lunes, 29 de noviembre de 2021

DE SOL Y SOMBRA CRÓNICAS Y PERIODISMO TAURINO INDEPENDIENTE Por Luis Cuesta 

 TARDE MÁGICA PARA REJONES EN LA MÉXICO



 

 

Jorge Hernández. Foto la Plaza México.

El llamado arte del rejoneo ha superado las expectativas en el cuarto festejo de reapertura de la Plaza México y ha producido una de las mejores entradas de los últimos años para un festejo de rejones. Previo al festejo se realizaron cómo parte del espectáculo ecuestre anunciado, diversas suertes de doma y charras.

Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.

El festejo de rejones no ha podido ser del todo triunfal por los fallos con los aceros de los rejoneadores, pero sin duda ha sido emocionante. Pero vamos por partes.

Hace tiempo que el rejoneo en México está necesitado de una profunda renovación. Esto a raíz de que durante casi dos décadas Pablo Hermoso de Mendoza bloqueo a prácticamente toda una generación de jóvenes rejoneadores en nuestro país, imponiendo un espectáculo en donde el único rey era el caballo, en detrimento de un toro disminuido y convertido en un cooperador necesario, pero secundario del espectáculo.

Pero ayer se comprobó nuevamente –Gamero ya lo había hecho hace un año frente a Diego Ventura– que en México tenemos una generación de rejoneadores jóvenes y veteranos que pueden ilusionar e incluso convocar público en las plazas, si las empresas les dieran mas oportunidades en sus ferias o temporadas.

Es el caso de Jorge Hernández (17 años de alternativa) que tuvo una actuación muy aseada, más templada y torera que en actuaciones precedentes ante un lote potable. Es un caballero sobrio, elegante y eso hace que en ocasiones le cueste llegar a los tendidos, pero ayer anduvo en estado de gracia especialmente con su segundo en donde arriesgó mucho y dejó un par a dos manos que puso la Plaza México de pie; pero como no mató con precisión -a su segundo lo descordó- se conformó con unos cariñosos aplausos en su segundo y una vuelta al ruedo en su primero.

Subió el nivel Emiliano Gamero, más placeado que sus compañeros, pero esta vez sin la efectividad de otras ocasiones. Clavó a la grupa, como manda el rejoneo moderno, templó muy bien a dos bandas y se lució en banderillas con ambos toros. A su segundo lo corrió de salida con la garrocha emocionando al público presente. Todo lo emborronó con los rejones de muerte, pero a pesar de eso y con un público de dulce, dio dos vueltas al ruedo.

 

Buena entrada.

Se presentaba Fauro Aloí en esta plaza y hay que decirlo tuvo una actuación ilusionante, aunque aún le queda un largo camino por recorrer. Un punto menos espectacular que sus compañeros, también se lució sobradamente y templó con suficiencia en su lote; poniendo banderillas al quiebro muy cerca del toro. También mató mal a sus dos toros, pero hay que señalar que se le vislumbra un gran futuro si consigue mantenerse en esta línea.

Al igual que los caballistas, los Forcados Amadores de México tuvieron una destacada actuación especialmente con el cuarto, al que le realizaron una extraordinaria pega, que le valió a su líder -René Tirado– dar una emotiva vuelta al ruedo.

Los toros de La Estancia fueron parte importante del éxito de las actuaciones de los rejoneadores y es que parecen programados para el éxito; nobilísimos, dóciles, buenas gentes de verdad, algunos con las fuerzas muy justas, otros carentes de fiereza, pero en su mayoría desbordantes de clase para el caballo. Aunque no estaría mal verles un poco más de casta.

Al final del festejo de rejones llegó la segunda parte del espectáculo ecuestre con los caballos de Domecq, bajo un show musical con lásers y fuegos artificiales, que fueron el broche de oro de una tarde mágica.

La Estancia / Hernández, Gamero y Aloí

Toros despuntados para rejoneo de La Estancia, bien presentados, nobles, dóciles y justo de casta.

Jorge Hernández: rejón trasero (vuelta); rejón que descorda (leves palmas).

Emiliano Gamero: rejón trasero (vuelta); rejón trasero y varios descabello (vuelta).

Fauro Aloí: rejón trasero y descabellos en su lote (vuelta en ambos).

Plaza México: Poco más de un tercio de entrada (15 mil espectadores).

Próximo festejo: Domingo 5 de diciembre. Novillada. Novillos de Caparica para José Miguel Arellano, Juan Pedro Llaguno y José Alberto Ortega.

Twitter @LuisCuesta_


ALTERNATIVAVA DE ENCUEÑO

 EN GUADALAJARA 

 


 

 

Héctor Gutiérrez. Foto NTR Toros.

Por Luis Carvajal.

