Con treinta minutos de demora debido a un nuevo aguacero se inició el penúltimo festejo en Manizales. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Jaime Ostos, fallecido a primera hora de la mañana en Bogotá.
Distraído y complicado el primero, que no permitió ningún lucimiento al nacional Luis Miguel Castrillón. No hubo manifestaciones tras concluir su labor.
El castaño segundo, noble y tardo, se quedó algo corto. Juan Ortega destacó en pases aislados, de uno en uno, especialmente sobre la mano izquierda, así como en un par de ayudados por alto que fueron auténticas pinturas. Fue aplaudido.
Extraordinaria faena de Roca Rey al tercero, un notable toro de Juan Bernardo Caicedo, sobre todo muy noble. Ya con el capote se veía venir algo grande, y el peruano lo materializó en la faena de muleta que manufacturó de modo templado, despacioso, con mucha entrega y mucho ajuste. Después de una gran estocada paseó las dos orejas
El cuarto fue otro castaño que manseó en los primeros tercios y llegó muy reservón al último tercio. Castrillón lo intentó sobre el pitón derecho antes de darle muerte, vistas las nulas opciones de éxito.
Muy ofensivo el castaño oscuro que hizo quinto, pero lamentablemente de muy poco juego. No tuvo suerte Juan Ortega en su debut de luces en Colombia.
Cerró plaza otro toro de muy buenas hechuras y escaso juego, muy parado, un inconveniente que no importó a Roca Rey, que muy convencido y seguro se metió entre los pitones para sacarle partido, toreando además despacio y muy reunido. Le arrancó una oreja de figura del toreo.
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