viernes, 1 de junio de 2018

MADRID, EN TÁRIBA SE PIENSA MUCHO EN TI



 
NI LOS MASTINES, TAMPOCO LOS TOROS, HAN ESPANTADO EN MADRID AL TARIBERO JESÚS ENRIQUE COLOMBO



EL VITO

Madrid primero de junio,- Han sido dos duras pruebas las de San Isidro para Jesús Enrique Colombo.
 Duras por la reciedumbre de los toros, no por que hayan sido bravos, más bien porque los de Garcigrande, el más encopetado hierro hoy gracias a El Juli, fueron un mulo de exageradas proyecciones y un “hippie” desconcertante.
 No mejoró la calidad bovina con el toro de El Pilar en el festejo Internacional producto de la imaginación de Simón Casas, experimento que no ha sido bien recibido por taurinos de tradición y crítica y taurina.
¿Y cómo ha salido el joven Jesús Colombo?
Mejor que la tarde de su confirmación cuando expresó la presión que se vive cuando los mastines participan en la partida de caza, pues su padrino Ponce ya no fue el Maestro de las cálidas lecciones de vida, sino “un bicho” en  su derecho de hacerle el quite al toro del ahijado acabó con él con su absurda e intrascendente actuación; o Castella, levantarse de la arena aún con vigor para con heroísmo plantarse ante el toro arrollador. 
Para este show de Naciones Unidas  creado por el empresario francés de Madrid el torero de Táriba salió menos presionado. Basta ver el cartel en el que el venezolano vería cinco compañeros a los que, de novillero, “mondaba” a placer. El público, a diferencia del público de clavel en el ojal de la tarde anterior era mucho más fácil que el de las exigencias en tarde de Enrique Ponce en Madrid. Y Colombo se adaptó.
Bullanguero Colombo y populista con sus largas afaroladas, rectificando emocionantemente un errático par de banderillas evitando manchara un tercio brillante  y, como en la primera tarde estocada soberbia, efectiva y de impecable ejecución. … 
Y la muleta. Aquí ya no es pegar pases, uno tras otro. Aquí se pasar, despedir y enganchar el segundo, también el tercero, y el cuarto,  quinto y de ser posible sexto, y ligar cada muletazo hasta cinco, seis o siete pases también ligados con el público respondiéndole con esos “oles” secos y profundos, de las castizas gargantas de la meseta castellana. 
Pudo haberle dado la oreja el señor presidente de la Autoridad de Madrid. No lo hizo y no pasó nada. Acá  la injusticia en cuestión de trofeos y más que injusticia es aderezo para el caldo de la polémica. Ha servido para que los nuevos aficionados que se metieron en el evento internacional salieran a la calle protestando la tiranía de Juez de Plaza.
Colombo ha sido bien recibido por Madrid. También por la prensa taurina de Madrid y estos son logros muy importantes, si entendemos que aquí por aquello de “Madrid al Cielo” están convencidos que para llegar arriba es necesario “una escalera grande y otra chiquita”.
Ya Jesús Enrique Colombo puede presumir como se refería a Madrid don Agustín Lara, y parafraseándole su chotis podemos decir “Madrid, en Táriba se piensa mucho en ti”, porque de Táriba es este buen torero del que los venezolanos esperamos mucho, y que de Madrid algún día llegará su consagración.

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