Tercera corrida del serial de aniversario de la Plaza de Toros Nuevo Progreso 2021-2022. Se anunciaba la esperada alternativa de Héctor Gutiérrez teniendo como padrino de lujo a Emilio de Justo que se presentaba en Guadalajara y como testigo a Diego Silveti.

El encierro de Villa Carmela terciado en presentación y de escaso juego casi echaron al traste una tarde de alta expectación que iba a terminar en decepción por la debilidad y falta fuerza de la mayoría de sus toros, sin embargo el hidrocálido Héctor Gutiérrez no permitió que aquel dicho tan taurino se cumpliera y le dio la vuelta a la moneda para triunfar con categoría en el sexto de la tarde.

“Don Clemente” se llamó el toro de su doctorado, un animal serio digno de Guadalajara que acusó falta de fuerzas y por momentos descoordinación en la pata derecha. Humillaba el toro ante el esfuerzo de Gutiérrez pero una y otra vez caía a la arena, consciente de la situación el hidrocálido acortó distancias, sin ahogarlo y poniéndose en el sitio logró a media altura torear con mucho empaque y arrancar los primeros oles de la tarde. Exprimiendo lo poco que tenía el cárdeno oscuro instrumentó series cortas pero intensas, para culminar con un trincherazo que calentó la plaza y de qué manera. No estuvo fino con la espada y el público ocasional le regaló una vuelta al ruedo innecesaria.

Fue con el sexto “Don Pedro” el que le permitió demostrar su evolución como torero y reafirmar el gran futuro que le avecina a Héctor Gutiérrez. Con un público deseoso de triunfo comenzó su actuación lanceando con suavidad y un quite vistoso por saltilleras mostrando el recorrido del burel. Se fue al centro del ruedo con un valor sereno y claridad de mente esperando paciente para ejecutar un péndulo con mucha exposición y pronto recomponiendo la figura ejecutó un molinete de hinojos emocionando al tendido. Lo mejor vino toreando vertical por ambas manos dándole sus tiempos a “Don Pedro” que fue agradecido sin humillar del todo pero obediente a los muletazos toreros que nos regaló Gutiérrez por ambas manos, aunque la muñeca izquierda es de oro puro. Senda de trincherazos para culminar un emocionante trasteo que concluyó con manoletinas de rodillas que terminaron por reventar la plaza. Señaló una estocada un pelín caída con cornada de dos trayectorias en el muslo incluidas, pero ni una sola alma protestó las dos orejas que Alfredo Sahagún sacó de golpe para ver salir en hombros al hidrocálido entre gritos de ¡Torero, Torero!

Que falta nos hacen toreros con su concepto en nuestro limitado escalafón. ¿Cuándo volveremos a ver a este torero? Solo el tiempo lo dirá pero ojalá que las empresas tengan visión para ver la valía que podemos potenciar en Gutiérrez.

La afición tapatía sabrá esperar a Emilio de Justo que sorteo con el peor lote y que a pesar de consentir a sus dos enemigos siempre toreando a media altura y con una labor de enfermero, tuvo el agradecimiento del tendido ante su esforzado trasteo. Con disposición sobrada regaló un sobrero de Guanamé descastado y que repitió la tónica, la poca transmisión y fuerza del mismo le obligaron a abreviar y despedirse sin tener una actuación para el olvido.

Porque para el olvido fue la actuación de Diego Silveti. En el primero de la tarde el público se desconecto por completo por la falta de presencia de su enemigo y con muchas precauciones Silveti le hizo una faena insignificante. Con el segundo de su lote “Moncayo” lanceo con limpieza a la verónica e instrumentó unas bonitas navarras con el capote, sin embargo con la muleta se vio sin recursos ante un toro con mayor movilidad que sus hermanos que jamás pudimos apreciar con claridad. Ya es hora de contar con nuevos bríos en el escalafón, un apellido no puede seguir manteniendo en los carteles a un torero que está más que visto que sus capacidades, son muy limitadas como para pasar al siguiente nivel.

Twitter @luiscarvajal0


¿CÓMO SERÁ SIN MÚSICA Y SIN TRAGOS?

 Como en los medios de comunicación sólo publican resultados, los toreros buscan los resultados al precio que sea, aunque ellos mismos defequen en la fiesta que tanto dicen amar.

Por Jaime Oaxaca

Si usted es observador habrá captado que la mayoría de los premios a los toreros sucede en su segundo toro, en la segunda parte de la lidia.

En muy pocas ocasiones se dan dos orejas, el rabo o se concede un indulto durante los tres primeros toros. El jaleo empieza, dirían los aficionados al fútbol, en el segundo tiempo.

¿Por qué?

