La historia del joven David Osorio es digna de ser contada, pues es un relato lleno de afición, amor y entrega por la fiesta de los toros. Desde niño sintió la inquietud taurina gracias a su tío Enrique Torres, buen novillero y luego banderillero, afición que también sintieron su hermano Óscar Pérez y su primo Javier Torres.
Tras las primeras enseñanzas básicas aprendidas en familia a los 12 años de edad se apuntó en la Escuela Taurina "Humberto Álvarez", a esa misma edad toreó por primera vez. A los 15 años se vistió de luces en Mérida y comenzó el rodaje sin picadores en una serie de novilladas que organizó la escuela. Viajó a Perú a continuar su formación y allí debutó con picadores. En ruedos peruanos y aquí ha dejado constancia de sus buenas maneras. Pero David es un hombre inquieto y aparte de querer ser torero se inició en la sastrería taurina casi sin querer. Tras comenzar con la confección de bolsos para los trastos de torear, una petición del matador de toros Alexander Guillén abrió la puerta. El diestro le encargó un traje corto por si era capaz de hacerlo, David tomó el reto, investigó y estudió, hizo el vestido y quedó bien, por lo que amplió su cartera de pedidos a novilleros, matadores y banderilleros, haciendo también capotes, muletas para pasar a los vestidos de luces. Desarmando sus propios trajes,buscando patrones hizo el primero, blanco, para Alexander Guillén pero por diferentes motivos el matador no lo usó y llegó a Perú.
Hizo tres vestidos para su uso personal y un negro y azabache de nuevo para Guillén, que lo estrenó en La Grita. Ahora David tiene varios encargos de trajes de luces, hace monteras y añadidos.Tiene su propio taller en casa y es ahí donde los toreros acuden a tomarse medidas y hacer encargos. Los materiales los consigue en Venezuela pero también encarga en Colombia y Perú planeando usar en un futuro materia prima española, para consolidar su sastrería, única en Venezuela. David Osorio es sin duda uno de esos personajes que engrandecen la fiesta brava, orgullo de Mérida para el mundo.
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