SIEMPRE JOSÉ TOMÁS
Por Pedro Toledano.
La falta de noticias de las ferias de La Magdalena, Fallas y hasta la de abril de Sevilla, está dando paso a un sinnúmero de rumores. Algunos con fundamento, como los que apuntan a que los empresarios de las tres ferias más importantes del inicio de la nueva temporada, están esperando a que El Juli regrese este comienzo de semana de su campaña Hispanoamericana, para cerrar sus contratación en los mencionados abonos. Trato que, según se desprende de la conducta seguida por los empresarios Ramón Valencia y Simón Casas, de enviar mensajes más o menos encriptados, puede llegar a ser bastante laborioso, más por las presumibles exigencias de las ganaderías a lidiar por el torero de Velilla de San Antonio, que por la parte económica. Poco falta para que haya noticia en una u otra dirección.
Mientras tanto, salta al primer plano de la actualidad, y esta vez con bastante fuerza, el rumor de que José Tomás puede hacer el paseíllo en el abono de La Magdalena. Sabido es que a José Tomás se le espera siempre, pero no siempre se le encuentra. O al menos donde los aficionados quisieran verlo. A la afición de Valencia le gustaría encontrárselo en la arena del coso de la calle de Xàtiva, pero eso no depende ni de la empresa que rige el monumento de Monleón, y mucho menos, de los aficionados que acuden al palenque del Capi Casal. Es torero de caprichos. Torea donde le peta y ante eso nada se puede hacer y sí aceptar con agrado, sobre todo los muchos seguidores que tiene, el calendario que al final decida cumplir.
De confirmarse como noticia la actuación de JT en Castellón, sería un buen aliciente para lanzar la temporada, pues aunque se le reproche que no se prodigue más, sí tiene el poder de alimentar ilusiones y eso, al final, beneficia a todos. El magnetismo que irradia el torero de Galapagar hace que además de poner en marcha a los aficionados itinerantes, también los medios de comunicación remisos a hacerse eco de noticias taurinas, cuando aparece JT, ceden. Sólo hace falta que esta vez sea verdad.
Publicado en Las Provincias
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