Por Jesús Carmona.
Hace meses que nada se sabe de Enrique Ponce (49 años) y su pareja sentimental, la almeriense Ana Soria (22). Ambos tomaron la férrea decisión de abandonar sus redes sociales y el diestro de Chiva anunció su retirada temporal de los toros. Han sido meses de retiro voluntario en su nueva vida en Almería, alejados del foco mediático.
Parecía que la decisión de regresar a los ruedos iba a tardar en producirse, pero ya se ha anunciado: Ponce vuelve a ponerse el traje de luces en 2022. Hizo un parón porque la pandemia dañó al sector taurino y las corridas de toros no le salían rentables, pero poco a poco todo vuelve a la normalidad y el próximo año se activarán las ferias más importantes. Enrique está ilusionado y se entrena a fondo. Ponce retorna «porque es su profesión y porque lo necesita, como todo el mundo. Él se retiró temporalmente y ahora vuelve con esta nueva normalidad», se informa.
Se ha escrito que la economía del torero no está atravesando por su mejor momento y se ha deslizado que esa podría ser la razón de su vuelta al ruedo. Pero su entorno desmiente este extremo, al tiempo que se matiza: «Él ha tenido varios disgustos con sus negocios en el último tiempo, eso es verdad. Y la crisis nos afecta a todos. Se factura menos y ya los cachés de antes no son los de ahora, pero Enrique está tranquilo a nivel económico». Se añade al punto: «Ponce sabe que le queda poco tiempo en la plaza y está planeando su retirada. A su entorno le ha dicho que en este 2022 se corta la coleta». Explica esta fuente que más allá del dinero, Enrique «necesita hacer cosas, es muy activo y hacerse a la vida de Almería no ha sido fácil». Cuando el diestro decidió retirarse temporalmente, Ana Soria respiró tranquila. La joven «lo pasa francamente mal» cuando ha asistido a la plaza. Sufre mucho por su pareja y en alguna ocasión le había aconsejado decir adiós. Eso sí, «entiende las razones de Enrique y sabe que dada su carrera se merece un adiós a su altura».
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