Sencillamente porque la bota, la chela la botella de tequesquite u otro menjurje, hacen su efecto en forma paulatina. En la segunda parte ya están entonaditos, con ganas de divertirse, son más generosos,

Muchos toreros lo saben. Conocen al público, se aprovechan de los asistentes incautos, aquellos que no tienen mucho conocimiento taurino, son fácil presa de toreros que saben darles gusto. Lo que en algunas crónicas se dice, “realiza el toreo para arriba o para la galería”.

Consiste en toreo de rodillas o simples rodillazos, molinetes, vueltecitas, arrojar la muleta, desplantes sin autenticidad, ver al público, sonreírle, dar pasitos de baile, entre otras fantochadas.

Para rematar la faena hay que pedir al director de la banda de música “la de acá”, entonces se arma un jaleo fuerte, una pachanga en grado superlativo que termina creyéndose todo mundo. Están tan inmersos en el remolino que son incapaces de percibir que fueron víctima de una vacilada, de una faena inexistente, se sienten contagiados de algo que creen que sucedió. Eso sí, a los 10 minutos que salieron de la plaza se les olvidó la euforia que vivieron.

Los toreros saben perfectamente que le dieron coba a la gente, justo de eso se trata; algunos muy ladinos especializados en torear al público.

La música se utiliza como recurso. Haciendo historia, muchos recordarán que lo primero fue el “Corrido de Monterrey”, melodía que exigía un torero norteño, vaya que la cancioncita la sufrimos mucho tiempo al fin desapareció del mapa taurino. La tonadita, más lo carismático del torero, rindió toneladas de orejas.

Ahora está de moda “La Pelea de Gallos”, a cualquier diestro de Aguas se la tocan y el público enloquece, entra al aro. Por cierto, “el paso doble” es del compositor de origen chileno, Juan S. Garrido.

En Puebla lo vivimos el pasado viernes. En lugar de “La Pelea de Gallos”, acá tenemos “nuestro paso doble”, se llama “Qué Chula es Puebla”, de la autoría del puertorriqueño Rafael Hernández, ni más ni menos que el “Jibarito”.

La interpretación tiene un ritmo contagioso, al público le encanta y gritan olé a todo lo que hagan los toreros. En el sexto, séptimo y octavo, los matadores la pidieron y rindió frutos. Hubo ovaciones, solicitud de orejas y hasta salidas a hombros.

Brevemente le cuento un hecho curioso, el viernes hubo dos bandas de música en El Relicario, cada una se colocó al lado del palco del juez de plaza y alternaron durante los ocho toros.

Regresando al tema, cada ciudad debe tener su cancioncita predilecta, que lo toreros “gentilmente” la piden a los músicos. Cuando menos la plaza México aún está libre de la molesta musiquita.

Qué pasaría, ¿se ha preguntado usted?, en una faena sin música.

Los toreros tendrían que torear al toro, no al público.

La música la usan como distracción al que recurren porque muchas veces no saben qué hacer en el ruedo, porque no tiene recursos. La música evita que la gente capte su incapacidad.

Observe usted que a varios diestros no les gusta el silencio. Quizá porque el público, sin distracción, es observador; se fijaría en el torero, si éste se pasa al toro más cerca o más lejos, dónde se coloca para citar. Podría captar si el toro tiene trapío o no; vería lo que sucede en el ruedo y si le quita usted la cerveza, entonces cuando solicitara las orejas sería por una faena auténtica, en caso de la petición de indulto, sería porque el toro lo merecía.

Pero como los medios de comunicación sólo publican resultados, los toreros buscan los resultados al precio que sea, aunque ellos mismos defequen en la fiesta que tanto dicen amar.

Publicado en E-consulta



 BUEN DEBUT DE ALOI EN LA MÉXICO

 

Por Luis Ramón Carazo.

En la semana las redes de los ortodoxos taurinos echaron humo contra la propuesta de La México, por el cartel de toreros a caballo. Los comentarios iban y venían, se rasgaban las vestiduras y pronosticaban que, el espectáculo de Domecq y la corrida que se presentó el 27 de noviembre de 2021 en La México, estaba condenada al fracaso; y pronosticaron que irían unas cuantas personas, por esta vez, gracias a la promoción, que existe gente para todo -como diría el torero del siglo pasado, El Gallo– los ortodoxos se equivocaron de cabo a rabo, la entrada de público -eso si en general poco asiduo a las novilladas y corridas- fue espectacular.

Los rejoneadores Jorge Hernández GarateEmiliano Gamero y el novillero Fauro Aloi, más, los Forcados Amadores de México, con los toros de La Estancia y el Show Sinfónico de Domecq, mantuvieron más de 5 horas al público cautivo y entretenido.

