La terna por encima
de la corrida de
San Antonio
La corrida de San Antonio, bien presentada y con cuajo,
dio un juego bastante complicados que puso a prueba a la terna. Los toreros,
muy por encima de los toros, dieron lo mejor en el festejo que abrió la feria
del Sol.
El rejoneador Francisco Javier Rodríguez se mostró
enterado, con sitio y oficio, ante un toro que le puso las cosas muy difíciles.
El jinete trabajó a destajo para intentar ligar faena. Tras mostrarse correcto
con rejones de castigo y banderillas, falló con el rejón de muerte, para
escuchar palmas.
El oficio, el valor y la madurez fueron las armas de
Domingo López Chaves que estuvo por encima de su lote. Ante su primero, la colocación,
los toques y las alturas fueron cruciales para lograr sacarle partido a un
remiso astado, que noblote y mansurrón fue apabullado por el salmantino. Buenos
muletazos por ambos lados los de Chaves que logró captar la atención del
público. Faena para profesionales. Una estocada entrando con ejemplar rectitud
dio paso a una fuerte petición de oreja, no atendida por la autoridad que se
ganó una sonora bronca. Tres largas cambiadas de Chaves a su segundo, al que
toreó con valor, entrega y sobrado oficio. De nuevo la técnica impecable del
español le permitió sacar agua de un pozo seco. El toro, parado y soso permitió
ver la depurada forma de torear de Domingo, que se mostró como un avezado
diestro. Una estocada atravesada entrando con agallas saliendo rebotado y otra
entera dieron paso a una nueva petición de trofeo, denegado por la presidencia.
El público reconoció el esfuerzo de López Chaves en una apoteósica vuelta al
ruedo.
Daniel Luque, firme y entregado, no tuvo opción con su
lote. No triunfó porque con el par de toros que lidió no era posible, pero se
le vio motivado, sereno y torero. A su remiso y mansurrón primero, el de Gerena
le toreó con suavidad, temple y clase. Otra cosa fue que sus templados
muletazos no llegaron a la gente por la sosería del astado. Nueva dosis de
entrega ante el sexto, noble pero muy remiso. Luque le toreó como de salón. Con
oficio, el español dio estupendos naturales, llenos de clase y buen gusto. Su
actitud estuvo años luz de sus toros, que echaron el freno de mano casi desde
que salieron.
Gallardo y valeroso, Manolo Vanegas ha estado muy en
torero toda la tarde. Su tarjeta de presentación fueron dos toreadas largas
cambiadas de rodillas y suaves lances a la verónica. El toro se paró en seco en
el tercio final y Vanegas, literalmente se le montó encima en una exhibición de
valor, oficio y verdad. Faena breve pero torera. Buenos lances rodilla en
tierra de Vanegas al séptimo, al que recibió de hinojos con ceñidos muletazos
de rodillas. Lanzó la moneda al aire el venezolano, se la jugó sin trampa ni
cartón, metido en tablas con un acobardado toro al que toreó con buenas
maneras, y que terminó volteándole fuertemente. Vanegas tuvo que batallar para
igualar al toro, pinchando una vez, motivo por el cual perdió la oreja. La proyección
de este torero es cada vez más evidente.
Ficha de la corrida
Plaza de toros de Mérida.
Viernes 9 de febrero.
Primera corrida de feria. Poco más de un cuarto de entrada
en tarde soleada y fresca,
Un toro de Los Ramírez para rejones, complicado. Toros de
San Antonio, bien presentados, fuertes y cuajados. En su mayoría parados,
tardos, sosos y mansurrones.
Pesos: 430 (rej), 430, 440, 445, 446, 445 y 435 kilos.
Rejoneador Francisco Javier Rodríguez: Palmas.
López Chaves, de fucsia y oro: Vuelta tras fuerte petición
de oreja y vuelta tras petición.
Daniel Luque, de carmín y oro: Silencio y silencio.
Manolo Vanegas, de blanco y oro con remates negros:
Silencio y palmas tras leve petición.
En las cuadrillas destacaron en la brega Gerson Guerrero,
en banderillas Eduardo Graterol, Francisco Chico Paredes y Ramón Contreras. En
varas Alfredo Guimerá y Nair Zambrano.
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