Noble encierro de Hugo Domingo Molina
propicia entretenida tarde
Apoteósico debut de Lamelas con cuatro
orejas y rabo
ALBERTO LAMELAS PASEA EL RUEDO DE TOVAR EN TRIUNFO ACOMPAÑADO POR JOHAN SANTANA, EMPRESARIO, Y EL GANADERO HUGO ALBDETO MOLINA (FOTO RDV) |
El diestro jienense se jactó de cortar
los máximos trofeos al quinto de la tarde, en trasteo populista, con momentos
intercalados de buen toreo, lo que le catapultó a salir en volandas por la
Puerta Grande Cristo Rey.
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: RDV
TOVAR, Mérida (Enviado Especial).- Vino,
vio y convenció. Así se pudiera definir la tarde de ayer del diestro debutante
Alberto Lamelas, quien aplicando la máxima mencionada, ayer cuajó en el ruedo
de El Llano de Tovar una tarde importante, tras el corte de cuatro orejas y un
rabo, triunfo que lo catapulta de antemano a serio aspirante a triunfador de la
feria, a tenor de lo demostrado por el mencionado coleta.
Por su parte la alternativa del joven
valenciano Leonardo Buenaño ha servido para colocar en escena un nuevo espada
nacional, al que le falta el rodaje requerido pero dejando en el ambiente
destellos buenos, que bien pudieran abrirle oportunidades futuras. De su parte,
el sevillano Daniel Luque, un poco displicente con su lote, ha estado fácil en
ambos, y si no es por la espada de seguro hubiese salida acompañando a Lamelas
de los costaleros.
LEONARDO BUENAÑO RECIBE LA ESPADA DE MANOS DE DANIEL LUQUE (RDV) |
El toricantano Buenaño ha dejado su
mejor tarjeta de presentación con el que abrió plaza, el de la ceremonia, un
poco atenazado por los nervios propios del compromiso. Con la muleta el
anovillado ejemplar dejaría estar entonado al novel espada, en especial por la
mano zurda, pitón por donde más a gusto se estiró Buenaño. Su paso por la mano
diestra por su parte no lo fue así, con lagunas propias del no darle sitio y
distancias requeridas por el animal. Dos viajes con el acero dejaron su
actuación en ovacionada vuelta al ruedo.
En el que cerró plaza, ante un ejemplar
que tuvo sus resquicios de lucimiento, de nuevo Buenaño ha dejado muletazos
intermitentes, nuevamente por la zocata, frente a un astado noble y con
recorrido al que se le pudo haber aprovechado mejor, si hubiese sacado a relucir
el rodaje y tablas necesarias para este tipo de embestidas inciertas para quien
no ve pitones a menudo. Al segundo viaje de estocada baja le despenó al tiro de
mulillas.
Daniel Luque ha estado fácil, e incluso
sobrado frente al género bovino que tuvo enfrente. Con el que pecho en primer
lugar de su lote, lo mejor vendría en una serie de muletazos sobre la mano
diestra, ofreciéndole espacio, tiempos y alturas para aliviar las flojas
embestidas del burel, al que llevo a su aire para recrearse en series jaleadas
por los presentes, más por el decorado que por el contenido de las mismas. Un
pinchazo antes del descabello fue lo necesario con las espadas para el corte de
la oreja, la misma que no pudo redituar en su segundo, tras una labor ejecutada
bajo la base de su desparpajo y relajo de brazos y cintura para pasar con
torería las dóciles embestidas del morlaco. El viaje en dos ocasiones, ambas
con defecto en su colocación, con el acero, dejaron en silencio su actuación.
Alberto Lamelas ha estado laborioso y en
especial entregado a lo largo de toda la función. Su primero del lote le
permitió par de tandas de gran calado, temple y disposición, lo que hizo que
desde el primer momento se metiera al público “en el bolsillo”. El variado
repertorio para la con la que se vino luego más a la galería hizo más del
agrado al conclave su trasteo, donde los molinetes y lasernistas serían fundamento
para que tras el fulminante espadazo le valiera para la unánime petición y
concesión de las dos orejas que el palco debió dejar en una sola.
Pero lo cumbre vino ante el quinto,
animal generoso en su nobleza y bondad, el cual cuidaría en los tercios previos
al de muleta Lamelas, para con la sarga darse un banquete de toreo para la
galería, con algunos que otro muletazos templados, mandones y regusto, como lo
fueron los primeros de labor, para desatar una inaudita petición de indulto por
parte de unos exultantes “taurinos” de bajos de presidencia, haciendo dudas en más
de una ocasión al propio palco y al resto de la plaza por tal aberración,
incluso con la aprobación del ganadero. Al final, nuevamente con la espada
Lamelas se fue con toda la fe, para despachar al astado de fulminante espadazo
ligeramente desprendido que tiró “patas pa´arriba” la res y con ello la
desaforada pañolada con la concesión de los máximos trofeos y la vuelta al
ruedo a la res.
FICHA DEL FESTEJO
Con poco menos de media plaza (aproximadamente
2500 personas) en tarde soleada y calurosa, se han lidiado toros de las
ganaderías tachirenses de El Prado (1º, 4º, 5º y 6º) y Rancho Grande (2º y 3º)
ambos hierros propiedad de Hugo Domingo Molina, en su conjunto discretos de
presentación, escurridos de carnes; en los engaños han sacado a relucir nobleza
en distintos grados, se rajaron y buscaron defenderse en las postrimerías de
labor, destacando el corrido en 5º lugar de nombre «Birulillo» N° 11 de 429
kilos, premiado con la vuelta al ruedo.
Daniel Luque, de verde olivo y oro con
cabos blancos, oreja y silencio.
Alberto Lamelas, de blanco y oro, dos
orejas y dos orejas y rabo.
Leonardo Buenaño, de malva y oro con
cabos blancos, vuelta al ruedo y palmas.
Buenaño tomó la alternativa con el toro
«Gasolina» N° 127 de 427 kilos, negro mulato.
Destacaron en la brega Gersón Guerrero y
en las banderillas Ramón Contreras, Carlos Pizutto y Francisco “Chico” Paredes.
Plaza de Toros Coliseo El Llano de
Tovar. Primera corrida la Feria de la Virgen de Regla 2018. *** La corrida
comenzó con un retraso de 25 min a lo estipulado. *** Previo al festejo se
guardó un minuto de aplausos en memoria de los taurinos fallecidos Carlos Rico,
Kike Rosales, Luis Alberto Colls y Jorge Luis Duran.
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