sábado, 11 de enero de 2020

EL JULI A HOMBROS CIERRA LA FERIA DE MANIZALES por Lucas Pérez / El Mundo

Triunfo sin Catedral en el gesto en solitario de El Juli en Manizales

El Juli sale a hombros en el cierre de la Feria en Manizales. EM
El gesto en solitario de El Juli se vivía como un acontecimiento desde varias semanas antes en Manizales, una ciudad inundada de carteles anunciando la "encerrona" del madrileño. En las marquesinas, en los autobuses, en el aeropuerto, en las grandes vías de entrada... Hasta los manteles desechables de los restaurantes de comida rápida se publicitaba la corrida que cerraba tan colosal feria. 
Para Julián, la cita también era especial: su único paseíllo en la temporada americana, la primera vez en solitario con seis toros en América y en una plaza, Manizales, en la que es es rey numérico: 47 orejas en 17 corridas de toros y 14 puertas grandes, con tres indultos incluidos -los tres de Ernesto Gutiérrez- en 2009, 2013 y 2015. Incluido ésta de 2020.
Pero en un espectáculo como el toreo, incluso cuando la expectación es tan alta, cuando la apoteosis parece asegurada, el toro al final es el que manda. Y el toro brilló por su ausencia. Los de Ernesto Gutiérrez, pobres de presencia y carentes de raza, tiraron por tierra casi toda la ilusión generada. La del propio torero y la de la afición, mermados de euforia a la salida pese a las tres orejas finales. 
Se esforzó El Juli, que al recoger la oreja del que hacía cuarto respiró profundo pues la tarde, en contra de lo esperado, estaba siendo complicada. Todo por culpa de los astados de Ernesto Gutiérrez, los que nunca fallan, que apenas habían dado opción por su falta de bravura. 
Este 'Guacamote' portó nobleza y al contrario que sus hermanos, no tuvo tendencia a la huida. Repitió sin más con nobleza, suficiente para un Juli ansioso por colmar las expectativas, que empapó de muleta al toro y despertó a unos tendidos deseosos de triunfo. Justo premio para Juli y excesiva vuelta para un toro que se dejó sin más. 
Ese cuarto fue un pequeño punto de inflexión de la tarde. El madrileño lo intentó todo contra la adversidad. Con el capote estuvo variado: Rogerinas, chicuelinas, zapopinas... y en este penúltimo se lució por navarras, tafalleras, cordobinas.A éste le cuajó la mejor faena. Abandonado en redondo y profundo al natural. Antes de las luquecinas finales que tuvieron eco. Dos orejas y un sexto por delante para decantar el gesto. 
Pero el que cerró festejo tampoco respondió. Cogió los palos El Juli por aclamación general pero ni por esas logró caldear un ambiente a menos, condicionado por la mansa condición del toro. Tras la ovación, El Juli salió a hombros por la puerta grande. La sexta de la Feria, pero que no le sirvió para llevarse la Catedral al triunfador, que fue a parar a manos de un Sebastián Castella que prolonga su idilio con esta plaza. 

FICHA DEL FESTEJO


Monumental de Manizales. Sábado 11 de enero de 2020. Última de Feria. Lleno de 'no hay billetes'. Toros de Ernesto Gutiérrez, terciados y pobres de cara, de juego deslucido; manso y aquerenciado el 1; noble el 2; sin fuerza el 3; obediente el 4, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre; manejable el 5, que se rajó; desrazado el 6. 
El Juli, como único espada, de grana y oro con bordados en marino y fucsia. En el primero, estocada (silencio); en el segundo, dos pinchazos y estocada (silencio); en el tercero, pinchazo y estocada (silencio); en el cuarto, pinchazo, estocada y descabello (oreja); en el quinto, estocada (dos orejas); en el sexto, pinchazo, estocada descabello (ovación). Salió a hombros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario