viernes, 8 de enero de 2021

70 AÑOS DE LA ALTERNAVIDA DE ANTONIO ORDÓÑEZ, INSTIGADOR DE LA MEDALLA AL MÉRITO DE LAS BELLAS ARTES

 

 

Este año se cumplirá el 70 aniversario de la alternativa de uno de los toreros que construyeron una leyenda en vida: el maestro Antonio Ordóñez.

El 28 de junio de 1951 se ‘doctoraba’ en Las Ventas uno de los toreros que más fama y poso internacional y artístico dieron al toreo. Había triunfado como novillero en esa misma plaza y en el mencionado día de junio, en una corrida a beneficio del Montepío de la Policía, fuera de abono, con Aparicio y Litri, una terna entre juvenil y adolescente de toreros de muy diferentes conceptos y estilos, que, sumados, sumaban las querencias de muy distintos públicos y aficionados. La suma de los tres sumaba los deseos del pueblo de la forma más transversal posible.

Más allá de sus cualidades del clasicismo y la liturgia, más allá de dotar al ‘empaque’ como una cualidad descriptiva de hacer el toreo, Ordóñez fue uno de loS grandes embajadores históricos de la fiesta de los toros. Supo unir con natural pegamento el mito de Ronda con su personalidad y estilo propios, logrando una aureola de caché inigualable para el toreo. El toreo era un hito, un suceso y una plaza de toros el palenque más deseado por el cine, el deporte, la política y la cultura.

‘Papá Ernesto’, así llamaba al que fue icono de los escritores, Ernest Hemingway, fue uno de sus seguidores, desembocando trato y amistad en la novela (y película) Fiesta. Pero que alguien de la talla de Orson Welles, el cineasta, actor y guionista más lúcido que haya dado el cine, entabló amistad de proximidad y a través de él llegaban a España para ver toros, escritores y artistas y actores y actrices que deseaban fotografiarse en una barrera de una plaza de toros.

Fue distinguido con un honor impensable para un ciudadano no francés al recibir la Medalla de Legión de Honor de Francia en 1995. Un suceso inaudito que ‘obligó’ al Gobierno de España a comenzar a conceder la Medalla al Mérito de la Bellas Artes. Es decir, que tras el reconocimiento sin complejos del toreo a través del maestro de Ronda por el país de la ‘libertad, igualdad y fraternidad’, en España comenzaron a quitarse complejos institucionales. En 1996 recibía la primera de estas medallas concedidas en España. Francia había forzado este reconocimiento.

No sabemos si este será un año para recordad y hacer homenaje a Antonio Ordóñez, que nació hace 111 años, una cifra mítica. La cuestión está en si el toreo puede hoy recobrar su peso cultural, de icono y referencia, de calidad cultural e histórica. La cuestión está si el toreo puede ser capaz de enfrentarse a la forzosa, interesada y manipulada idea de su decadencia por parte de los que desean llenarla de barro y prejuicio.

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