ROVIRA Y ARMILLITA, MANO A MANO |
El
domingo Memo Leal entrevistó en la Plaza México a un joven artista que
distinguió como “… es el hijo de Emmanuel”.
Emmanuel,
“El Bola” como le conocemos los taurinos viejos, es hijo de Raúl Acha Rovira un
torero legendario, de personalidad avasallante y quien en vida fue un amigo muy
apreciado.
El
destacar al entrevistado simplemente por ser el hijo de nuestro muy apreciado
Emmanuel ha sido poco generoso por parte de Guillermo Leal, quien estaba en la obligación, por encontrarse
pisando la arena de la Plaza de Toros monumental México de recordar una de las
cientos de hazañas de Rovira, figura del toreo, sembrador de la fiesta de los
toros y un referente cuando de grandes apoderados se hable.
Aquí dejo
unas breves líneas de uno de los muchos capítulos de grandeza escritos por
Raúl, y que con mucho respeto dedico a mi amigo Dick Acha, hermano de Emmanuel
y tío del joven artista que fuera entrevistado por Memo Leal. Eso sí, le pido,
por favor, a Dick le cuente al hijo de Emmanuel quien fue el muy apreciado y recordado
maestro del toreo que fue su admirado abuelo.
ROVIRA Y LOS SEIS TOROS DE MADRID
EL VITO
LA RIVALIDAD CON LUIS MIGUEL EXPLOTA EN LA PLAZA DE ACHO |
Era argentino nacido en Buenos
Aires, hijo de vascos y vivió en Venezuela. Se nacionalizó peruano y en México
se convirtió en apoderado de toreros. Su vida estuvo llena de apasionantes
capítulos, uno de ellos fue su rivalidad con Luis Miguel Dominguín.
Un
día camino a Alicante Rovira leyó en el
tren un reportaje de Capdevila en ABC, en el que se ponderaba el gesto de Luís
Miguel Dominguín que se iba a encerrar con seis toros de Villagodio en Las
Ventas. Capdevila consideraba que el
hecho tendría mucha repercusión, “porque
se hacía abriendo la temporada y porque la largura de Luís Miguel como torero
daba por descontado la variedad del espectáculo”.
Al llegar
a Alicante Rovira llamó a Madrid a su apoderado, para preguntarle si había
leído lo del ABC y Luís Miguel. Le propuso hacer lo mismo: encerrarse con seis
toros, pero antes que Luis Miguel lo hiciera.
Cuentan
que no había toros en el campo bravo español aptos para un gesto como ese en
Madrid y que los únicos toros a los que podían recurrir eran los de la corrida
del Marqués de Albayda. Ganadería del encaste Conde de la Corte, con mucha cara
que es decir con ofensivos pitones.
Aquella
tarde en Alicante Raúl Acha “Rovira” toreaba con Luís Miguel Dominguín. Con la
tarde comenzó la guerra en banderillas, cuando le indicó a Pepe Amorós que
pusiera las banderillas. Amorós era el banderillero de Rovira, que le azuzaba
gritándole: - “Vamos Pepe, enséñale a éste cómo se ponen las banderillas”.
Dominguín, aquella tarde, no se atrevió
colocar un solo par. Rovira se arrimó tanto, y armó tal lío que le cortó la
pata a uno de sus toros. Es famosa la foto de la pata de Alicante, pues
mientras Raúl exhibe el trofeo, Luis Miguel le mira de reojo con marcado coraje
en su enrabietada cara.
Al
terminar la corrida le dijo a su apoderado que le anunciara para matar el
próximo jueves lo seis toros de Albayda que estaban en los corrales de la plaza
de toros de Las Ventas en Madrid.
Rovira
triunfó. Mató los seis toros de seis estocadas. Cortó cuatro orejas y la
multitud lo sacó en hombros desde la plaza de toros por Alcalá y lo llevó hasta
la Calle Princesa. Hasta la casa donde vivían los dominguines.
