lunes, 9 de julio de 2018

LOPEZ OBRADOR Y LA FIESTA BRAVA Leonardo Páez

“Refleja la situación del país”: López Obrador y la fiesta brava


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Entrevista publicada en el número 1234 del semanario Proceso, el domingo 25 de junio de 2000.

Por Leonardo Páez. 

Encubierto por los gobiernos priístas y panista y de plano ignorado por el gobierno perredista del Distrito Federal, que prefirió llevar la fiesta en paz con la empresa de la Plaza México, el espectáculo taurino en la Ciudad de México presenta los signos de una agonía lenta pero segura, debido a la desorganización de sus promotores y a la negligencia de las autoridades
“La realidad es que la falta de interés de los gobiernos por la fiesta brava se debe a que no hay mucha sensibilidad política para entender que ese espectáculo tiene que apegarse a las leyes vigentes, que para eso están. Si esas leyes son insuficientes o incompletas, justas o injustas, eso es otra cosa y puede revisarse Pero mientras no haya otras, hay que respetar las vigentes, pues de lo contrario se deteriora la calidad de la fiesta y se pierde la seriedad del espectáculo”, afirma Andrés Manuel López Obrador, candidato de la Alianza por México a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Reconoce que no es aficionado a los toros, “lo que no es sinónimo de desinterés ni mucho menos Mi escaso contacto con la fiesta brava -explica- se lo debo a mi paisano el poeta José Carlos Becerra, de quien leí una crónica de una corrida celebrada en Villahermosa a finales de los años cincuenta Ahí había una frase que me impresionó, y se refería a la falta de seriedad del ganado y al exceso de diversión del público Pero lo que más me llamó la atención fue que un hombre tan sensible como José Carlos, se sintiera atraído por algo tan sanguinario como los toros, y me hizo preguntarme si en todo eso no habría algo mucho más profundo, en cuanto a lo que tiene que ver con los misterios de la naturaleza humana”
Entre la oscuridad y la razón
-¿Cuál es su opinión de la fiesta brava?
-En primer lugar es una tradición milenaria que habla de un tema tan esencial como la relación entre el ser humano y la naturaleza Eso está en la mitología de todas las culturas antiguas En Babilonia, Egipto, Grecia, Roma, etcétera, se tiene al toro como símbolo de fecundidad, de fuerza, de fiereza Estos son los antecedentes de la fiesta taurina de España, que después, con el paso de los siglos, logra criar un toro propicio para el espectáculo Entonces lo que pasa es que la tauromaquia absorbe, digamos, lo que antes era un rito y lo convierte en espectáculo Pero la fiesta brava, nos guste o no, es resultado final de una serie de hechos históricos que llega hasta nuestros días.
-Como sociólogo, no como político, ¿qué valor le da a esta tradición?
-Indudablemente forma parte de la cultura del pueblo Eso no se puede negar Viene desde muy atrás Don Miguel Hidalgo nació en una ganadería de toros bravos y tenía fama de buen aficionado De Emiliano Zapata se dice que le gustaba torear En cambio, don Benito Juárez se oponía a las corridas, y de hecho las prohibió, igual que Carranza en la capital O sea, es algo que está metido muy adentro en la cultura popular.
-Los niveles actuales de organización, calidad y competitividad de las corridas de toros, ¿corresponden a los niveles de organización, calidad y competitividad del país o son un problema exclusivamente taurino?
-Siempre he oído que la fiesta brava es una especie de termómetro que mide la temperatura política del país Eso lo entendieron muy bien Juárez y Carranza Cuando Juárez prohíbe las corridas es porque ve la necesidad de pacificar, pero cuando siente que la invasión francesa viene en serio, vuelve a autorizarlas, porque en aquella época las plazas de toros también eran centros de agitación política Cuando termina la guerra y derrota a Maximiliano, la prohibición se restaura Es lo mismo que hace Carranza Claro que esa mentalidad ya no funciona en nuestros días, pero no deja de ser interesante subrayarlo.
Entrevistado en su departamento de Copilco el domingo 18 por la noche, después de un día más de agotadoras actividades de campaña, López Obrador descansa disfrutando al hablar de uno de los temas que más lo apasionan: la historia de México en el siglo XIX Ofrece una taza de café con leche y empanadas que un paisano le trajo de Villahermosa, y sólo interrumpe la conversación para llamar a sus hijos a cenar, mientras Rocío Beltrán, su esposa, atiende el incesante repiqueteo del teléfono
Los errores
-Volviendo a la pregunta -agrega-, creo que lo que está sucediendo con la fiesta brava en México de alguna manera refleja la situación del país Me dices que los toreros no arrastran, que no se promueve a nuevos valores, que los toros son novillos, etcétera Con toda franqueza no lo sé, no he tenido tiempo de empaparme personalmente del asunto, pero en febrero pedí a mi equipo un diagnóstico del estado actual de ese espectáculo en la Ciudad de México y en el país en general, y te quiero decir esto: lo que falta es una política que defina los intereses y objetivos comunes que deben perseguir todos los sectores del mundo taurino para evitar abusos, componendas y engaños.
-Pero a este desbarajuste taurino también han contribuido las autoridades perredistas
-Evidentemente toda administración nueva, sobre todo si es de oposición, debe establecer prioridades en la solución de los problemas que hereda ¿Qué lugar ocupa el espectáculo taurino en la lista de los innumerables problemas de la ciudad? Además, si el atractivo del espectáculo ha disminuido, eso no es culpa del gobierno de la ciudad, sino de los interesados en el negocio, porque se supone que la fuente de trabajo es de ellos, no del gobierno, y después, pero sólo después, de las autoridades responsables de cumplir y hacer cumplir el reglamento vigente.
-De acuerdo, pero el hecho es que las autoridades perredistas no han cumplido en este aspecto,
-La realidad es que la falta de interés de los gobiernos por la fiesta se debe a que no hay mucha sensibilidad política para entender que ese espectáculo tiene que apegarse a las leyes vigentes, que para eso están Si esas leyes son insuficientes o incompletas, justas o injustas, eso es otra cosa y puede revisarse Pero mientras no haya otras, hay que respetar las que están en vigor, pues de lo contrario se deteriora la calidad de la fiesta y se pierde la seriedad del espectáculo.
Para ser francos, en lo taurino este gobierno del PRD no se mostró muy legal que digamos.
-En los toros, como en cualquier otro renglón de la vida pública, es injustificable toda omisión por parte de la autoridad responsable Pero aquí no estamos hablando de taurinismo o de antitaurinismo, sino de algo muchísimo más importante para la salud de una comunidad: el compromiso con la ley Si las leyes se incumplen, no hay negocio, público o privado, que pueda tener éxito ni trascendencia social.
Taurinos rezagados
-¿A qué atribuir que toros y toreros mexicanos ya no sean de exportación y que desde hace medio siglo la balanza comercial taurina con España sea desfavorable a México?
Hombre, pues yo creo que a lo mismo que hemos estado hablando, a un descuido generalizado y recurrente por parte de los particulares y de la autoridad, al aprovechamiento ventajoso, oportunista y sin previsión de un espectáculo que por sus características se presta a todo tipo de enredos Los particulares, y me refiero a empresas, ganaderos, toreros, etcétera, no parecen tener mucho éxito con el espectáculo que supuestamente deberían promover Y las autoridades hasta ahora no han medido la grave consecuencia de solapar tanta irregularidad: contribuir a que otra tradición de México se pierda.
“Toda balanza comercial es desventajosa si se importa más de lo que se exporta ¿Por qué los empresarios mexicanos tienen que importar toreros españoles que atraigan gente? Pues porque no han sabido promover toreros mexicanos que sean negocio ¿Por qué los toreros de aquí no interesan en España? Pues porque no tienen el mismo nivel de competencia y de atractivo ¿Por qué los ganaderos mexicanos ya no exportan sus reses? Pues seguramente porque otros ganaderos dan mejores productos y mejores precios Entre unos y otros podrán echarse la pelota y eludir responsabilidades, pero a final de cuentas el resultado es el mismo.
Cumplan o váyanse
-En caso de ganar las elecciones, ¿su gobierno apoyaría la fiesta brava, la prohibiría o la dejaría como está?
López Obrador sonríe al escuchar la frase “en caso de ganar las elecciones”, y responde:
-Como jefe del Gobierno me interesa sobre todo garantizar el respeto por la ciudadanía, así como apoyar una tradición popular que tiene raíces profundas en la historia Si la fiesta brava demuestra que vale por sí misma, es decir, si los directamente interesados la hacen valer, el apoyo residirá en hacer cumplir la reglamentación correspondiente, sin complicidades ni intromisiones innecesarias.
“Ahora, si los directamente interesados, como son, repito, empresas, ganaderos y toreros, no están dispuestos a cumplir con lo establecido en el reglamento, mientras éste no sea actualizado o ajustado por gente de reconocida solvencia y capacidad, nosotros no permitiremos más abusos e inobservancias del mismo, porque hay otro factor directamente interesado que nunca se toma en cuenta: el público Y por el interés del público, bajo ningún pretexto vamos a continuar con una discrecionalidad que para nada ha servido al espectador, que paga y mucho, por ver un espectáculo que dista de ser lo que se ofrece en la propaganda.
“Insisto: Si a los empresarios no les interesa o no les conviene acatar lo establecido por ley, pues que cierren sus plazas y cambien de giro porque las leyes no se hacen para justificar la incompetencia de nadie.
-Se dice que si se cerraran las plazas, en poco tiempo se extinguiría el toro bravo como especie.
-Mira, el toro bravo muy probablemente no se extinga como especie porque se cierren las plazas Pero con toda seguridad la fiesta se extinguirá si dejamos que la sigan falseando y deformando quienes tienen la obligación de respetar las leyes que fueron dictadas para protegerla En este sentido quiero ser muy claro Nosotros hemos venido impulsando una propuesta política para que el Distrito Federal sea la capital de la democracia y de la justicia, pero también de la alegría Y nos guste o no la fiesta de los toros, tenemos un compromiso con el público que sostiene esa tradición Entonces vamos a trabajar a favor de la ley y en beneficio del público, para que, respetando a todos los sectores de la fiesta, el Distrito Federal tenga un espectáculo taurino digno de una ciudad como la que estamos soñando.
Convencido, López Obrador remata:
“Como servidor público y como mexicano comprometido con una política de principios inalterables, no tengo ningún interés en que la fiesta brava sea preservada a costa del fraude, el engaño, el abuso y la falsedad”
Twitter: @Twittaurino

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