Por Carlos Ilián.
Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Miguel Báez «Litri», una de las grandes figuras de la década de los años 50 que junto a Julio Aparicioformaron una pareja de novilleros que hizo historia. El nombre de Litri también va unido a los de Antoñete, Antonio Ordóñez, César Girón, Manolo Vázquez, Jumillano, José María Martorell, Carlos Corpas, Dámaso Gómez, Pedrés, Juan Posada y tantos de una generación extraordinaria. Litri impuso una personalidad y un valor por encima de exigencias artísticas. Por eso y su profesionalidad extraordinaria se mantuvo arriba muchos años hasta su retirada mediada la década de los 60. Con él se va pues ya casi toda una gran época de la fiesta.
Seguramente que muchos de los que este jueves llenaron la plaza de Madrid ni sabían quien era Litri, a no ser que lo ligaran al nombre de su hijo, que además de actuar mucho en los 90 también es un personaje mediático. Como mediáticos era muchos de los que este jueves casi enloquecen porque Roca Rey hacía desplantes a una babosa moribunda lidiada en sexto lugar. El peruano, con sus recursos legítimos, o sea el encimismo y una cabeza fría para poder improvisar en la cara del toro, al menos rescató una tarde mortecina. En esa faena al sexto, aprovechó la movilidad del pobre toro para ligar algunos muletazos templados por el pitón derecho. El resto, está dicho, recursos y desplantes para la galería, una galería que en estos tiempos es capaz de regalar una puerta grande por unas bernardinas y un espadazo, como hemos visto en Sevilla.
El resto de la infumable tarde transcurrió entre un Manzanares enredado con su lote, sin cargar nunca, nunca, la suerte y muy desdibujado y un muchacho de nombre Fernando Adrián que confirmó la alternativa dejándose ir el único toro que se empleó en la muleta, el de su confirmación. Ah, una más de esas dichosas confirmaciones para que los niños mimados no vayan abriendo la tarde. Y es que uno de esos «niños», Manzanares, ya se ha hecho mayor. Que le vamos a hacer. Adrián, por su parte, se esfumó en el quinto. Muletazos de plaza de talanqueras y menos mal que liquidó aquello con rapidez.
Plaza de Madrid. Duodécima corrida. Lleno. Toros de Victoriano del Río (4), con más pitones que trapío, de embestidas moruchonas, muy lejos del estilo de esta ganadería, aunque se movieron sin terminar de emplearse. José María Manzanares (3), de azul y oro. Dos pinchazos y estocada (silencio). Estocada (silencio). Fernando Adrián (2), de grana y oro. Bajonazo (saludos). Estocada caída (silencio). Roca Rey (5), de azul pavo y oro. Bajonazo (silencio). Pinchazo hondo y tres descabellos (saludos)
El cartel de hoy
Toros de Garcigrande para El Juli, Alejandro Talavante y Tomás Rufo.
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