PLANETA TORO –
México ,
El autor de este texto, Carlos Castañeda, es un profundo conocedor del toro de lidia. Su libro sobre la ganadería de Piedras Negras se ha convertido en un clásico de la literatura mexicana dedicada a la tauromaquia. Con el presente articulo, sobre la prestigiosa ganadería de Antonio de Haro, damos la bienvenida en entretoros.com a tan prestigiosa pluma taurina.
EL MUNDO AL REVÉS.
La capacidad de evolución de cualquier sociedad lleva asociada la movilidad. Toro y torero son por definición una sociedad en movimiento. Unión de voluntades reunidas en una lucha entre cabales ajustada a normas que han mutado en el tiempo. Así ha sido por siglos.
El sábado pasado en la ciudad de Puebla de los Ángeles, México, se dio un festejo con novillos de la ganadería de De Haro. Un encierro de seis cárdenos claros típicos de esa casa.
De Haro es una ganadería con personalidad definida. Casa madre, hija de casas madres. Enclavada en las tierras donde se fundaron Piedras Negras y La Laguna hace ya más de 150 años, mantiene en su sangre y en sus colores el concepto González: la bravura como condición necesaria. Emoción al tendido, exigencia al torero. Casta, nobleza y entrega en la mayoría de las tardes, prodigan en las arenas los toros de plata, en cuyos lomos ondea orgullosamente la tabaco y oro, divisa de esta casa.
El encierro de la novillada en Puebla fue de excepción. Tengo el convencimiento que, en las ganaderías de primer nivel, un tercio de los toros lidiados cumplen con honradez lo que busca el ganadero. Hay tardes en que esta tercera parte se junta y se brinda un resultado privilegiado. Este fue el caso.
Seis novillos con entrega, con emoción, con el movimiento rítmico que permitía crear plástica. Astados con misterio evidente. ¿Qué resultó?: lo que sucede cuando no hay conjunción. Cuando no hay concierto. Si se desalinean los incentivos no hay resultado posible. No hay sociedad en movimiento.
La dureza de las ganaderías emana de la forma en que se torean, no es una condición endógena. La incapacidad derivada de la inexperiencia de los jóvenes o de la ineptitud de veteranos que se repiten sin razón tarde tras tarde, logran que toros cuya condición nata emana de la casta, obtengan calificativos que, si fueran lidiados por otras manos, serían totalmente opuestos. El mundo al revés. Me vienen a la mente dos toros: “Juncal” de Cebada Gago lidiado por Pepín Liria en Zaragoza y “Lironcito”, de Valdefresno, en Madrid que tocó en suerte a Enrique Ponce. Ambos toros se hubieran ido inéditos en otras manos. Como se han ido muchos.
La destreza del diestro, de ahí el sustantivo, condiciona sin duda el desempeño del toro. Mientras mayor sea esta, el peligro intrínseco del toro en la lidia se integra de forma positiva al resultado. En sentido inverso, se van creando famas injustas a ganaderías que lo que tienen es bravura. Y se van marginando.
Sumemos a la inexperiencia de los jóvenes del sábado en Puebla otro común denominador de ineficiencia que se repite con mucha frecuencia al menos en México: las infames lidias de los toreros de plata y de a caballo.
Pareciera ser que el solo anuncio del nombre de estas casas predispone a estos profesionales. El uso de puyas antirreglamentarias y el abusivo exceso con el que se castiga a los toros es inexplicable. Ojalá algún día se dieran cuenta que es lo que están arriesgando.
Pues con ese castigo innecesario, una lidia fuera de tono y la natural inexperiencia de los seis actuantes, De Haro triunfó. Como en muchas tardes desde su fundación en 1966 y con mucha frecuencia en los últimos años. Sin embargo, los carteles con las figuras se dejaron de colgar en esta casa cuando el toro mexicano dejo de figurar en Sudamérica. México y Guadalajara eran los únicos escaparates fuera del ámbito local. Por el momento no están, lo que sí está es el gran momento de esta ganadería llevada desde 2008 por Antonio De Haro González. Estoy seguro de lo que veríamos si diestros que no se acercan a estos grises lo hicieran. Lo vivimos con los buenos toreros de la tierra, lo gozaríamos más con la diversa baraja de toreros que hay, aquí y allá. Sin embargo, el mundo está al revés. Y no hay visos de cambio.
Carlos Castañeda Gómez del Campo.
9 de abril 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario