El domingo 28 de enero de 2018, se lidió un encierro de Fernando de la Mora, el cual fue ruidosamente protestado por su falta de trapío en varios pasajes de la corrida, provocando incluso la devolución del sexto de la tarde rechazado por el público, para que en su lugar apareciera un toro de Montecristo por el hundimiento del lomo, silleto, para el espada extremeño Ginés Marín, quién las pasó en el lenguaje de su tierra, canutas, para pasaportar al difícil astado y fue hasta prácticamente el tercer aviso cuando (después de varios descabellos) rodó el toro tlaxcalteca.
Don Fernando me perece se equivocó, cuando algo similar ya le había sucedido la tarde del 12 de diciembre de 2017, porque el astado que le correspondió a El Payo fue sustituido por uno de Jaral de Peñas por la misma causa que la del domingo reciente.
El encierro de Don Fernando, se parchó con el quinto toro de la ganadería de Xajay de muy buena presencia, que evidenció aún más el desatino para quién seguramente tiene que reflexionar en lo futuro, para no pasar por estos tragos amargos que sabemos a él y a sus socios, les duelen.
Ginés Marín con algunos destellos, Arturo Saldívar con pundonor, tratando de rescatar la tarde, aunque no tuvieron la posibilidad de remontarla, se fueron de vacío e incluso con la pena Ginés de ver que Jorge hijo de su apoderado Pepe Coutiño, sufriera un percance con el toro de Montecristo y él con el también estuvo a nada de padecerlo, resultó fuertemente golpeado.
Ginés Marín con algunos destellos, Arturo Saldívar con pundonor, tratando de rescatar la tarde, aunque no tuvieron la posibilidad de remontarla, se fueron de vacío e incluso con la pena Ginés de ver que Jorge hijo de su apoderado Pepe Coutiño, sufriera un percance con el toro de Montecristo y él con el también estuvo a nada de padecerlo, resultó fuertemente golpeado.
Quién pudo haberse ido en hombros, fue Juan Pablo Sánchez; por el temple que atesora, supo cómo encauzar al público a corearlo en los dos astados que le correspondieron en turno con su toreo lento y acompasado que interpreta el torero de Aguascalientes.
Es una lástima grande que la suerte suprema haya sido su talón de Aquiles, pues sus dos faenas de muleta, ante las nobles embestidas de los toros de Fernando de la Mora, fueron de mucho ritmo y sintonía, provocando el reconocimiento popular en gélida tarde.
Queda pues a juicio de quienes deciden en la empresa que maneja los destinos de La México, quién será el cuarto espada para el cartel que celebrará 72 años de haberse inaugurado el coso monumental de Insurgentes, y en el que brincan los nombres de Fabián Barba, Jerónimo y Luis David Adame, para actuar con Castella, Joselito Adame y Roca Rey, con toros de Jaral de Peñas.
Y desde luego antes de ello, el mano a mano el 4 de febrero se El Juli y de Sergio Flores, con los toros de Teófilo Gómez que visto lo visto, ojala y decidan enviar un encierro digno de tal acontecimiento, para que las corridas de aniversario sean todo un éxito.
Por lo pronto a reflexionar Don Fernando con sus socios quienes seguramente tendrán que tomar decisiones para cambiar la onza, en el corto plazo
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