Desde su presentación en La México el 4 de abril de 1976, los forcados han sido muy atractivos por su arrojo y la secuela que nos dejó el grupo de, Forcados Lusitanos, cuya primera pega corrió a cargo de Pedro Louceiro hijo y en cuyo grupo venía el padre del director técnico de fútbol, Pedro Caixiña, además de cautivar, motivo la proliferación de grupos mexicanos.

El de los Forcados Amadores de México, no defraudó y particularmente en la pega de Rene Tirado en el cuarto astado, el público se conmovió, cuando de gran manera tomó por la encornadura del de La Estancia y realizó una pega extraordinaria, plena de valor y entrega. Todos sus colegas merecen nuestro respeto, son unos valientes.

Al final hubo un detalle de grandeza de Jorge Hernández Garate, al fallar en la suerte suprema, dejó que René en solitario diera la vuelta al ruedo, eso sí, con el tricornio del torero a caballo en la mano. Jorge no quiso acompañar al forcado, entendiendo que el público al que quería homenajear era al forcado y no iba a robarse una vuelta que no correspondía, como luego algunos de sus colegas, sin rubor lo hacen.

Los toros de La Estancia, en cuanto a trapío muy bien presentados, en comportamiento se distinguió, el tercero de la tarde por su emotividad, los demás en general fueron a menos y ese detalle seguramente lo tomara en cuenta su criador, para enmendar la plana.

Fauro Aloi rigurosamente como novillero en corrida mixta debió de abrir y cerrar el festejo, sin embargo, toreo lo mismo que sus compañeros y sorteo, entonces alternó como matador -aunque, aún no tiene la alternativa- otro detalle que a los ortodoxos seguro les hará ruido, mostró cualidades y en su incipiente carrera, sólidos argumentos para transitar en el tiempo con posibilidades de éxito.

Emiliano Gamero y Jorge Hernández Garate, estuvieron por momento brillantes, pero como Fauro, la suerte suprema les privó de trofeos, eso si, las vueltas al ruedo estuvieron al orden del día. Excepto en el cuarto, hubo vuelta al ruedo del torero a caballo con el forcado de cara en cada toro.

Al finalizar el paseíllo, hubo un minuto de aplausos para el ganadero Roberto Gómez y para Beto Preciado, quienes en la Gloria y después de su tránsito por la vida nos dejan el recuerdo de su grandeza, uno en el campo y el otro en el ruedo.

El último toro fue brindado por partida doble a Juan Pablo Baillères Gual, por Fauro y los forcados en reconocimiento a la promoción del toreo, parte de nuestra cultura mexicana.

El domingo 5 de diciembre habrá novillada de Caparica, con José Miguel Arellano, Juan Pedro Llaguno y José Alberto Ortega, un domingo antes de la Corrida Guadalupana del 12 de diciembre, que se antoja para una gran entrada ¡Viva la fiesta!


LA GUADALUPANA REGRESA A LEÓN

 

 

Por Jesús Villalpando.

En una de las fechas y celebraciones más emblemáticas para todo el pueblo mexicano, el coso “La Luz” de León atestiguará nuevamente su tradicional Corrida Guadalupana tras una breve interrupción en el 2020 por la pandemia del COVID-19.

Este próximo sábado 11 de diciembre a partir de las 17:00 horas harán el paseíllo Emiliano Gamero, quien se hará acompañar de los Forcados Amadores de México, así como de los diestros de a pie, el aguascalentense Arturo Macías “El Cejas” y el tlaxcalteca Sergio Flores, para lidiar un encierro de la ganadería de Peñalba.

Hace no mucho tiempo, a inicios de mayo, Macías y Flores compartieron cartel en tierras cuereras dentro del serial “México Busca un Torero”, caso contrario al arte y valentía de Gamero que pocas veces se ha visto en el Bajío.

Cabe destacar que Gamero hizo historia en 2019 al convertirse en el primer rejoneador azteca en indultar un toro en La Monumental Plaza México, aquel burel llevó por nombre “Gaspar” y correspondió al hierro de Vistahermosa.

De acuerdo a la empresa Espectáculos Monterrey (EMSA), el aforo permitido para este festejo será del 70 por ciento, aplicándose las principales medidas sanitarias como lo son el uso obligatorio del cubrebocas, la toma de temperatura corporal y la colocación de gel antibacterial.

La venta de entradas arrancará el miércoles 1 de diciembre en los lugares de tradición y a través del sistema electrónico de Súper Boletos, al igual que en taquillas de la plaza el día de la corrida.

Corrida Guadalupana

Fecha: 11 de Diciembre del 2021
Hora: 17:00
Lugar: Plaza de Toros La Luz
Cartel: Emiliano Gamero, Arturo Macías “El Cejas”, Sergio Flores
Toros: 6 Peñalba 6


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