LEONARDO BENÍTEZ, imagen del venezolano en la tauromaquia
Unidad e identidad son dos palabras mágicas, las que mezcladas en los carteles de toros convierten nuestra tauromaquia en vencedora ante el reto que tenemos los taurinos en Venezuela. Necesitamos unirnos para rescatar la fiesta de los toros, y sacarla del hoyo en el que las circunstancias hundieron nuestra tauromaquia.
Lo foráneo, aunque admirado, no tiene la la fuerza que se necesita para arrancar en la lucha que significa el rescate.
Los toreros de más allá, admirados ala distancia, lo que también sucede con los toros que no son de aquí, sin mucho esfuerzo podemos disfrutarlos de su calidad a través del complejo universo telemático.
Sin embargo, le aseguro amable lector, no es lo mismo el goce, el orgullo y la ilusión que surge entre los nombres de nuestras ganaderías y de nuestros toreros. Los que unidos por la capacidad de promoción, cuando así lo proponen y disponen creativas empresas emocionarían y estimularían a la afición taurina como esperamos le entusiasmen el mezclar identidad y unidad.
JESÚS ENRIQUE COLOMBO despertó pasiones en Madrid, por triunfador.Lograrlo puede ser, en estos momentos cuando la angustia se mezcla con la esperanza, ordenando los carteles con los nombres que nos pertenecen; las divisas de nuestras ganaderías, y el nombre de nuestros toreros.
Como en sus tiempos lo hicieron Sananes y el Negro Mendoza, El Diamante Negro y los Girón.
Igual que las divisas de Los Aránguez, Rancho Grande, El Prado, Campolargo, San Antonio ... que sostienen el peso y responsabilidad de la cabaña brava.
Hoy Venezuela vive la integridad de Jesús Enrique Colombo, en camino de su consagración; y espera el regreso de Leonardo Benítez, como el torero que en su entrega con sus triunfos en el exterior ha izado la bandera taurina colocándo nuestra fiestas, nuestros toros y toreros donde lo hicieron Sananes, el Diamante Negro y los Girón.
No lo olviden, y es lo que la afición espera: está en medio de nuestras atribulaciones que nazca la solución absolutamente criolla, venezolana, de toros y de toreros para salir del vacío. Y como solución solo hay un camino: el sendero que espera el pueblo taurino, la unidad e identidad para que rescataremos nuestra fiesta los venezolanos.
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