Fue la
última vez que a un torero lo llevaron a hombros hasta Manuel Becerra, la
rotonda a unas cuadras de Las Ventas, porque desde aquel día las autoridades
madrileñas prohíben sacar a hombros a
los toreros más allá de a glorieta al frente de la Monumental de Las Ventas.
El éxito
de Rovira se convirtió en un punto de comparación, la curiosidad por saber qué
podía hacer Luís Miguel el domingo con seis toros. No estuvo bien Dominguín,
apenas cortó una oreja.
Rovira
fue a la plaza a ver a su rival, pero se salió al tercer toro.
La
rivalidad con el menor de los Dominguín estaba en ebullición. La venganza de
Luís Miguel surgió en la plaza Monumental de
Chacra Ríos en Lima, Perú. Fue
cuando Luis Miguel se le cruzó en un quite. A Rovira. Raúl, enfadado, se fue hacia Luís Miguel y le
abofeteó frente al sorprendido público de Lima. Más tarde ese mismo día, Luís
Miguel envió a su cuadrilla para que le pegaran a Rovira.
Todo
esto, palmo a palmo en el relato me lo comentó en presencia del gran periodista
Memo Salas Raúl una tarde en La Rosa de los Vientos en la Costa Verde, la Playa de Lima. Relataba
cuando contrató a Luís Miguel para su reaparición en Acho.- “ Es un buen gaché – me decía Raúl –lo que sucede es que tiene muchos
cojones. Para contratarle más valía deponer posiciones de orgullo que
cuestiones de dinero.
–Yo tenía las barajas de El Cordobés y Palomo
Linares para jugar, pero al que quería era a Luís Miguel.
-Dominguín
vino a Lima con sus hermanos, junto a Domingo y a Pepe. Recuerdo que cuando nos
vimos no nos saludamos. Dominguito, que era un genio, terció y haciéndose el
pendejo dijo:- ¿Porqué no os dais la mano? Le di a Luís Miguel más dinero que a
nadie; le pagué 20 mil dólares, pero él creía que ganaba igual que Palomo, al
que le cancelé 15 mil. La venganza estuvo en hacerle creer al público que
sustituía a El Cordobés, que no vino a Lima. Para Luís Miguel más valía la
categoría que el dinero. Yo lo sabía. Cómo sería de tío Luís Miguel que le tocó
un toro manso, ilidiable y sin embargo me defendió la corrida arrimándose como
un bárbaro. Ha sido un tío Luís Miguel, no hay duda”.
Rovira se
hizo figura del toreo, y con el reconocimiento de su jerarquía regresó a Lima
para enrostrarle a Fernando Graña y a los señoritos toreros que estuvieron
equivocados al pronosticarle el fracaso. Compitió con Graña como empresario, y
le quitó Acho. Antes que la Beneficencia se decidiera por Rovira, Graña fue a
visitarle. No aceptó la copa que le invitó Raúl; y, sin siquiera sentarse le
amenazó diciéndole que le encontraría
como enemigo a sus aspiraciones. Rovira le respondió “tu sabes que el enemigo soy yo. Si no lo supieras, no hubieras venido.
Lo que me da gusto es que sabes que “ese argentino” sí ha podido ser torero y
sabes que también será empresario de Lima”.
ROVIRA CON EL CHINO BRIONES, TODA UNA ÉPOCA |
Raúl Acha
“Rovira” vivió años en Venezuela. Se hizo novillero en Venezuela, aunque su carrera la proyectó en México. Tomó
la alternativa en Barcelona, de manos de Manolo Escudero. Nacido en Buenos
Aires, Argentina -3 de marzo, 1920- hijo de padres vascuences, se nacionalizó
peruano. Pedro Balañá, le contrató para su alternativa en Barcelona en 1946,
con Escudero, Félix Briones y el navarro Julián Marín. Balañá no se equivocó.
Rovira se consagró en la alternativa y se hizo figura del toreo.
Su vida
estuvo llena de detales como el surgido en su viaje a Alicante, luego de leer
la nota de prensa del ABC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario