allí contra las tablas. Un milagro. Carecía de todo el de Algarra -celo, fijeza, ganas-, menos de mala leche por el izquierdo, con el sónar siempre encendido desde el percance. El líder juvenil se recuperó -ya dolido de la rodilla- y manejó la situación sin aprietos, mano diestra y distancia para aprovechar la inercia. La espada afeó todo. Como también en el quinto, con los fantasmas que pasan por su cabeza. Ofreció opciones el muy manejable penúltimo toro de Algarra [la corrida pasó el examen con más nota de la que se sintió en la plaza]. GC tendrá seguidores y partidarios pero por otros motivos a los puramente toreros.

Salió el hechurado tercero templado, derrochando clase, presagiando un contado poder. David de Miranda lo meció a la verónica. Lo midió en el caballo y luego inició faena con unos estatutarios poco convenientes. Al toro, necesitado de mimos, no le sentó bien aquello. Su calidad, resentida, decía poco en las manos voluntariosas de Miranda. Que cerró por bernadinas. Prólogo y epílogo por alto. No sé.

También inició con pases poco propicios -por cambiados- para que el sexto desarrollase lo que apuntaba. Se fue apagando, pero dejó estar.

Caballero abandonó LasVentas entre gritos de aliento, banderas y camisetas atléticas. Lo que no veamos ya en esta plaza. Unos días Benidorm, otros el Wanda.

Parte facultativo: «Román sufre una cornada en el tercio medio de la pierna derecha de15 centímetros que causa destrozo en el gemelo interno. Pronóstico reservado».

Ficha


Las Ventas. Sábado, 28 de mayo de 2022. Vigésima primera de feria. Tres cuartos. Toros de Algarra, todos cinqueños; muy bueno el 1º; de clase y contado poder el 3º; a menos el 6º; duro el 4º; manejable el 5º; malo el 2º.

Román, de corinto y oro. Estocada trasera atravesada y descabello. Aviso (oreja). En el cuarto, estocada suelta (petición y vuelta).

Gonzalo Caballero, de gris perla y oro. Estocada que hace guardia, estocada suelta y dos descabellos (silencio). En el quinto, tres pinchazos y descabello. Aviso (silencio).

David de Miranda, de azul pavo y oro. Pinchazo y media (silencio). En el sexto, pinchazo y estocada baja. Aviso (silencio).

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