lunes, 1 de noviembre de 2021

AYER FALLECIÓ EL PROFESOR JOSÉ PEDRO BARNOLA, AMIGO APRECIADO Y MIEMBRO DE VENTAURINOS

 Lamentable noticia de la que fue portador del doctor Eloy Anzola, la mala nueva que informa del fallecimiento de un amigo muy apreciado: José Pedro Barnola. 

Conocí a José Pedro gracias a una reunión que organizó Vicente Carrillo, la primera presencial entre miembros de Ventaurinos: Karl Krispin, Domingo Plaz, Manuel Torres y el anfitrión Carrilllo Batalla que llenaron con su ciudadanía la tarde caraqueña.

Aquella tarde, la que mucho y con gran afecto recordaba José Pedro Barnola, caraqueño ilustre y catedrático en facultades de Derecho, porque él dictó cátedra junto a sus  compañeros del grupo Ventaurinos que le acompañaron hundiéndose  en la profundidad de los recuerdos, en temas  tan diversos como el de los pintores taurinos venezolanos como Tito Salas y el gran Arturo Michelena, laureados escritores como Hemingway, ágrafos de la historia - así lo calificó Jorge Olavarría - como es el caso del doctor Giacopini Zarraga, el universo de los toros y de la política en los escritos de Leoncio Martínez, Arturo Uslar, Miguel Otero, Héctor Mujica que introdujo la Tauromaquia en la Escuela de Comunicación Social en la UCV, hoy conmemorando su 75 aniversario a espaldas de la autonomía universitaria y de los conceptos de libertad, expresados en el libre pensamiento...
Aquella tarde con José Pedro, Toros y Política,  como tema de hombres inteligentes, desnuda de pasión, y vestida de reflexión.
José Pedro, cerrada la rueda por razones recomendadas por la pandemia, entró en corto y por derecho y dijo: "Ha sido una tarde de rabo y orejas, pero debemos repetirla muy pronto porque a los que estamos aquí ya nos tocaron un aviso.

Grata persona, de fácil relato al contar lo vivido.
 Gironista y Ordoñista, pero sobre todas las cosas caraqueño y muy venezolano en sus vivencias y raíces...
Ahora mismo le estará contando al Señor su vida, la vida en la que pesan a su favor muchas virtudes... Se ha ido un adelantado, que nos espere sin cansancio.

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