Juan Pablo Sánchez templando al toro de Jaral de Peñas / Cortesía Ángel Sainos
La atención taurina se centró este sábado nocturno en el coso capitalino, el público respondió y los matadores también, pero el ganado quedó a deber
ADIEL ARMANDO BOLIO
Esperanzadora y emotiva resultó la reapertura de la Monumental Plaza México la noche del reciente sábado 30 de octubre de 2021 con la celebración, por vez primera, de la Corrida de las Luces, tal y como en el mes de agosto de cada año la realiza Huamantla, Tlaxcala, en su coso “La Taurina”, en honor a la Virgen de la Caridad, tocando ahora, en la arena del gran coso de la Avenida de Los Insurgentes, llevar a cabo el paseo del pendón con la imponente imagen de la Virgen del Rosario bajo la impresionante luz que emitían las poco más de 20 luces de vela que, traducidos en aficionados registraron una gran entrada en el enorme embudo taurómaco de la colonia Noche Buena.
Ya en el festejo fue por demás meritoria y torera la actuación de los seis matadores con seis toros de varias ganaderías, siendo al final de cuentas el triunfador, al cortar la única oreja del esperado festejo y haciendo historia, el espada aquicalidense Juan Pablo Sánchez, quien con el ejemplar de Jaral de Peñas logró una brillante conjunción para realizar su personal toreo acompasado y ralentizado.
Cerca igualmente estuvo del triunfo el mexiquense Ernesto Javier “Calita” con el ejemplar de La Joya, llegando a tener pasajes de verdad vibrantes.
El primer diestro en el cartel fue el tlaxcalteca Uriel Moreno “El Zapata”, con el toro de Rancho Seco, quien vivió momentos de emoción en completo trasteo, sobre todo cuando logró en el segundo tercio su par Monumental.
Por desgracia, el también tlaxcalteca Sergio Flores y el igualmente acalitense Luis David Adame tuvieron que “remar contra corriente” pues el primero simplemente, a pesar del esfuerzo, no tuvo opción con el astado de Los Encinos y, el segundo, no obstante que quitó en collera con Leo Valadez y, que, con la muleta cristalizara muletazos relevantes, la gente no le agradeció nada pues desde inicio protestaron la presencia del burel de José María Arturo Huerta.
Y el otro matador aguascalentense Leo Valadez, con el toro de Pozo Hondo, cuando había mucha esperanza en su juego, no fue así y, el diestro tuvo que esforzarse de verdad sin mucha fortuna.
Es indudable que la atención taurina se centró este reciente sábado nocturno en la Monumental Plaza México, el público respondió y los matadores también, pero el ganado en general si quedó a deber.
Sin embargo, lo importante es que nuestra gran plaza, nuestro baluarte taurino, volvió a abrir sus puertas. Ahora vendrán, a partir del domingo 14 de noviembre, cada semana, dos novilladas, la corrida para rejones, la tercera novillada y el domingo 12 de diciembre la ya tradicional Corrida Guadalupana.
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