LESIONADO ALBERTO
AGUILAR
Y TARDE GRIS DE CESAR VANEGAS
Víctor Ramírez
“Vitico”
El muy esperado debut de la ganaderia de Victorino Martín en
Venezuela se saldó con una encastada e interesante corrida, en la que triunfó
por derecho propio y con los argumentos de figura del toreo el mexicano
Joselito Adame que entendió a la perfección a los victorinos, a los que cuajó
desde que se abrió de capa, mientras que César Vanegas pasó un quinario y
Alberto Aguilar resultó lesionado.
La lluvia que cayó desde la noche anterior retrajo al
público que sin embargo hizo buena entrada en la Monumental de Pueblo Nuevo.
Joselito Adame, previo permiso de la autoridad y del
director de lidia César Vanegas, adelantó su actuación a primer y cuarto lugar
para ganar tiempo para volar a México. Adame se mostró con mucho sitio, cuajo y
desparpajo, lidiando a los dos de su lote con holgura, elegancia y temple.
Lanceó bien a la verónica al primero, al que picó de forma soberbia Luis
Quintana “Guacharaco”. Adame toreó de
forma estupenda “Moñito”, llevandole con suavidad, largura y temple, destacando
varios naturales excelentes. El mexicano demostró que no en balde, va camino de
figura del toreo. Una estupenda estocada puso en manos del azteca la primera oreja
que se corta a un victorino en América.
Lanceó con armonía y buen juego de brazos al encastado
cuarto, al que toreó de nuevo con exquisito temple, destacando varios naturales
de bella composición, citando con la bamba de la muleta, tocando con precisión
milimétrica, echando el engaño adelante con donosura, “dándole de comer” al
victorino, que encastado, siguió la templada muleta del mexicano por abajo,
humillando y repitiendo. Gran trasteo coronado de certera estocada. Oreja
meritoria. Adame se fue a pie, pero con la admiración del público que hubiese
querido sacarle a hombros.
Aciaga tarde de César Vanegas, en la que sin duda podemos
calificar como su actuación más desafortunada. Sin su habitual carisma y
entrega, como impresionado, el torero de Seboruco lo pasó francamente mal. Tuvo
dos toros fuertes y serios, enrazados, con esa casta difícil de domeñar, casta
que exige las cosas perfectas, toques suaves, por abajo y en línea recta para
quedar colocado ante la embestida. Lanceó con ligereza de pies al primero, al
que clavó dos pares de banderillas discretos. Con la muleta, Vanegas se limitó
a un trasteo sobre los pies, dando la sensación de no saber por donde meterle
mano a “Malagueño”. El público se percató de inmediato de la desconfianza del
torero. Ante el muy serio quinto se terminó de hundir el barco. César Vanegas,
que consiguió alguna verónica de buen corte, se vio literalmente sin recursos.
No banderilleó y pasó de puntillas en el tercio final. Desdibujado, claramente
superado por las circunstacias, el buen torero tachirense terminó como un apolo
caído, desmoronado, abatido. Falló repetidamente con la espada. La bronca fue
de las que hacen época.
Valiente, entregado y animoso, el español Alberto Aguilar
estuvo bien con el encastado tercero, al que trató de llevar en línea, para
ligar los muletazos. Buenos naturales, que sin embargo no pudo rematar porque
el toro le cazaba, cosas de la casta. Falló con el acero. Verónicas de bello
trazo las de Aguilar al sexto, toro al que comenzó toreando con entrega, raza y
temple en dos buenas tandas con la mano derecha. En un pase de pecho, el toro
se le quedó corto, hizo hilo y desequilibró al torero, dandole en el suelo una
auténtica paliza. Magullado, intentó volver a la cara del toro, le dio una
tanda con la derecha para caer desmadejado en manos de las asistencias. Al toro
lo despachó en medio de los pitos el director de lidia César Vanegas. Aguilar se ganó el respeto de los
aficionados.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros de San Cristóbal
Domingo 1 de febrero.
Quinta corrida de feria.
Poco más de media entrada en tarde fría.
Toros de Victorino Martín, serios, fuertes, hondos y
cuajados, de interesante juego. Encastados y con poder. Complicados en bravo.
Destacaron primero, cuarto y quinto. Ásperos segundo, tercero y sexto. Gran
encierro en conjunto.
Pesos: 538, 510, 490, 445, 505 y 525 kilos.
César Vanegas, de negro y oro: Pitos, Bronca tras dos avisos
y silencio, en el que mató por Alberto Aguilar.
Joselito Adame, de corinto en terciopelo y oro: Oreja y
oreja.
Alberto Aguilar, de berenjena y oro: Silencio en el único
que mató.
Incidencias: La ganadería de Victorino Martín se presentó en
Venezuela y América con el toro “Moñito”, número 34, cárdeno. Gran vara de Luis
Quintana “Guacharaco” al primero, recibiendo una gran ovación destacando
tambien los picadores Carlos Alzate y William Hidalgo “Llanerito” . Bien en la
brega Eduardo Graterol y Enzo Antequera. Soberbio par de Salvador Moreno, al
sexto. Buenos pares de Mauro David Pereira.
Alberto Aguilar sufrió luxación de articulación acromio
clavicular grado III.
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