viernes, 3 de diciembre de 2021

MORANTE DE LA PUEBLA: "Estoy en contra de los veterinarios en los reconocimientos. No en contra de la profesión, ni mucho menos. Por GONZALO BIENVENIDA, EL MUND,/ MADRID.

 

Morante, en la Asociación del Toro de Madrid:

 "Es bueno que exista un tendido crítico,

 pero a veces es demasiado cruel en su forma"   

Morante, en la Asociación del Toro de Madrid: "Es bueno que exista un tendido crítico, pero a veces es demasiado cruel en su forma"

Morante de la Puebla ha conseguido algo improbable. Ha convencido a los incrédulos, ha sentado cátedra donde más doctores hay. Su compromiso ha logrado cambiar las tornas. Más allá de su histórica temporada sigue marcando la pauta: se encierra con el 7 en su meca, el restaurante Puerta Grande. Abarrotando el local, rompiendo moldes, dedicándoles tiempo para explicar su arte, su opinión, su visión de la tauromaquia. Y catalogó al tendido sonoro de Madrid así: "Es importante que exista un tendido crítico, es bueno, pero a veces, bajo mi punto de vista es demasiado cruel en su forma. Hace falta este sector aunque a algunos les moleste".

Cuestionado por su reencuentro en Madrid el pasado 12 de octubre, con la gracia propia de su personalidad expresó su satisfacción: "En la última tarde tuve el gusto de no escucharles" refiriéndose a la Asociación El Toro de Madrid que es la plataforma reglada del Tendido 7. Todo un emblema de esta parte de la afición es 'El Rosco' que le reprochó al maestro que su veedor sólo le escoge toros chicos, a lo que el genio de La Puebla le contestó con serenidad que "el tipo de toro de Madrid es el más grande, no podemos pretender que el toro de un pueblo sea igual que el de la capital. Madrid por eso es Madrid, no hay toro más grande que el de Madrid. Sí lo hay más feo, el de Pamplona".

En el restaurante, completamente colmado de aficionados (dada la expectación se tuvo que restringir el acceso exclusivamente a los peñistas), se decía que Morante no se había prodigado mucho en Madrid, a lo que el cigarrero dijo que no era cierto: "Considero que Madrid ha sido un talismán en mi carrera, los triunfos aquí dan un crédito mayor porque son los que te etiquetan de figura. Salí a hombros en un festival, lo tengo muy presente. Ha sido una plaza en la que he tenido mucha afinidad. Nunca le he dado la espalda". Además, hasta en dos ocasiones ha realizado el gesto en solitario de torear seis toros en la Catedral del Toreo. Por cierto aclaró que no piensa en este momento torear seis toros ni en la Maestranza ni en Las Ventas. Sobre su ausencia de las temporadas anteriores a la pandemia explicó "dejé de venir a Madrid cuando lo del bombo de Simón Casas. Antes solía anunciarme dos o tres tardes al año".

Otra de las polémicas abordadas fue la del famoso abombamiento del ruedo, que permitía que el agua se escurriera fácilmente para evitar suspensiones y que el toro tuviera cierta ventaja sobre el torero especialmente a la hora de pararlos con el capote. Morante en su día peleó por quitar aquella cuesta (inolvidable la imagen con el pelo alborotado y el chándal de Real Madrid dirigiendo los trabajos de acondicionamiento del ruedo hace unos años). Sobre este punto, declaró que "la cuesta fue un invento de Chopera para que se viera el toro más grande desde el tendido. La cuesta hacía que los toros se tropezaran al salir del caballo. Esto se ha solucionado".

El tercio de varas, tan cuestionado en las corridas de figuras, fue otro punto abordado en la tertulia: "La puya de aquí es grande, con ella no se puede poner a un toro al caballo tres veces porque te quedas sin toro. Muchas veces les pregunto a mis picadores que con lo bien que lo hacen en el campo porqué se pica tan mal en la plaza. No lo entiendo, aun así yo les animo a que se luzcan. A mí el tercio de varas me gusta pero con esta puya es imposible".

Analizó el cambio de rumbo de su carrera. Una revelación de compromiso, con la misma torería y pureza que ha marcado el resto de su carrera. En el toro, una vez más, ha estado la clave como definió él mismo: "Antes buscaba ganaderías que favorecieran hacer mi toreo. Pero después del Covid-19 quería ayudar a esas ganaderías minoritarias, que luchan por mantener encastes. Quería cambiar el ritmo de la misma faena y la misma rutina". Volviendo a Madrid, tras algunos comentarios sobre los bailes de corrales que precede a los días de figuras se pronunció atacando el papel de los veterinarios en los festejos: "Estoy en contra de los veterinarios en los reconocimientos. No en contra de la profesión, ni mucho menos. Pero si hay un presidente que tiene la autoridad para tomar una decisión respecto a la corrida no entiendo por qué tiene que haber un equipo veterinario una vez que se ha visto que el toro está en condiciones de ser lidiado".

Morante de la Puebla estuvo muy paciente toda la noche, ocurrente, sin pelos en la lengua, completamente inmerso en la conversación con los aficionados, que estuvieron acertados en sus planteamientos. Triunfó ante la afición más exigente, les convenció de alguno de sus ideales y les hizo soñar con el 2022: "Ojalá la Puerta Grande llegue el año que viene".

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