lunes, 12 de octubre de 2020

LLEGÓ EL MESÍAS, VUELVEN A ANUNCIAR LAS TROMPETAS CELESTIALES DEL TOREO Por Víctor José López EL VITO

 


Cada año en el toreo nace un Mesías.
 Hará cosa de dos temporadas fue Pablo, ahora es Juan pero antes fue José … 
No, no se trata de apóstoles o de  predicadores. Hablamos de toreros que provocan se rasguen las vestiduras los intransigentes. Con casa lance y en cada pase rugen los tendidos de Sevilla, Madrid, Bilbao y también Linares.
 Fue Aguado, ahora es Ortega y por varias temporadas ha sido Morante aunque el de La Puebla tiene alma de pavesa.
 El Pipo fue el del slogan “Linares nos lo quitó y Linares nos lo devuelve”, refiriéndose a José Fuentes, al que lanzó al mercado taurino si lograr cotizarle. 
Hoy, a los 73 años de la muerte de Manolete, Linares descubre un torero de sentimiento que empuja y pone de lado el favoritismo de Pablo Aguado. 
Se trata de Juan Ortega, torero de sensibilidad, variedad y estética con el capote y con la muleta ofrece suavidad y torería cuando dibuja muy despacio naturales con la mano izquierda. Hablan, dicen y escriben los cronistas, al calificar su toreo de “sevillano, y profundo, armónico y natural”. 
 Provoca calor en el ambiente, tanto que errando y escuchando avisos es capaz de cortar las orejas.

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