lunes, 18 de mayo de 2020

MINOTAURO, UN PERIODICO CON LA MISIÓN DE DEFENDER LOS TOROS Por Víctor José López EL VITO



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Mayo en nuestro recuerdo es una simbiosis de Madrid en San Isidro. La Plaza de Las Ventas y Antonio Chenel Antoñete. Conjunto de la excelencia taurina, atados en nuestra memoria desempolvada en estos días de cuarentena universal, con la telemática afincándose en la arena del toreo, girando sobre sus talones para con generosa amplitud cumplir la misión que el grupo Minotauro le ha asignado a la afición taurina universal.
Ya dejó de ser la época de aquellos guerreros a los que se refiere José Alameda, surgidos de la intención bélica, o de la taurofilia racial que Fernando Villalón advertía vislumbrado que “se cultivaba como entrenamiento para la guerra”. Tampoco son los tiempos de los primitivos Pedro Romero y Costillares en los cuadros del mediodía de Goya.
A los buenos aficionados, como los que hemos descubierto en la tertulia online que dirigen Alfonso Corujo y Antonio Pradel.
Se trata de dos jóvenes y experimentados miembros, de la Peña Antoñete que, abrazados por el éter en el espacio de los tiempos abstractos del absolutismo taurino, reunieron el pasado sábado 18 de mayo al muy conocido periodistapor su diaria actividad en Antena 3, Rubén Amón. El escritor y poeta venezolano, doctor Historia del Arte, Luis Pérez-Oramas, el filólogo Javier García Gibert el infatigable Paco March ex presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya (FETC), cargo que ostentaba desde noviembre de 2014. Antonio Lucas, poeta y periodista que 1996 trabaja en el diario El Mundo donde actualmente es director del suplemento cultural La Esfera de Papel, el mexicano Jorge F. Hernández gran narrador de las cosas del toreo mexicano, ensayista que está en Madrid como candidato al doctorado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid
También fueron convocados Andrés Luque Teruel, doctor en la Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y el Arquitecto malagueño José Morente Director General de Urbanismo en Ayuntamiento de Marbella.
Ellos forman un escuadrón de avanzada en este proyecto para la defensa de la Fiesta. Considerando que ya cumplieron los matadores de toros, desde sus primeros días como primitivos hasta aquellos convertidos en militantes de un senequismo intenso, difícil de comprender.
Ya cumplieron los ganaderos, evolucionado en el arte y en la genética, creando un ser maravilloso, el toro de lidia, reducto de la diversidad biogenética que puede convertirse en complemento a la salvación de la humanidad, en vía de desaparición por la constante y permanente agresión del ecosistema.
Todas estas ideas, expresadas por taurinos vocacionales, serán expresadas con regularidad en el periódico Minotauro, que entre muchas estupendas opiniones, magníficos escritores, cuenta con el criterio de Concha Fernández – Valencia, que en su crónica dice que: 
Antoñete ha pasado a la historia del toreo. Su forma de interpretarlo es hoy ejemplo y estudio para muchos de los novilleros y toreros que empiezan. Siempre recordaremos sus hechuras al abrirse de capa. Pese a la fragilidad de su físico, citaba al toro dejándose ver. Naturales y redondos dibujados con compás, inventando en cada serie, como Velázquez en sus lienzos, creaciones artísticas de tal belleza plástica que se quedan en la retina. Los ayudados por bajo simple y llanamente sublimes.
Dibuja las trincheras, cambios de mano sin aceleramientos. Parando, templando y mandando, por tanto sin correr en cada pase, quedándose colocado. Antoñete es la sencillez, la ligazón, la suavidad, la armonía. La tauromaquia. Su cuadrilla lo mimó y lo cuidó siempre. Martin Recio, Manolo Montoliu.

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