Orellana vuelve a crecerse ante las figuras,
y con su triunfo repite el Rosario de Oro
El diestro tovareño cuaja importante actuación al lado
de los espadas españoles Talavante y Luque, quienes ofrecen ante anovillados
ejemplares de Ricardo Ramírez variado repertorio ante el jolgorio de los
presentes. *** Los tres espadas a
hombros al final del festejo.
Rafael Orellana de nuevo máximo triunfador en plazas venezolanas, en esta ocasión, alzándose con el Rosario de Oro por segunda ocasión. Foto: Leo León |
RUBÉN
DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
(MARACAIBO,
Enviado Especial).- Nuevamente los tendidos de la
Plaza de Toros de Maracaibo lucían el penoso “cemento” que apuñala más al toreo
que otras cosas. Es la apatía de una afición el mayor motivo para los
antitaurinos ganar la batalla que han declarado en el toreo, y creo, sin temor
a equivocarnos que en la capital zuliana, si no tomamos correctivos, la tenemos
perdida. Y uno se pregunta, ¿y cómo la ganamos si para tal efecto, tres figuras
del toreo, cada una en su momento y contexto, se enfrentan a lote de toros más
indigno para un aficionado, “toros”, con la mentira expresada en la tablilla,
ante la alcahuetería de palcos presidenciales que solo son comparsas de un
fraude como este?. He allí esta reflexión.
Toros de Ricardo Ramírez penosamente
presentados, un corolario de abecerrados ejemplares incluso indignos de una
plaza de tercera categoría. A estas tenemos que dichas circunstancias se
pregunten porqué muchos aficionados se han alejados de las plazas, ante el tipo
de espectáculo y los precios que se cargan para ver “sardinas” de esta
catadura. ¡¡¡Un poquito de vergüenza señores!!!
Rafael Orellana abrió plaza ante un
novillejo que literalmente le llegaba a sus rodillas, entendiendo la espigada
envergadura del torero. Lo pasó de capa y varas con el mínimo castigo a fines
de cuidar las endebles embestidas del animal, el cual en reiteradas ocasiones
perdió las manos en el afán Orellana de llevarle embebido en las telas. Faena
de intermitencias, donde lo mejor se vio sobre la mano diestra, para luego de
un monumental volapié, mandar al animalito a las mulillas, concediéndole el
palco las dos orejas, cuando en realidad era para una.
El curso de la corrida vino con el
perfumado toreo caro de Alejandro Talavante, quien ante otro de los toritos del
lote dejo ver la variedad de capote y muleta que atesora en el baúl de su toreo.
Le saludó por cordobinas, para luego llevarle por gaoneras al paso, y con el mínimo
castigo y la buena brega de Juan José Trujillo en la muleta el diestro
extremeño sacar partido de un rico y variado repertorio, con arrucinas,
naturales, pases de las flores, capeinas, que dejaron prendido a los presentes.
Sin duda un trasteo que debió ser como torear en su casa ante su mascota, pues
ni el más mínimo gesto de esfuerzo se le notó al veterano espada. El espadazo
sin puntilla confirmó las dos orejas que por petición mayoritaria hubo de
premiar el palco.
Otra faena preñada de improvisaciones y
entrega fue la del sevillano Daniel Luque, para quien la tarde se le colocaba
cuesta arribas tras el arreón de sus compañeros de cartel. El suave manejo con
el capote, la mínima sangría en el caballo y la fácil colocación y entrega del
espada de Gerena en su labor muleteril, sirvieron para sacar partido de las
noblotas embestidas que sin mucho querer, permitió el burel al gusto y en los
terrenos que impuso el torero. Destacaron el manojo de luquecinas en los bajos
de sol, para al segundo viaje despachar al astado y cortar una oreja con fuerte
petición de la segunda.
No perdió intensidad la segunda mitad de
festejo, pues Orellana ante el cuarto, más asentado se le vio, a tal fin que su
faena hizo muchos más méritos que su primera en su contexto general. Nuevamente
el espada tovareño hizo gala de su firmeza, temple y mando, para sacar provecho
a los bonancibles viajes tras la muleta del menudo pupilo de Los Ramírez. Valga
recalcar que de nuevo Rafael se fue tras la espada como una exhalación, por lo
que de nuevo sin puntilla mando a las mulillas la res y a sus manos par de
orejas que hacían pleno, para coronar a sus vitrinas el Rosario de Oro. Por
cierto labor esta que brindaría al diestro Manuel Escribano, triunfador en la
jornada anterior.
Poco pudo hacer Talavante ante el quinto,
un jabonero al que poco le duró el gas de su recorrido, por lo que el torero no
se dio coba y abrevió. Y para cerrar feria, Luque a la arena, dejando
nuevamente un compendio de entrega y ambición de triunfo, ante un animal que
hizo ver mejor de lo que fue, eso sí, con el grado de nobleza pajuna que
sobradamente dejan estar a estos toreros tan veteranos. La media ración de
acero en buen sitio, dio pie a la petición mayoritaria de las orejas que el
bondadoso de Charles Hernández no dudo en asomar desde lo alto de su singular
pajarera presidencial.
Culmina así una feria que deja en el
tintero muchas reflexiones. Fiel reflejo de los males y vicios que aquejan a
una fiesta brava que por estos predios esta sentenciada a morir si no tomamos
los taurinos los correctivos respectivos. Queda allí el mensaje.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental de Maracaibo. L Feria de La
Chinita.
Domingo 15 de noviembre de 2015.
Con poco mas de un tercio de plaza, en tarde calurosa
y ventosa, se han lidiado toros de la ganadería Los Ramírez (Ricardo Ramírez)
anovillados de presentación, faltos d remate y sin cara para una plaza de esta
categoría, nobles en distinto grado, siendo premiados dos de estos con la
vuelta al ruedo, como lo fueron el 2º y 4º. Así mismo mostraron un peso en
tablilla que no correspondía con lo visto en el ruedo.
Rafael Orellana (Sangre de toro y oro con cabos
blancos): Dos orejas en ambos toros.
Alejando Talavante (Lila y oro): Dos orejas y
silencio.
Daniel Luque (Purísima y oro con cabos blancos): Oreja
y dos orejas.
Incidencias: En banderillas destacaron José Antequera
y Salvador Moreno y en la brega Juan José Trujillo de la cuadrilla de
Talavante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario