“Yo pienso como el ciprés:
la verdad más verdadera es
mantenerse en pie”
(Camarón de la Isla) –
Revista 500 6 Toros 6
Pa’ quienes desde la década de los años cuarenta ya escuchábamos el sigiloso desplazamiento de la gata en el tejado, que era el preámbulo del paseíllo pa’ irse a revolcar igual que siempre lo han hecho, bajo el cobijo de la noche, porque curiosamente las gatas de cuatro patas no gustan de marinbolearse a la luz del día como si lo hacen las felinas de uniforme catafalco y mandil espuma de mar.
Las señoras de golpe de pecho que asistían a una de las dos iglesias vecinas de la Plaza México, no se enteraban de la revolcada de sus micifuzas por estar entregadas al Señor, el resultado de todo ello siempre era el mismo con el soponcio del señor de la casa de algún embarazo, lo cual tampoco tenía nada de extraño en una faena de toma y daca.
Esto del siempre y del no pasa nada nuevo, no siempre es del todo cierto, como lo dejara constatado la venidera novela Bardiana que versa sobre la defunción de La Ladrillera de Guadalupe y el surgimiento, florecimiento, caída y rejuvenecer de la Plaza México y sus anexas, donde las tertulias cobraban vida y pasión en el Café Tupinamba, la Casa de la Bandida, la cantina La Faena, el Frontón México o la Zona Rosa, llevando en acción a un nahualli intemporal, solo decir que la figura del nahual como la de La Llorona están ligadas con la Fiesta Brava, en lo general y en lo particular, con ‘La Barranca del Muerto’, el solar de ‘La Castañeda’ y el ´Barrio de Mixcoac’.
El nahualli es un híbrido, si así se pudiera decir que amalgama o funde a un ser humano y a uno animal que se transforman entre sí de uno a otro, así que estamos refiriéndonos a un fenómeno muy de tomarse en cuenta, al grado de que los nahuallis sean conocidos como los maestros de la transformación o animales sagrados con poderes nocturnos.
El escribano ha buscado la dedicación al estudio, comprensión y análisis de los eventos y sus entornos, que tienen que ver con lo popular de la Fiesta, el no ser un apasionado de ella le ha permitido adentrarse en el tema de una forma más fría, si es que esto cabe o lo permite el tema, el haber usado la palabra fría implica no solapar ni lavar con lejía, lo que no está correcto desde un criterio práctico donde el triunfo, es triunfo y el fracaso, es fracaso, por ahí versaran las letras de lo que hoy en día pa’ sobrevivir debe de estar convertido en espectáculo, lo cual no es nada fácil, pero tampoco imposible, si esto con la Fiesta Nacional que es la charrería lo logró Antonio Aguilar, ¿Por qué la Fiesta de Toros, Toreros y Tendido, no lo podría hacer?
La novela referida que ya está totalmente terminada tiene mucho de crudo, nada de serruchado, salvo lo que así llega a la plaza y de lo desconocido es que brotara el interés como lo es el mismo nahualli que les pega unas barridas a los malandreros que ni una escoba de popotillo lo haría mejor, la novela versa mucho sobre lo popular como lo es la misma Fiesta, la brújula editorial va orientándonos a encontrar caminos que se han perdido y algunos transformado.
Esto de la toreada ya no es de pegar pases solamente, hay que decir y mucho, si estamos hablando ya de un espectáculo, lo primero que se requiere es no pasar desapercibidos de lo físico a los actuantes, ¿Por qué toreros como “El Payo” o Saldívar son recurrentes? Porque tienen personalidad y toreo, se les podría agregar Macías, Morett y Sánchez, de los extremos de madurez y novedad pues “El Zapata” y “El Calita”, ahí hay un cartel pa’ un ‘5 de Febrero’ o un ‘Estoque de oro’ claro que hay muchos más, pero carecen de uno o de otro de los elementos ya señalados hablando de los convencionales, más no olvidemos los de ‘Buscando un Torero’ y un nombre como Héctor Gabriel Ferrer, por citar alguno.
Aclaro, la novela referida no la estoy publicitando pa’ su venta, por el hecho de que se va a obsequiar, abordara muy al estilo nuestro que es el carente de almidón, coba y tapadera, se ocupa sin entrar a desmenuzar académicamente y con diminutivos a los toreros en dos de quince capítulos: Mexicanos - ‘Los toreros como los chiles no todos pican aunque sean verdes’ - Españoles y Peruano - ‘Pa’ los extranjeros la enchilada completa’.
-Defendamos a la Fiesta de la Cultura y la Tradición-, algún capítulo aborda este tema preguntándose ¿En dónde los toreros y los toros, ponen en el ruedo la cultura?, ésta la ponen extra tablas los periodistas, los escritores, los fotógrafos, los pintores y las aristas convergentes como la música, la poesía y el baile, ¿tradición o costumbrismo? llamémosle como se quiera, pero esto se trata de una Fiesta o hasta puesta en escena, pa’ que luzcan los actuantes al alimón con los Toros Artistas o más correctamente se trata de una Manifestación Popular.
Si decir que el espectáculo anda estancado, y si no preguntémonos ¿Quién va a sustituir a Manolo el de los sombreros? afortunadamente en el tendido está o no sé si ya se palmó “El Profesor”, siempre el saludo de la ‘Porra de Alcohol’ y la de ‘Las Alturas’, en el tendido las estadísticas y el buen juicio siguen siendo potestad de Pedro Pérez y como personaje pintoresco y siempre referente Efrén Pedro Ramos Luna, ¡Vaya par! Que nos dicen que el tendido, es en mucho de simbolismo.
Olvidos frecuentes se dan como los nombres del director de la Banda de Música y de los jueces, en lo femenil tan indispensable en el ornato de la plaza fueron; Conchita la de los claveles, Doña Gloria Rizo La Reina de los toreros, Doña Ma. Guadalupe Gómez Mondragón, La Maestra Lupita insignia de la afición desbordada quien cada domingo comenzaba desde la madrugada a hornear su pan, venderlo y tomar camino desde Ixtlahuaca para estar puntualmente en la Plaza México, se fueron las legendarias señoras y nos dejaron unos socavones que; ¡Qué barbaridad!, y sí, subrayar que desde luego a la plaza asisten damas distinguidísimas ¡Sí! pero no alcanzan el título de personajes, tal vez la última fue Doña Nieves la eterna novia de “El Pana”.
Pero no temblemos como gatos recién revolcados hagámoslo de emoción porque hay claros indicios de cambios que deberán de redituar pa’ bien, como lo fue la campaña ‘Buscando un Torero’, los interesantes programas en línea donde diversos periodistas y algunos comunicólogos mostraron al público la forma en que la Prensa se basa pa’ juzgar la labor de los toreros y cerraremos con la organización de su Día del Niño Taurino.
Sin dejar de señalar que todavía hay mucho de lo mismo de siempre, solo pa’ reforzar les comparto el que el fin de semana en un puesto de revistas antiguas por $20. 00 me dieron la edición 500 de 6 TOROS 6 editada el martes 27 de enero del año 2004, de la cual transcribo el título de algunas de las entregas que ahí aparecen las cuales podrían ser las de siempre;
México en vías de recuperación
Francia, La Fiesta estabilizada
“Caso Ponce” Crisis de Conciencia
El Apoderado, una figura en evolución
Novilladas tiempo de cambio
Escuelas Taurinas
El Reglamento
Toros y Comunicación, En el gueto informativo
Victorino, Ganadero de la Década
Y ya pa’ que me ocupo de quienes se dedican a vetar plumas a sabiendas que ellos podrán escribir alegóricamente, pero nunca volar con las mismas alas, porque pa’ servir a los patrones sean toreros o empresas, tienen que agachar la maceta, lo cual es tan deplorable como escribir de sablazos con la tinta del engaño, que siempre les impedirá ir por el mundo con la cara en alto y lo peor viene cuando a estos entes les da por sentirse el poder tras el trono, lo cual el buen entendedor sabrá que con sus ostentaciones y presunciones, están lindando en la usurpación de funciones.
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