“Jamás olvidaré cómo me gritaban en el Coliseo romano ‘¡Torero!, ¡torero!”: Pepe Moral
“El toro me rajó la bolsa testicular, me dio una cornada en la zona inguinal, en la cara… y un navajazo en el pecho”
Por Luis Nieto.
El matador de toros Pepe Moral (Los Palacios, 1987) regresa hoy a Sevilla tras la cogida de ayer en la plaza de Nimes, en la que confirmó alternativa en el Coliseo romano, donde sufrió varias heridas de consideración. El diestro sevillano se mantuvo en el ruedo hasta estoquear al toro y conquistó al público nimeño, consiguiendo un trofeo de ley. Una cogida como contrapunto a una espléndida temporada triunfando ante toros de ganaderías denominadas duras y manteniendo una gran regularidad.
–Pepe, ¿cómo se encuentra?
–Estoy dolorido. La operación duró casi dos horas y terminó a la una de la madrugada. El toro me rajó la bolsa testicular y me dio otra cornada muy extensa en la zona inguinal, pero afortunadamente limpia. Tengo heridas en la cara y un navajazo en el pecho. Me duelen mucho las cervicales, me producen mareos.
–¿Le han hecho pruebas del cuello?
–Sí. Los mareos son por las secuelas del porrazo, pero no tengo ninguna vértebra lastimada.
–¿Cuándo le dan el alta?
–Mañana. Estoy deseando volver a Sevilla.
–¿Y cuándo reaparece?
–Quiero estar listo lo antes posible. A ver si la semana que viene…
–¿Cómo vivió la cogida?
–Estaba toreando bien. En uno de los pases el toro me sintió, me enganchó y no me soltó. Las cervicales me dolían más que las cornadas. Estaba mareado, con fatigas. Me hizo un boquete en la frente y me propinó un navajazo en el pecho.
–Y usted continuó herido en el ruedo.
–Pensé que tenía que seguir. Le di una tanda con la mano izquierda. Le metí la espada. Noté los testículos rajados y la herida en la zona inguinal. Pero continué. No me podía ir para dentro sin matar al toro. No perdí el conocimiento. Jamás olvidaré como me gritaban los franceses, en español, en el Coliseo romano “¡Torero, torero!”.
–¿Cómo fue su actuación?
–El primer toro tenía clase, pero le faltó transmitir un poco. Pude sentirme. La pena es que tras la estocada necesité descabellar. El que me hirió, corniabierto, fue muy duro en los primeros tercios. Cuando con la muleta lo tenía medio enjaretado, me echó mano. Salí herido, pero gané un trofeo.
–¿Cómo se está desarrollando su temporada?
–Está siendo muy bonita, importante. Entre los últimos triunfos he salido a hombros en Albacete, Illescas, he estado bien con cuatro toros de Partido de Resina y ahora me queda Zaragoza, en la Corrida Concurso, junto a Chacón y Escribano.
–Las tardes más importantes.
–Las dos de Sevilla, especialmente el segundo toro de Las Ramblas; las dos de Madrid, con el primer toro de Miura y el segundo de Adolfo; la faena de Bilbao, la corrida de Miura de Albacete y las dos faenas del domingo en Nimes.
–¿Qué le ha llenado más?
–La segunda faena que hice en Bilbao a un sobrero de Salvador Domecq ha supuesto un punto de inflexión en mi toreo.
–Está triunfando con todo tipo de encastes y se ha convertido en un especialista en ‘miuras’.
–Salvo dos corridas voy a matar toda la camada de Miura y he cortado cinco orejas en plazas de primera. Y también me están saliendo las cosas bien con toros de Victorino, Adolfo Martín y Cuadri.
–¿Es más complicado triunfar con ese tipo de ganado?
–Lo importante es no mirar el hierro y torear lo mejor posible a cada toro en función de sus condiciones.
Publicado en El Diario de Sevilla
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