EL PELIGROSO BAREMO DE LAS ENTRADAS EN LA MÉXICO
Por J.A. del Moral.
La enormidad de la plaza México con capacidad de albergar a 50.000 espectadores obliga a dejar constancia de la cantidad aproximada de personas que acuden a cada corrida celebrada. Cuestión que pesa muchísimo en la valoración de los matadores actuantes, independientemente de si triunfan o no. Como también la mayor o menor fuerza taquillera que tienen una vez hayan logrado un éxito grande.
Cuando las buenas entradas eran moneda corriente, no se le daba tanta importancia a lo de llenar más o menos los tendidos de gigantesco coso. Pero hace bastantes años ya que estos llenos o casi llenos solo se producen cuando actúan las grandes figuras y no todas, por cierto. Tan es así, que ahora mismo los únicos diestros con verdadera fuerza atractiva en la tenida como mayor plaza del mundo son Enrique Ponce, El Juli, Pablo Hermoso de Mendoza y José Tomás al que podemos considerar caso aparte porque apenas torea en La Monumental, como en casi todas partes, aunque la verdad es que Tomásnunca agotó totalmente las entradas en La México. Su manida y habitual propaganda dice que este año lo logrará en la única tarde que podrán verle actuar. Ya veremos si lo consigue o no porque una cosa es la propaganda y otra la realidad…
Llenos totales en La México hay muy pocos últimamente. Los últimos a los que hemos asistido fueron los festejos en los que Ponce y El Julise acartelaron juntos o ambos con Pablo Hermoso, si bien debemos anotar las varias veces que los tres lo consiguieron por sí mismos en las corridas que actuaron junto a espadas de menor categoría, tanto españoles como aztecas.
En la actualidad no hay un solo diestro mexicano, ni siquiera los más destacados, que tengan fuerza suficiente para llenar la plaza por sí mismos, salvo en los festejos que actúen con los cuatro españoles ya nombrados.
En las nueve corridas que se llevan celebradas este año hasta el pasado domingo, 13 de diciembre, las entradas que hubo fueron las siguientes:
30.000 espectadores (lo que allá dicen cuando se llenan las localidades numeradas del tendido bajo), solamente dos veces. En la primera corrida de la Gran Temporada con Joselito Adame, José María Manzanares y El Zotoluco; y en la tercera que contó con la actuación deEl Juli y El Payo.
15.000 espectadores solamente en una, la que hizo octava de la Temporada Grande en la que actuaron Sebastián Castella y Zotoluco.
13.000 espectadores únicamente la que hizo sexta en la que actuaron Alejandro Talavante, Arturo Saldívar y Diego Silveti.
8.000 espectadores en dos. La que hizo cuarta con el debut de Diego Urdiales acompañado de Arlillita IV y Fermín Rivera; y la repetición del diestro de Arnedo que hizo séptima acompañado esta vez por Federico Pizaro y El Payo. Hay que hacer notar que el gran impacto que causó Urdiales con su gran faena la tarde de su presentación no se tradujo en una entrada mayor en su segunda actuación.
7.000 espectadores asistieron a la segunda corrida de la presente campaña en la que actuaron junto a El Fandi, El Conde y El Zapata.
Y 6.000 el pasado domingo con Daniel Luque y Fermín Rivera en el cartel.
El poder de atracción de los toreros no deja de ser ciertamente misterioso. Sobre todo en los casos de diestros que aún teniendo muy buena prensa no consiguen superar su muy mediano por no decir escaso tirón taquillero pese a gozar de innumerables y crecientes elogios. Quizá sea esta la razón que explique por qué Diego Urdiales no deja de afirmar últimamente que lo único que quiere es torear cada día mejor y que lo de ser figura no va con él…
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