Encabezar por seis temporadas el escalafón taurino europeo, es mucho más que un récord.
Y si se hace consecutivamente sería una … ¿Proeza?
De las 18 aceptaciones que tiene la sinonimia del lenguaje, en el caso de un torero me quedo con Epopeya.
Es por ello que me atrevo decir que Juan Antonio Ruiz “Espartaco” es el Homero del toreo.
Su trascendencia como figura del toreo fue la de ser el líder de una década, y aunque Juan Antonio Ruiz “Espartaco” tuvo un paso breve por Venezuela su efímera caminata por los caminos de la historia taurina venezolana, tuvo un brillante epílogo: su actuación la tarde de la alternativa de César Vargas Girón el 14 de noviembre de 2004.
Su presentación en ruedos venezolanos fue en 1980 en San Cristóbal. Coincidió el debut de “Espartaco” con la explosión causado por el enfrentamiento entre José María Manzanares y Pedro Gutiérrez Moya. Para la época, la pareja eje de la rueda de las circunstancias en la fiesta universal.
Aquel día será inolvidable para “Espartaco". No podrá olvidar la respuesta del empleado de la gerencia, cuando al solicitar al Gerente del Hotel Tamá de San Cristóbal. Quería retirar un depósito guardado en la Caja de Seguridad, y nada quedaba del dinero del matador porque el Administrador del hotel había hecho mesa limpia con los valores que le dieron en custodia. Sin la ayuda de Pedro Gutiérrez "El Capea" no sabemos qué habría hecho "Espartaco" para salir de San Cristóbal, pues le dejaron limpio de polvo y paja.
Era enero de 1980, comenzaba una temporada en la que el toreo llevaría por los próximos seis años el nombre de su líder, Juan Antonio Ruiz, el Maestro “Espartaco”. El futuro del joven torero de Espartinas había sido cantado en varias oportunidades por Francisco Rivera ,“Paquirri”, que le distinguía entre todos señalándole como su sucesor en el comando de la corte. Sin embargo, nada ocurriría hasta aparecer en la arena de la plaza de la Maestranza de Sevilla el toro “Facultades” de Manolo González.
Hablamos de un acontecimiento ocurrido el 25 de abril de 1985, convertido en un puinto divergente en la vida de este torero sevillano que a pesar de llevar una oreja en la corrida, aquella tarde que triunfaban Emilio Muñoz y Tomás Campuzano, cuando salió el sexto toro no se pressumñia que pudiera ocurrir un cambio en la vida de Juan Antonio.
Habían transcurrido seis temporadas, seis años como matador de toros habiendo toreado en todas las plazas importantes de la geografía taurina, pero poco o nada decía como torero a sus paisanos andaluces. Debió sentirse enterrado a pesar que como señalamos le había cortado una oreja al tercero… hasta que el destino le susurró al oído: este es tu toro, esta tu plaza y hoy tu tarde. No hay duda alguna que el toro fue de gran calidad, pero dudar que "Espartaco" alcanzó la gloria por haberle toreado magistralmente, sería la negación de uno de los triunfos más perfectos logrados sobre el albero de la plaza de Sevilla, a lo largo de su historia. Un triunfo que se convirtió en una marcha triunfal. Una marcha al son de la que recorrería un año tras otro año las plazas más importantes de España , como el líder absoluto del escalafón sin importar el toro o la ganadería.
¡Impresionante!
"Espartaco" y Domingo Ortega lo han logrado en siete temporadas; pero Espartaco el único que lo ha hecho durante siete temporadas consecutivas: de 1985 a la del 1992. Aunque no está en la seguidilla, hay que agregar al mérito la temporada de 1982 .
Sus salidas a hombros por la Puerta del Príncipe en 1986, toros de Nuñez, 1987, toros de Juan Pedro, 1990 toros de Torrealta.
En 1987 alcanzó la cifra de 100 corridas en la temporada, una corrida de Miura en solitario en la Plaza de la Maestranza. Otra, solo en Málaga, con toros de Jandilla en junio del 86 que fue exitosamente televisada.
Como señalamos arriba, Juan Antonio Ruiz Espartaco salió del retiro para darle la alternativa a César Vargas Girón en Valencia. Imaginamos que fue una prueba que él mismo se hizo para ver si regresaba a los ruedos con la intensidad que vivió en su época de figura del toreo.
Otro día le vimos en Colombia, lo encontramos en Medellín en la ganadería de Dayro Chica, donde fuimos con Vicente Lozano y Alberto Lopera Loperita. Espartaco estuvo colosal en el tentadero. Creimos tenía intención por volver porque la señal que recibimos fue de entusiasmo, ya que la entrega que vivía en ese momento era contagiosa y sólo odía predecir su prontoregreso a los ruedos.
No fue así,.Hoy el maestro en su retiro está a una escala muy superior donde le impulsan además de sus notables triunfos como figura del toreo su condición de ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario