Temporada Grande 2018 – 2019
Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA
¡Como han pasado los años! todavía recordamos como si fueran ayer las temporadas de novillero del Payo y de eso ya han pasado más de diez años. Sin ser un hombre mayor en edad, en México es ya uno de los toreros con más veteranía del escalafón.
Diez años que por cierto han sido una montaña rusa con muchas altas y bajas, pero que han marcado su carácter y su toreo.
Cuenta, y no precisamente el Cossío sino un buen aficionado queretano de toda la vida, que al Payo la afición le viene desde que dio sus primeros pasos y que ama su profesión sobre todas las cosas.
Quizás por estas razones y a pesar de los momentos amargos, El Payo nunca ha tirado la toalla, por el contrario se ha superado año con año y ha conseguido esta temporada alcanzar su nivel más alto de pureza y clasicismo en su toreo.
Quién sabe si, como cuentan los que más saben de esto, su ausencia de la segunda parte de la pasada Temporada Grande 2017 – 18 de La México (donde siempre ha tenido tardes importantes) se debió a oscuros intereses de oficina. El Payo no aceptó lo que le ofrecieron, puso la voz y se quedó sin habla (o sin contratos, que es igual).
Desquite
¿Es esta la tarde la del desquite para El Payo? No lo creo, este corte de toreros no viene por desquites. Viene por el toreo. Y ese toreo clásico y tan puro que hace el Payo cuando esta su cabeza despejada y lo ve claro, puede producir el milagro de arrasar con todo.
Decía José Bergamín, en el Arte de Birlibirloque, que el toreo es la evidencia viva de un milagro. Vamos a ver si este domingo El Payo consigue el milagro y que su toreo constituya una lección de tauromaquia, que marque un antes y un después en su carrera.
Diez años después de aquella alternativa en Pachuca, si quiere seguir subiendo peldaños para convertirse en un torero de época, todavía debe firmar una faena y una tarde histórica en la máxima catedral del toreo mexicano.
La juventud del impredecible Luis David Adame.
El segundo de los Adame es la gran incógnita del cartel inaugural por su incipiente trayectoria todavía en los ruedos, en donde si bien ha tenido triunfos importantes, suele todavía manejarse por arrebatos y hasta el día de hoy aún no ha demostrado una tauromaquia muy definida.
Sin embargo puede ser el caballo negro del festejo, porque es talentoso, especialmente con el capote. Luis David es quizás uno de los toreros en la actualidad que más suertes ejecuta con su capote; pero su tauromaquia con la muleta pierde algunos puntos.
No es un exquisito, pero por esfuerzo seguramente no quedará.
Después de haber ejecutado una gran faena la pasada semana en Aguascalientes, la duda será cuál versión veremos en la Plaza México de Luis David; ¿la superficial, acelerada y bullanguera? o ¿ la versión buena que produce cuando disminuye sus revoluciones y surge el toreo con reposo, ajuste y sinceridad en los cites?
Lo dicho, Luis David es la gran incógnita del domingo, mientras que El Payo será la gran ilusión de aquellos que todavía gozan del toreo bueno y clásico.
Twitter @LuisCuesta_
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