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Antonio García Jiménez (léase Toño Matilla) ha soltado un torpedo a la línea de flotación de la Plaza de Las Ventas (léase Plaza 1) anunciando una feria de San Isidro en Madrid, única entre las de su género. No tanto por la dimensión (once festejos) sino por su emplazamiento: el Palacio Vistalegre. Así lo adelanta el compañero Zabala de la Serna, en el diario El Mundo.
Con este anuncio –todavía es eso: una declaración de intenciones—la Plaza de Las Ventas podría quedarse compuesta y sin novio –el San Isidro taurino— por primera vez en su historia. El “matillazo” contempla once festejos, a celebrar del 13 al 23 de mayo, en los que se acoplan nueve corridas de toros, un festejo de rejones y una novillada con picadores. Los carteles acogen a lo más florido de la torería andante, con las ganaderías más apetitosas para la susodicha grey, lo cual no evitará de ninguna manera las consiguientes pegas a su estructura y consuetudinarias reivindicaciones de ausentes o reticencias por algún presente: falta tal o cual torero, sobra éste o el otro…había que haber contratado otras ganaderías, etcétera. Lo normal en estos casos.
¿Esto supone un directo a la mandíbula de Plaza 1, la llamada primera Plaza del mundo? Pues… según y cómo. El soberbio edificio de Las Ventas del Espíritu Santo está en franca desventaja en este caso, puesto que es un monumento de noventa años de edad que ha quedado obsoleto en lo que a las exigencias de evacuación y barreras arquitectónicas se refiere. Ni don José Espeliú, su arquitecto, ni Joselito el Gallo, su impulsor, pudieron prever que las cosas llegarían tal punto de exigencia para cumplir la legalidad vigente, a casi un siglo de distancia; ni mucho menos que una pandemia arruinaría dos años de vida a los españoles. Para esta plaza de toros, las cosas están así: habría de hacer una obra que permita ajustarse a las exigencias actuales para los escenarios que alberguen espectáculos públicos, a lo que hay que sumar en este momento, las restricciones de aforo que las autoridades sanitarias determinen. Vistalegre, en cambio, cumple –creo-- la normativa de barreras arquitectónicas y espacios de evacuación, así que, con un porcentaje de aforo del 50%, le permite sentar a espectadores alternativos –un asiento vacío entre dos ocupados—sin problemas de distancias de seguridad, algo que Las Ventas no puede cumplir, por la “correlatividad” del espacio, en el que cabe muy justita una almohadilla.
Por tanto, Matilla solo precisará que la Comunidad de Madrid autorice el 50% del aforo para abrir toriles el 13 de mayo –por cierto el día de San Pedro Regalado, patrón de los toreros-- porque las butacas de poliéster –con una vacía entre medias-- permiten cumplir las normas de distancia. Se exigiría, en su caso, mascarilla a los espectadores.
He hablado con Matilla y es optimista de cara al futuro. Todo dependerá, también, del resultado de las elecciones del próximo 4 de mayo en Madrid, pero si, como se prevé, Isabel Díaz Ayuso es elegida para presidir la Comunidad, la proyectada feria de San Isidro de Carabanchel tiene todos los visos de tirar para adelante.
Los carteles tienen un enorme atractivo. A dos tardes, se anuncian Morante de la Puebla, Manzanares, Pablo Aguado, El Juli, Roca Rey y Paco Ureña; y una tarde comparecen Enrique Ponce, López Simón, Juan Ortega, Miguel Ángel Perera, Álvaro Lorenzo, Ginés Marín, Finito de Córdoba, El Fandi, Daniel Luque, Antonio Ferrera, Diego Urdiales, Juan del Álamo, Román y José Garrido. Destacan, los carteles que reúnen a Morante, El Juli y Juan Ortega y el mano a mano entre Roca Rey y Pablo Aguado, con toros de distintas ganaderías. Los hierros ganaderos son: El Pilar, Juan Pedro, Alcurrucén, Fuente Ymbro, García Jiménez, Victoriano del Río, Garcigrande y Adolfo Martín.
La novillada será de El Freixo y actuarán Antonio Grande, Tomás Rufo y Manuel Perera, mientras que en la de rejones participarán Hermoso de Mendoza, padre e hijo, y Lea Vicens.
Ya puestos, el empresario salmantino me adelanta los carteles de la miniferia de San Pedro Regalado en Valladolid. Helos aquí:
Sábado 8 de mayo: Toros de Victoriano del Río, para Morante de la Puebla, Manzanares y Pablo Aguado; domingo 9 de mayo, toros de Garcigrande, para El Juli, El Fandi y Roca Rey.
Así están las cosas, a expensas de que el dichoso COVID huya en desbandada y las Autoridades vuelvan la vista y abran la mano a la fiesta de los toros. Hay que reconocer que Toño Matilla ha jugado sus cartas con sigilo y perspicacia. A nada que la suerte le acompañe, el “matillazo” puede salirle redondo. Ojalá.
Como ven, hoy toca página estrictamente informativa.
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