Eduardo Valenzuela
cuaja una estupenda faena
malograda con la espada
Por: Víctor Ramírez “Vitico”
César
Vanegas cortó la única oreja concedida en la corrida celebrada el domingo en El
Vigía, en tarde donde lo más torero lo realizo Eduardo Valenzuela, festejo
condicionado por los fuertes temblores que sacudieron al estado Mérida.
Se
presentó en Venezuela el diestro francés Jonathan Veyrunes, que abrió el
festejo, de forma antirreglamentaria, pues por orden de antigüedad debía
hacerlo César Vanegas. Veyrunes se mostró enterado y con oficio. Discreto con
el capote ante el primero, le toreó bien en suaves muletazos con la mano
derecha, llevando largo y con buen gusto al noble astado. Varios derechazos del
galo fueron de mano baja, componiendo bien la figura, destacando un pase de
pecho con la mano izquierda soberbio. Méritos que se esfumaron al colocar una
entera trasera que tardó en hacer efecto, fallando con el descabello. Ante el
cuarto, Veyrunes lanceo bien a la verónica y cuajó bajo la oscuridad, una labor
llena de entrega, con muletazos de buen trazo, con un noble ejemplar, del que
pudo pasear trofeos, pero la espada es materia pendiente para el europeo, que
sudó tinta para despachar al toro.
César
Vanegas lanceó muy bien a la verónica al segundo, rematando con estupenda
media, demostrando que con el capote compone con gusto, acompaña la embestida
con el pecho y lleva largo a los toros. Banderilleó con entrega aunque de forma
desigual y compuso un trasteo animoso, ligado, con algunos muletazos lentos y
largos, sobre todo por el pitón derecho. Al encuentro se le fue la mano muy
abajo, con un feo espadazo muy efectivo, que hizo que se le premiara con una
oreja generosa.
Eduardo Valenzuela estuvo muy torero, serio y
centrado. Lamentable el fallo con la espada, porque pudo ser el triunfador del
festejo. Verónicas con garbo las del valenciano, que banderilleó con facultades
y exposición. Con la muleta el diestro demostró su buen momento, muletazos largos,
llenos de temple, con gusto, clase y armonía. Qué bien toreó Valenzuela al
noble astado de Campolargo. El torero acertó en la distancia, alturas, toques,
colocación, todo ello rematado con pases de pechos largos como ríos. Faena de
feria grande, malograda con el acero.
FICHA DE LA CORRIDA
El
Vigía.
Plaza
portátil “La Esperanza”
Domingo
22 de noviembre.
Menos
de media entrada en tarde fresca.
Cuatro
toros de Juan Campolargo, chicos y terciados, de buen juego en líneas
generales. Nobles y con clase. Destacó el tercero.
Pesos:
402, 405, 425 y 405 kilos.
César
Vanegas, de negro y oro: Oreja.
Jonathan
Veyrunes, de corinto y oro: Silencio y silencio tras aviso.
Eduardo
Valenzuela, de grana y azabache: Silencio.
Jonathan
Veyrunes se presentó en Venezuela con el toro “Tamarindo”, número 015, castaño
bociblanco. Destacaron en las cuadrillas Mauro David Pereira en la brega y
Ramón Contreras en banderillas. Fuertes sismos sacudieron la ciudad antes y
durante el festejo.
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